Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 22

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The Shaolin Nun
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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 10

Mensaje por The Shaolin Nun » Sab, 23 Dic 2017, 08:08

Hola. Qué gusto poder leer más capítulos de esta gran historia.

Del anterior me pareció muy interesante el encuentro de Shujinko con Havik y toda su interacción en general con el Chaosrealm. Me gustó el misterio de esas aguas que Havik mencionó y que en el siguiente capítulo supimos de qué se trató. Muy buena la lucha entre Onaga y Adán. Ese medallón parece demasiado destructivo. Para que hasta el mismo Onaga no pueda controlar su poder del todo, indica algo muy serio. No quiero pensar qué pasará cuando obtenga los Kamidogus. :shock:

Definitivamente no esperaba que Adán sobreviviría.

Finalmente Shujinko encontró el Kamidogu del Chaosrealm y ocurrió su siguiente transformación. Si mi intuición no falla, lo veremos en el Outworld en el siguiente capítulo. ¡Lo estaré esperando!
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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 10

Mensaje por Error Macross » Dom, 14 Ene 2018, 22:41

Bien, disfrutando del final de mis vacaciones les traigo un nuevo capitulo, esto es lo que yo llamo pochoclo, demasiada espectacularidad para lo que es necesario, pero hace mucho que no disfrutaba de poner muchas explosiones innecesarias y a los personajes usando sus poderes a full para hacer cosas locas.


El Tarkata sonreía maliciosamente mientras se pasaba su Blade ensangrentada por su horrible boca de dientes como clavos y la lamía.
Shujinko sangraba por el rostro, pero consideraba que ya había simulado debilidad lo suficiente y que podía dejar de lado el teatro. Así que cuando el Tarkata corrió hacia él, con un rápido movimiento lo noqueó.
Todo el ejército a su alrededor lo observaba. Estaban furiosos de que hubiera ganado nuevamente, pero Shujinko solo miraba al líder de todos, Baraka.
“¿Vas a ser el próximo en bajar?”, le dijo desafiante.
Baraka estaba furioso, “llévenlo a su celda”, fue lo único que contestó.
Un grupo de Tarkatas tomó a Shujinko y comenzaron a arrastrarlo brutalmente, este no se resistió, sabía que incluso con sus verdaderas habilidades no podría ganarles a todos.
Cuando estaba siendo dirigido a un carromato con una celda, una figura conocida apareció, Mileena.
“Disculpen, pero me parece que me llevare al prisionero para un castigo especial”, dijo con malicia.

Mileena se tiró completamente desnuda a excepción de su velo en la cama.
“Siempre me sorprende lo rápido que has mejorado con el tiempo”.
Shujinko, también desnudo, se encontraba mirando por la ventana de la tienda sin prestar demasiada atención.
“Que aburrido que eres a veces”, Mileena lo agarra por la espalda y juguetea con los pelos de su pecho, “mirando al horizonte como todo un hombre sabio”.
Shujinko se da vuelta y toma su mano, “disculpe mi bella princesa, pero no puedo evitar añorar mi antigua libertad, y me pregunto cuando podré recuperarla”.
Mileena lo observa con cara de asco, y lentamente corre la mano de Shujinko y se arroja en la cama.
“Guárdate lo de bella princesa, no soy una simple pueblerina que puedas conquistar así de fácil. Baraka te odia, y ni yo podría cambiar eso. Por suerte para ti no tiene idea de lo que hacemos casi todas las noches, pero le molesta que lo desafíes continuamente. Desde que te encontramos vagando por el reino y fuiste capturado demostraste ser un guerrero poderoso, así que solo te estamos probando, pero no has hecho nada para que confiemos en ti. Además, nos hemos dado cuenta que no sueles matar a tus enemigos salvo que sea necesario”.
Shujinko recordó al guerrero muerto del Shirai Ryu y sus manos ensangrentadas, “es verdad eso”.
“Eso no le agrada a los Tarkatas. Así que tu situación seguirá así hasta que cambies esa actitud o Baraka se harte de ti y decida luchar contigo”.
“Puedo ganarle”.
“Francamente me da igual el resultado. Pero puede que haya otra manera de obtener tu preciada libertad”.
“Dímela”.
“Supongo que te habrás dado cuenta que el destacamento no se mueve desde hace varias semanas. Cuando te encontramos nos estábamos dirigiendo para sitiar una pequeña aldea llamada Lei Chen”.
“¿Qué es lo importante de esa aldea?”.
“Originalmente nada, su dirigente es el General Zeefero, un importante ex soldado del ejército, ya retirado, hizo algunas cosas notorias en las batallas contra los rebeldes edenianos. Nada especialmente resaltable, pero le valió conseguir su propia aldea. Un pequeño lugar perdido cercano al Bosque Viviente. Las cosas se complicaron cuando resultó que esta se encontraba cerca de una de las mayores reservas naturales de un raro mineral muy útil para el diseño de armas. Justamente esa cercanía al Bosque Viviente causa que Zeefero tenga control absoluto de la extracción y comercio de este material. Y ahora se le ha dado por negarse a pagar los impuestos de mi noble y bondadoso padre”, el sarcasmo en esta última frase fue extremadamente notable.
“Ya veo, ¿y por qué no realizar simplemente un asedio?, creo que hay suficiente fuerza militar aquí como para tomar control de un pequeño pueblo”.
“Si, pero no es conveniente. Aunque el idiota realmente no hizo nada de importancia, Zeefero aún es respetado por muchos otros dirigentes y miembros del ejército actual. Todos están esperando a ver qué hace el Emperador. Una solución aplicando mano dura no estaría mal y sería lo más normal en estos casos, pero no sería vista con buenos ojos y podría causar una insurgencia aún más molesta. El problema es que Zeefero se niega a plantear términos de rendición, y parece que tienen suficientes recursos para soportar un sitio por bastante tiempo, más del que realmente me gustaría pasar en este horrible lugar”.
“¿Y dónde entro yo en todo esto?”.
“Pareces un buen sujeto, y eres muy habilidoso. No digo que puedas, pero pareces la persona indicada para encontrar la manera de ingresar a Lei Chen y hablar con Zeefero para lograr alguna clase de acuerdo”.
“¿Tanto crees que sería el indicado para esto?”.
“Definitivamente eres mejor que cualquier Tarkata de aquí, y no creo que mates a Zeefero en un ataque de furia”.
“¿Entonces si acepto esto que gano?”.
Mileena se acomoda en la cama.
“Un puesto en el ejercito del Emperador, o la posibilidad de irte si quieres”, Mileena lo observa pícaramente, “aunque no creo que nos veamos de nuevo si elijes eso”.
Shujinko sonríe y se sube arriba de Mileena tomando el velo con su mano.
“¿Y si elijo quedarme podré ver tu hermoso rostro entero?”.
Mileena parece sonreír por debajo del velo y le corre la mano.
“Ten cuidado con lo que deseas, bravo guerrero. Espero que estés listo para entretenerme un rato más”.

