Vemos la primera pelea de Takeda contra Forrest Fox después que Kenshi dejara a su hijo en manos de Hanzo. Takeda acaba con la nariz rota, y eso que sólo era el Round 1...
Años después, vemos como la pelea se repite, y ahora Takeda elude todos los golpes hasta que Forrest lo pilla con un Sleeper. Eso le cuesta a Fox acabar con la nariz rota, devolviendo el golpe de años atrás.
Hanzo le mete la bronca a Takeda por simplemente eludir en vez de contraatacar. Fox defiende que en una situación de riesgo, Takeda sabría aprovechar la oportunidad.
El Gran Maestro le dice que entonces Fox protegerá a Takeda, mientras unas letras ensangrentadas le hablan a la cabeza de Forrest.
Hanzo explica que antes ha tenido una inesperada e indeseada visita de Raiden. Este felicita a Hanzo por guardar la daga - una distinta a la que vimos el número anterior -, aunque no vino para eso.
Raiden explica que la guerra con el Netherrealm ha debilitado las barreras que protegen la Tierra de otros Reinos, y antes que pudiera repararlas, un poderoso demonio se ha colado entre nosotros.
Este quiere acabar con los guerreros de la Tierra - y vemos a Sonya Blade & Johnny Cage -, y dice que ya no son tantos como en antaño. Hanzo le dice de quien es culpa, y Raiden replica que debe avisar a los demás, no sin antes advertirle que vigile del que camina en silencio.
Hanzo dice que Raiden es un mentiroso - lo mismo dijo Kano - y un estúpido, pero cuando Raiden aparece, la gente muere - está claro que le tienen muy poco cariño a Raiden
Por ello, Hanzo advierte a Takeda que si ese "demonio" aparece, no dude en matarlo. Fox le dice que no estaba tratando de asustarlo, y que estarán todo lo seguro que uno pueda estar... rodeado de un ejército de asesinos.
La voz vuelve a sonar en la cabeza de Forrest, y este se hace con la daga y empieza a cortarse, puesto que la carne es una mentira, el código de sangre es la verdad.
Takeda tiene el sueño más profundo del mundo, hasta que lo despierta un Fox sin rostro, que le dice que deberá demostrarle a Hanzo que no teme a la muerte. El cómic finaliza con el resto de miembros del Shirai Ryu muertos.