Este no es nuestro mundo, este es el mundo de:
Mortal Kombat, Batalla de los 6 reinos, “Engaño”: Capitulo 11: “El consumo del orden”.

“Lei Chen” dice Borraicho, “el único bastión de poder del Orderrealm en todo el Outworld”.
“Y tal vez la clave para saber qué es lo que está pasando ahora”, dice Scorpion.
“Debemos tener cuidado”, continua Borraicho, “ya nos enfrentamos a un guerrero del Orderrealm, pero aquí las barreras mágicas serán más fuertes, no creo que debas teletransportarte aquí dentro”.

La aldea tenía un aspecto austero visto desde arriba, pero esto era solo una ilusión, una barrera mágica rodeaba la parte superior de los gigantescos muros de madera, haciendo que se viera como un simple poblado sin nada especial.

“Ningún guardia a la vista”, comentó Jade, “que extraño que resulta eso”.
“Sin embargo esto está lleno de trampas”, Nightwolf olfatea, “no creo que sea tan sencillo ingresar sin ser detectados”.
“Tal vez mi teletransportación no funcione dentro de las murallas, pero al menos podría permitirnos llegar hasta allí sin ser detectados”.
“Ve solo”, ordena Borraicho, y todos lo observan, “no es que no crea que puedes llegar, pero tu condición de espectro te hace más indetectable y prefiero que tengas el ingreso asegurado, nosotros intentaremos ver cómo ingresar por nuestra cuenta. Además el objetivo principal es obtener información, y creo que eres uno de los más indicados para algo así”.
Scorpion asiente, y desaparece al instante dejando un destello similar al azufre.
“Nightwolf, por lo poco que tengo entendido tienes un gran manejo en el manejo de las almas”.
“Si”.
“Bien, te daré una mano con eso, veamos si podemos volvernos indetectables”.

Scorpion apareció de frente a los muros de madera, esperó unos segundos y evidentemente parecía que su aparición había pasado desapercibida, ya que no hubo ningún ataque. Usando sus llamas abrió un boquete en la muralla, pero para su sorpresa esta se cerró con una gran rapidez, definitivamente no era madera normal. Repitió el proceso varias veces, hasta que harto lanzó una gigantesca llamarada y pasó antes de que la muralla se cerrara.

Dentro todo fue muy distinto a lo que se veía desde afuera. Estaba encerrado en un pasillo que parecía ser enteramente de metal, sin embargo al tocar las paredes se dio cuenta que era piedra caliza blanca perfectamente pulida. Ninguna roca parecía estar en el lugar equivocado, era todo demasiado perfecto y a la vez aburrido. Al instante escuchó pisadas y él también corrió por el pasillo con el objetivo de no ser encontrado. De vez en cuando el pasillo se curvaba o se dividía en varios caminos exactamente iguales y monótonos. Los ruidos de pisadas eran cada vez más numerosos, hasta que al doblar una esquina se encontró de frente con un guerrero del Orderrealm con su armadura completa. Le lanzó una ráfaga de fuego que quemo parte del cuerpo del guerrero y siguió su camino sin preocuparse demasiado, pero no fue el último que se encontró, cada vez más y más guerreros fueron apareciendo desde todas las direcciones, no podía con tantos e intentó escapar. Sin embargo, no veía más que pasillos y pasillos, que se curvaban, se dividían y seguían, enteramente iguales sin nada que le permitiera saber para donde estaba yendo. La cosa se complicó aún más cuando de forma intangible los soldados empezaron a atravesar las paredes, interrumpiendo su camino muchas veces. Sus lanzas pasaban muy cerca y llegaron a cortarlo en varias oportunidades. Decidió teletransportarse, pero volvió a aparecer en el mismo lugar y uno de los guerreros lo atravesó totalmente con la lanza. Furioso Scorpion calcinó al guerrero con una ráfaga de fuego, y se quitó la máscara. Con su calavera al aire arrojó fuego de su boca contra una de las paredes. La temperatura que alcanzó el pequeño espacio fue tan grande que la lanza misma que lo atravesaba se derritió, pero Scorpion continuó, la pared no parecía dañarse y cada vez más soldados se acercaban a duras penas soportando el calor. Aunque arrojaran sus lanzas estas se derretían en el camino. La espada de Scorpion, la Mugai Ryu, brillaba incandescentemente aumentando el poder de fuego de su portador.
Finalmente la pared colapsó en una gigantesca explosión, pero en el proceso también cayeron parte del techo y de las otras paredes, aplastando a todos los que se encontraban allí.

Borraicho, Nightwolf, Li Mei y Jade avanzaban lentamente. Una especie de barrera se formaba alrededor de los cuatro, formada por Borraicho y Nightwolf.
“No pensé que esto sería tan difícil”, dijo Nightwolf.
Mientras avanzaban Li Mei notó una especie de pilar que salía de debajo de la tierra. Al instante este lanzó una ráfaga de energía hacia ellos pero la chica fue más rápida y con los brazos la absorbió relanzándola contra el pilar, destruyéndolo al instante.
“Nos han detectado”, gritó Borraicho y al instante él y Nightwolf abandonaron el campo de energía, no estaban tan lejos de los muros, pero un montón de pilares más empezaron a surgir del suelo.
Nightwolf comenzó a brillar al instante que una ráfaga de energía se acercó a él, atravesándolo sin hacerle daño, y luego lanzó una flecha espiritual destruyendo el pilar que le había disparado. Mientras Jade hervía completamente, su cuerpo rechazaba todas las ráfagas que le llegaban y con su jabalina partía al medio con facilidad numerosos pilares.
“Bueno, admito que eso es un poco mejor que lo mío” comentó Nightwolf.
Entonces un grito horrible llegó a sus oídos, y levantaron los ojos para ver a una especie de reptil gigante en el cual volaba un soldado del Orderrealm, portaba gigantescas alas y comenzó a lanzar ráfagas de fuego por la boca.
“¿Un Dragón?” se sorprendió Jade, “pensaba que estaban extintos”.
“Este no es natural”, contestó Borraicho preocupado, “es algo creado por los experimentos del Seido, pero es casi tan letal como uno de verdad”.
Como si eso no fuera suficiente más de esos dragones comenzaron a salir de lo alto de la ciudad.
“Parece que van a por todas desde el principio”, comentó Nightwolf.
“Esto será un problema”, dijo Borraicho, que vio como sus esferas de energía eran repelidas por la piel de sus enemigos sin problemas.
“Maestro Borraicho, arrójeme contra uno de esos dragones con toda su fuerza”, gritó Li Mei.
“¿Qué? ¿Estas demente?”.
“Solo hágalo”.
Borraicho hizo caso, usando toda su fuerza en la muchacha.
El dragón en cuestión arrojó una ráfaga de fuego por su boca, y Li Mei comenzó a absorberla con sus poderes, pero era demasiado, nunca había absorbido tanta energía de golpe, y tenía que liberarla.
Una gigantesca explosión se produjo desde la chica cuando esta estaba muy cerca de la boca del dragón, y llegó hasta el interior de la bestia, destrozándolo en pedazos, y bañando todos los alrededores con sus restos. Gran parte de estos golpearon a los otros dragones dejándolos desorientados y causando que uno de los jinetes cayera.
Li Mei salió de entre los restos del dragón, cayendo en lo alto de otro de los dragones, y con unos movimientos rápidos y certeros arrojó al jinete. Sin embargo, se sorprendió al ver algo similar a un panel de control en la espalda de la bestia, que se encontraba conectada al casco del soldado que había caído con este aun puesto, cortándose el cable.
“Bueno, supongo que esto tendré que hacerlo de otra forma”, Li Mei desenvainó sus sais, y logró clavarlos en el cuello del dragón con cierta dificultad para atravesar la piel. Este, que ya había sentido la perdida de conexión con su jinete, se desesperó por el ataque y lanzó una ráfaga de fuego mientras volaba erráticamente chocando y quemando a los últimos dragones que seguían en pie. Li Mei sentía que se iba a caer cuando entonces sintió una extraña voz que le hablaba “TU ERES EL DRAGÓN”, y entonces como si pudiera controlar a la bestia, hizo que esta se estrellara contra las murallas de madera destrozándolo todo.
Jade se limpió la sangre que había caído del dragón que explotó, “bueno, realmente su alumna es particular, maestro Borraicho”.

Scorpion caminaba entre los restos de lo que parecía haber sido una gigantesca pirámide, similar a las demás que podía ver en el resto de la aldea. La misma se había derrumbado completamente, solo una pared había explotado debido a él, y todo el lugar colapsó, le parecía ridículo aunque claramente hablaba del peculiar orden que los del Seido tanto profesan. Estaba herido, y aunque su cuerpo se regeneraba, esto iba muy lentamente debido a la gran cantidad de energía que había gastado, y le costaba esquivar a los soldados que intentaban rastrearlo. Por primera vez en muchísimo tiempo se sentía realmente cansado. Toda la ciudad se había puesto en oscuras al poco tiempo del derrumbe, aparentemente el día y la noche eran controlados dentro de la barrera, y ya que los soldados podían ver en la oscuridad gracias a sus cascos, no les alteraba eso.
Estaba pensando en cómo seguir luego de esto, cuando entonces una de las murallas enteras explotó, y la luz del día exterior llegó a toda la aldea de golpe. Una bestia similar a un gigantesco dragón ingresó por el agujero y se estrelló destruyendo otra de las pirámides. Como alertados por esto, los soldados se movilizaron hacia ese lugar. Él también debía moverse, seguro habían sido sus compañeros, aunque había sido una entrada mucho menos sutil de la que esperaba.
Todos los soldados se arremolinaron entre los restos del dragón, a la espera. De entre ellos saltó Li Mei que comenzó a rebanar a varios de ellos utilizando sus sais.
Una ráfaga de energía arrojó a varios de los soldados lejos.
“No vamos a lograr nada con esto, Li Mei”, gritó Borraicho que había ingresado junto con sus dos compañeros, “son demasiados, y la idea no era ingresar de una forma tan destructiva”.
Scorpion se acercó también en ese momento, pero entonces, una voz se escuchó profunda.
“POR INGRESO ILEGAL A LEI CHEN, Y DAÑOS Y DESTRUCCIÓN, HAN SIDO CONDENADOS AL ENCIERRO A ESPERA DE UN JUICIO JUSTO”.
Una gigantesca sensación empezó a sentirse, como un mareo muy intenso, y al instante, todos se sintieron arrastrados hacia algún otro lado, Nightwolf juntó su energía y logró frenar el efecto, pero solo en parte, y sintió como se separaba de sus compañeros yendo hacia un lugar distinto.

Cuando Borraicho abrió los ojos, el junto con Li Mei, Jade y Scorpion se encontraban encerrados en una especie de celda muy sombría. Del exterior solo se veía una niebla espesa danzando en la oscuridad. Tocó una de las rejas, y sintió una gran descarga que le hizo doler la mano.
“Bueno, las cosas se han complicado un poco”.

Continuara...

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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 11

Mensaje por The ST. Jimmy » Mié, 31 Ene 2018, 03:08

Buscando Doujins de Shujinko y Mileena me linkearon a tu fic (?)
Nunca me espere algo como eso, aunque la situacion de Shujinko tiene mas sentido que la del juego que, si mal no recuerdo, fue basicamente Baraka y cia enseñandole el estilo tarkata. Eso o me re olvide, pero tu idea me gusto.

Aunque si, la re flasheaste con la parte del presente y los dragones del Seido y el ataque a Lei Chen, pero ese tipo de accion nunca viene mal hahahaha

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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 11

Mensaje por kanalla » Jue, 08 Feb 2018, 05:03

ya. acabo de ponerme al día. me gustó mucho el detalle del Kochal, le da un valor agregado a la trama donde pasan muchas cosas y la verdad algo que siempre he valorado de tus relatos es el control que tienes de esas cosas. la descripción de los hábitos en chaorealm fue fluido y salio bastante bien, se nota que te fue cómodo escribir esa parte (lo digo por el baile y los tentáculos XD). genial la biografía propuesta de zefeero, muy buen detalle. sin embargo, leyendo algunos capítulos atrás me llamó mucho la atención ese kombate entre Onaga y Adán en "Aquello jamás visto". de en serio te salió bien y fue entretenido leerlo.

intentaré estar más pendiente y activo para seguir el fic. lamento la demora.
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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 11

Mensaje por Error Macross » Vie, 20 Jul 2018, 04:10

Fuaaaa, me re sorprende ver que ya habian pasado tantos meses de que subi el capitulo anterior, pero bueno, pese a todo esto sigue siguiendo, a ver cuantos años mas me faltan para terminarlo.

Ingresar en Lei Chen fue mucho más sencillo de lo que esperaba, unos buenos trucos aprendidos en los Lin Kuei fueron más que suficientes para pasar por arriba de las murallas sin ser detectado por ninguno de los guardias. El pueblo no tenía nada demasiado especial, eran solo una serie de casas bajas, podía ver algunos animales de los que se usaban para trabajo en las minas, ya que claramente esta era la principal función que el pueblo tenia, pero poco más que resaltara. Se sorprendió de escuchar ruido de fiesta en un lugar que parecía una posada, algo arcaica y desvencijada. Parecía que la gente no se preocupaba demasiado por el ejército Tarkata a sus puertas y disfrutaban de la noche tranquilamente.

Ingresar a la fortaleza central fue un poco más difícil pero no demasiado, su habilidad para sentir energía le hizo darse cuenta de algunas trampas de origen mágico, pero nada demasiado peligroso. Zeffeero evidentemente cuidaba sus aposentos pero tampoco debía tener demasiado conocimiento del tema, o los medios para permitirse defensas mejores.

Finalmente llegó a la sala del ex general, no era demasiado suntuosa, parecía que en resumen la presencia de las minas de ese mineral no había ayudado en nada a que pudiera mejorar su fortuna. Se sorprendió de verlo parado mirando por la ventana, aunque eran altas horas de la noche. No supo que hacer ahí, no sabía cómo arrancar una conversación de esa forma, por suerte no tuvo que encargarse el.

“Joven, puedo sentirte, baja del techo, por favor”, y cuando Shujinko le hizo caso, el ex general se dio la vuelta.

El sujeto vestía una túnica oscura con unas hombreras y pectorales de un color grisáceo, símbolos similares se encontraban en su sombrero, alto y cuya tela era del mismo color que su túnica. Su rostro era serio y solemne.

“¿Has venido a matarme?”, la voz no parecía sorprendida.

“No, he venido a trazar un acuerdo”.

“Ya veo, no es muy típico del Emperador proponer algo así. Pero pierdes tu tiempo, no estoy interesado en realizar ninguna clase de arreglo”.

“Un ejército se encuentra fuera de las murallas, y no son soldados comunes, son tarkatas, si peleó en las guerras sabe los horrores de los que son capaces”.

“Si, es verdad, sin embargo, también sé que ese será mi destino sin importar que acuerdo realice. Kanh no me dejara con vida, soy el ejemplo que necesita”.

“Pero al menos salvara a su pueblo”.

“¿De qué? si yo muero Kanh solo pondrá alguna persona que pueda controlar mejor detrás, como hace con todos los lugares que cobran importancia para su imperio. Alguien que seguramente abusara de los trabajadores actuales y los remplazara eventualmente por bestias más manejables y resistentes a medida que mueran por el trabajo. Además, sé que no le conviene realizar un ataque directo, sino ya lo habrían hecho. Tengo fuentes de alimento para mi gente, puedo mantenerlos durante meses o años, tantos que el Emperador no podrá mantener el sitio. Y sé que tengo aliados fuera, nunca darían la cara por mí, pero con tal de entorpecer al gobierno se encargaran de que pueda mantener esto más tiempo”.

“Si, pero...”.

“Niño, veo en tus ojos que has vivido cosas horribles, ¿ya has tomado una vida alguna vez?”.

Shujinko recuerda sus manos llenas de sangre, y el cráneo destrozado bajo sus pies, “yo...”.

“No es necesario que me contestes, pero eres una persona ajena al Outworld, se ve en tu rostro. Acá ya hemos pasado por tanto, que aprendimos a vivir con esas cosas”, Zeffeero levanta su manga, y Shujinko se horroriza al ver que su brazo izquierdo tiene una consistencia similar a la piedra, totalmente paralizado, “los pocos que seguimos con vida de épocas en que el Emperador aún no había tomado el control absoluto portamos cicatrices que jamás nos dejaran. Dañar a una persona que contribuyó a todo ese horror será una buena manera de despedirme, y creo que mi gente estaría de acuerdo con eso”.

“Tiene que haber otra manera..., no puede ser”.

“A veces no hay otra forma”, ambos se quedaron callados un largo rato, “aunque puede que haya otra posibilidad”.

“¿A qué se refiere?”.

“No había analizado esta posibilidad aun, pero he recibido noticias de que las fuerzas del Orderrealm están enviando tropas hacia el Outworld”.

Shujinko sabia poco del Orderrealm, también conocido como Seido, un reino en el cual sus habitantes eran controlados por un gobierno totalitario que no veía con buenos ojos la mayoría de las libertades civiles ni a los otros reinos, manteniéndose alejado de ellos gran parte del tiempo.

“¿Cuál es su objetivo?”.

“Seguramente ir en contra del Emperador, es posible que ayuden a mi pueblo si saben que nos enfrentamos a él”.

“Entonces hay una posibilidad..., pero no creo que corran riesgos sin obtener nada a cambio, he escuchado que no existen para ellos conceptos como el honor o la bondad, solo la ley”.

“Es verdad eso..., no sé si deba contarte esto, pero siento confianza en ti. Hace unas semanas un extraño objeto mágico fue detectado por mis hechiceros dentro del Bosque Viviente, aparentemente muy poderoso. Ninguno de los hombres que he enviado a encontrarlo ha vuelto aun y temo que hayan perecido en el intento. Puede que tengas la capacidad para encontrarlo y ofrecérselo a las tropas de Seido a modo de pago por su ayuda, ¿podrías hacer eso por mí y mi gente?”.

Shujinko lo piensa y luego asiente.


El camino al Bosque Viviente le tomó menos de lo que pensaba, efectivamente quedaba muy cerca de la aldea. Escucha los rugidos a medida que ingresa, y se sorprende de sentir unas manos firmes y fuertes que lo toman, con rapidez se da vuelta y con un brazo cargado de energía rebana el de su oponente, dándose cuenta de que era una rama. El árbol de la que venía grita con fuerza mientras otra mano igual se acerca a Shujinko y la anteriormente cortada vuelve a formarse. No se toma el tiempo de pensarlo demasiado, y con su poder Kori congela todo el árbol hasta que este se quiebra en pedazos.

Había escuchado del Bosque viviente, pero verlo era muy distinto, tendría que manejarse con cuidado. Le horrorizaba ver los pedazos de animales y seres vivos destrozados, y la sangre que salía de la boca de algunos de estos árboles, que al verlo aumentaban su furia, lanzando desgarradores rugidos.

No tenía tiempo para seguir deambulando por allí, el bosque era muy grande y si no hacía algo para encontrar el objeto rápidamente, podría quedarse para siempre. Entonces escuchó pisadas, y se escondió entre las copas de los árboles, donde los ojos de estos no parecían verlo. Y la vio, una muchacha de piel negra portando una jabalina, que vestía un traje ninja de color verde. Parecía preocupada, y llevaba un objeto brillante en la mano cuya intensidad variaba según para que lado mirara. Shujinko decidió seguirla.

Sus habilidades para ocultarse eran muy buenas, pero no se confiaba, la chica parecía capacitada, y la siguió hasta que vio algo muy particular, un objeto flotando dentro de una grieta. De color violeta, parecía estar formado por una serie de gotas alrededor de un círculo central, de vez en cuando giraba rápidamente, pero el movimiento era tan imperceptible que si uno no miraba con atención era imposible notarlo. Debía ser el objeto que Zeffeero le había dicho, ya que una extraña energía parecía emanar de él, además, la esfera que la muchacha llevaba brillaba con mucha más intensidad como indicando el punto donde se encontraba el otro. La muchacha asintió y se preparó para tomar el curioso objeto. Shujinko pensó que sería fácil dejarla inconsciente atacándola por la espalda, pero cuando hizo el primer movimiento, la muchacha arrojó hacia el árbol en el que se encontraba algo similar a unos boomerangs de energía de color violeta que lo partieron al instante.

Shujinko cayó y al instante un montón de árboles comenzaron a pelearse por él con sus ramas, estaba atrapado.

“¿Pensaste que no me daría cuenta de tu presencia? el Emperador Shao Kanh confió en mis capacidades para una misión así”, le dijo la chica con firmeza.

Shujinko no puede pensar demasiado, y termina resolviéndolo de manera brutal, usando la telequinesis de Ermac para destrozar todos los arboles a su alrededor y permanecer flotando en el aire. Arroja un montón de pedazos y astillas de árboles contra la chica, pero el cuerpo de esta empieza a arder y todo se enciende en llamas al tocarla, consumiéndose. Con rapidez, la muchacha corre hacia Shujinko y le da una patada en el pecho, arrojándolo al suelo. Shujinko siente como el golpe lo ha quemado y rápidamente coloca frío en la herida, pero sabe que la marca será permanente. La muchacha continúa su ataque mientras su cuerpo continua ardiendo. Usando su poder Kori localizado, el guerrero logra congelar las partes de su cuerpo con las que frena los ataques para no sufrir daños adicionales por el calor, y entonces hace que el hielo salga del suelo, paralizando a la chica al agarrarle los pies. Esta no parece inmutarse, y rápidamente el hielo se quiebra en pedazos por la enorme temperatura, sorprendiendo a Shujinko. Aprovechando esto, la muchacha lanza un ataque con su jabalina. Shujinko solo atina a tomar una rama cualquiera pero esta se parte en pedazos en el choque entre ambas armas. La chica deja de arder, aparentemente no puede mantener ese estado mucho tiempo. Shujinko sabe que tiene que terminar esta pelea rápidamente y levanta un montón de rocas y ramas con telequinesis para arrojárselas por la espalda. Con una serie de rápidos movimientos la chica destroza los proyectiles más grandes, y aunque recibe los más pequeños no parece preocuparle.

“Tienes una variedad de poderes muy particular, serás una pieza interesante para el emperador”, lanza un ataque con la jabalina, no hay forma de que alguien normal pueda esquivar eso, pero las articulaciones de Shujinko se doblan de forma que pase por abajo del ataque, y entonces, una Blade de Tarkata sale de su brazo y atraviesa a la chica, que no llega a comprender lo que pasó, y cae al suelo sangrando.

“Maldición, no”, grita Shujinko observando su brazo ensangrentado, y vuelve a guardar la Blade, sorprendido de que eso haya pasado, pero no hay tiempo. Coloca frío en la herida para cerrarla ayudado por los conocimientos médicos que ha ido obteniendo a lo largo de su viaje.

Suspira aliviado al terminar, por suerte la herida no fue grande ni tocó órganos vitales, la chica se recuperara eventualmente. Vuelve a observar su brazo, y aunque está limpio, lo vuelve a ver manchado de sangre, pero no importa, tiene lo que necesitaba, el objeto, solo tendrá que llevarlo al Orderrealm, hablara con Hotaru, salvara a Lei Chen y...

“Bien hecho, Shujinko, has encontrado el Kamidogu del Outworld”, escucha la voz de Damashi sacándolo de su pensamiento.

“No..., no puede ser”, Shujinko se quiebra.

“¿Qué te sucede, Shujinko?”.

“Es que..., no puede ser, este objeto..., le prometí a Zeffeero que se lo iba a entregar a Hotaru, para que salve a Lei Chen del ejercito del Emperador Kanh”.

“Shujinko, este objeto es el Kamidogu del Outworld, sabes cuál es tu misión”.

“Si..., lo sé..., pero Lei Chen”.

“No es de tu incumbencia”.

“Pero Damashi..., ¿de que sirve salvar a los reinos, si no puedo salvar un pueblo?”.

“No me desafíes, Shujinko, tu misión es otra”, nunca la voz de Damashi había sonado tan vacía.

“No, pero debe haber una forma de salvar Lei Chen..., Hotaru está buscando atacar de alguna forma a Kanh..., tal vez lo que deba hacer..., es ofrecerles la propia Lei Chen”.

Damashi no expresa interés en sus palabras, “como gustes, Shujinko, lleva el Kamidogu al Nexus y luego haz lo que quieras”.

Shujinko asiente, y piensa, “si, eso debe solucionar todo, debe ser la manera..., por favor..., que no me equivoque”.

Este no es nuestro mundo, este es el mundo de: Mortal Kombat, Batalla de los 6 reinos, “Engaño”, capitulo 12, “Reencuentros”.

Nightwolf observa extrañado el desierto a su alrededor, el sol le da de lleno, un sol blanco y no tan caliente como el que recuerda, pero en esta situación sabe que si no llega a alguna parte pronto se deshidratara y morirá. Comienza a caminar, piensa en utilizar la animality, pero sabe que sería demasiado peligroso en esta situación. En caso de volver a perder su identidad, podría ser para siempre.

No sabe cuántas horas caminó, pero empezaba a sentirse cansado, y lo que parecía ser una ciudad en el firmamento se veía tan lejos. Cae al suelo arrodillado, ya no quiere caminar, la boca seca, el sol sobre su cabeza, tanta sed, tanta hambre, pero también cansancio, quiere dormir, olvidarse de todo.

Dos figuras se acercan lentamente. Lo observan con curiosidad, se lo ve tan débil.

“Mira esta pocilga”, un hombre, se lo oye confiado, joven, “¿no se supone que es un gran guerrero?, tiene suerte de que ningún gusano de las arenas anduviera cerca, no hubiera durado ni dos segundos”.

“Cállate y ayúdame a llevarlo”, una mujer, cortante, directa.

El muchacho refunfuña y se agacha para tomar a Nightwolf, pero en el momento que lo hace el guerrero se levanta y le da un puñetazo en la nariz, suficiente para rompérsela, pero no para matarlo, está débil. Escucha un leve insulto y al instante la mujer ya está peleando con él, le cuesta seguir los golpes. Pelirroja, de pelo corto, tiene entrenamiento. El muchacho se dirige enfurecido hacia él, sangre cayendo de su nariz en gran cantidad, tiene un par de cuchillos, parece fuerte, pero impulsivo. Nightwolf solo se gira al costado, lo agarra y lo arroja contra la chica, esta se corre rápido, es buena. Saca un cuchillo, y sorprende a Nightwolf logrando hacerle un corte en la mejilla leve. Pero eso la deja en una posición ventajosa para él, arma un arco y flecha espiritual y se prepara para lanzar un ataque, pero entonces el arma se deshace, ¿El cansancio?, no..., “veneno”, y Nightwolf cae al suelo.

Cuando se despierta se encuentra en una cama en una habitación, aún está cansado, pero se siente mejor que antes. La cama no es nada del otro mundo, y las paredes son de piedra, no siente ruidos externos, ¿están bajo tierra?, los olores se entremezclan, pero cree sentir algo que le recuerda a alguien. Su ropa está en una silla, se la pone rápidamente y se prepara para irse, cuando la puerta se abre y entran los dos sujetos de antes. Nightwolf ahora puede verlos con claridad. El muchacho tiene el pelo rubio y lacio hasta el final del cuello, y viste una casaca blanca de artes marciales con un símbolo del ying y el yang y algo que parece el distintivo de algún dojo, un pantalón negro, así como guantes blancos por fuera y negros del lado de la palma, está claramente enojado y tiene una venda alrededor de la nariz. La muchacha lleva una campera de cuero sin hombros y con un escote pronunciado que marca sus atributos, el pelo en una coleta y unos pantalones con grandes ventanas en sus costados, no parece expresar ninguna emoción. Nightwolf se pone en posición defensiva.

“Oh, vamos”, se escucha una voz conocida, “si te hubiéramos querido matar ya lo hubiéramos hecho, tranquilízate un poco”.

“Esa voz...”.

Una figura ingresa por la puerta, “tiempo sin verte, indiecito”. Viste un pantalón largo marrón y una camiseta similar, un largo saco negro con los brazos completamente descubiertos, guantes, dos hookswords colgadas, y esa característica mascara conectada a un respirador en su cintura.

“Kabal”, exclama Nightwolf y abraza a su antiguo compañero amistosamente, “¿qué haces aquí?”.

“Lo mismo podría decirte a ti. Cuando los sensores te detectaron pensé que sería alguna extraña broma”.

“Cierto, muchas cosas han pasado, pero con tu ayuda podremos solucionar todo”.

“¿Ah, sí?”.

“Si no me equivoco esto es el Orderrealm, mis compañeros y yo fuimos traídos, logre escapar pero ellos deben haber sido capturados, pero juntos, podremos salvarlos”.

“Ven conmigo”, Kabal lo lleva por un largo pasillo sin decir ni una sola palabra. Nightwolf ve diferentes guerreros y soldados en su camino, pero solo uno resalta particularmente, un hombre casi totalmente calvo, con el pelo que tiene en la parte de atrás de la cabeza formando una larga coleta, y una marca roja en su frente que el cacique jamás había visto. Levanta la mirada cuando este pasa, y lo observa con ojos fríos, pero a su vez nota una extraña tristeza, pero nadie dice una palabra y lo dejan atrás. Finalmente llegan a un ascensor, suben con él y al volver a abrir la puerta, parecen salir de una roca, hacia el desierto de antes, Kabal le señala una construcción a lo lejos, “me han llegado noticias, entre tus compañeros se encontraba el legendario Maestro Borraicho, una presa muy buscada, lo más probable es que se encuentren en la prisión principal, no hay forma de que puedas llegar allí, si el desierto no te mata, no podrás ingresar”, cierra la puerta y ambos vuelven a estar dentro.

“Pero juntos capaz podamos, déjame explicarte”, Nightwolf le cuenta a Kabal todo lo que sabe, el peligro que supone Onaga si no pueden vencerlo. Kabal solo asiente y recién habla cuando su compañero termina.

“Interesante”, parece reflexionar, “pero no tanto como para que decida meterme”, el rubio arroja una pequeña risa y su compañera le recrimina.

“¿Perdón?”.

“Así lo has escuchado, por nuestra antigua relación Nightwolf, me he asegurado de que te recuperes, pero el Black Dragon y yo tenemos asuntos aquí que no son de tu incumbencia, y no los arruinaremos por ti”.

“El Black Dragon ya no existe”.

“Has estado muchos años perdido, compañero, el Black Dragon ha vuelto, más poderoso que nunca, yo me he encargado de eso. No los presenté formalmente, ellos son Kira y Kobra, mis nuevos primeros oficiales, aunque después de que le rompieras la nariz, digamos que Kobra ha perdido algo de mi respeto”.

“Oh, vamos, no sea así, Jefe”.

“Pero...”.

“¿Pero que, Nightwolf?, admito que fue interesante salvar el mundo una vez, pero yo siempre fui un Black Dragon, no un héroe, solo tenía que esperar a que todo termine”.

“No, eso no es así, habías cambiado”, Nightwolf toma del brazo a Kabal.

“Suéltame”, una extraña energía arroja hacia atrás a Nightwolf, y este cree ver una extraña figura detrás de su antiguo compañero, como un esqueleto de rinoceronte, que pisa con fuerza, “sigue descansando, cuando terminemos aquí, te llevaremos al Earthrealm con nosotros o te dejaremos aquí, como desees, pero no saldrás antes, y eso es todo”.

Los tres se quedan allí, Nightwolf solo asiente y se marcha hacia su habitación, al pasar por al lado del misterioso sujeto, este levanta la mirada un segundo nuevamente, y luego la baja.

Nightwolf permanece meditando en su habitación, aunque no está totalmente seguro, calcula el tiempo, y sabe que debe ser de noche afuera, basado en el movimiento del sol durante el tiempo que estuvo bajo él. Entonces sale, sus movimientos son calmos y tranquilos, esquiva a los pocos guardias que están vigilando sin problemas. No se atreve a usar el ascensor, pero no le cuesta trepar por el túnel por el que este sube. Efectivamente tiene razón, ya la luna brilla en el cielo, de un curioso color azul, y de la misma forma que el sol no generaba tanto calor, tampoco siente demasiado frio, aunque una espesa niebla cubre casi todo, pero podrá soportarlo, tiene que hacerlo. Siente el olor que llega hasta él y se mueve rápidamente, tomando el brazo enemigo antes de que el cuchillo lo toque.

“Kira, ¿verdad?”, le dice a la chica, “antes estaba cansado, no creas que caeré en el mismo truco dos veces”, de una patada la tira hacia atrás, pero entonces una pierna lo barre con rapidez, el muchacho, Kobra. Luego de caer al piso, a duras penas logra rodar para esquivar a este que le caía con un rodillazo apuntando a su pecho. Se levanta pero no tarda demasiado en estar intercambiando golpes con el muchacho.

“Antes me agarraste de sorpresa, ahora veras de lo que soy capaz”, y tiene razón, es mucho más rápido de lo que Nightwolf pensaba, y cada vez le cuesta más responder a sus movimientos, hasta que recibe un golpe con el canto de la mano debajo del esternón, dejándolo completamente sin poder respirar. El rubio se ríe jactándose del golpe, y Nightwolf sabe que es todo el tiempo que necesita, levanta un puñado de arena y se lo arroja en los ojos, haciéndolo que grite.

“Qué manera sucia de pelear”, le dice Kira, que intenta cortarle con un cuchillo nuevamente, pero Nightwolf la esquiva.

“Lo siento, pero no puedo seguir jugando con ustedes”, Nightwolf les da la espalda, y cuando los demás se acercan, escuchan extraños gruñidos. De repente, aparecen entre la niebla un montón de lobos como hechos de energía de los cuales vienen estos sonidos.

“No, esto tiene que ser un truco”, dice Kira, “estos lobos no pueden ser de verdad”.

Como respondiendo a eso, uno de ellos le salta encima, y comienza a forcejear contra ella. Mientras, varios atacan a Kobra que comienza a lanzar cuchillazos intentando sacárselos de encima.

Nightwolf solo los mira y se marcha rápidamente.

Cuando Kabal sale unos minutos después, encuentra a sus dos guerreros, ensangrentados y con la ropa hecha jirones, además de muy cansados.

“Discúlpennos”, habla Kira pese al cansancio, “pero se nos ha escapado”.

“Claramente, vayan a asearse”.

“¿Perdón?, dije que se nos ha escapado”.

“Y eso entendí, será mejor que nos apuremos para llegar en el momento justo”.

“Acaso..., maldito”, la chica se enfurece “¿todo esto era parte de tu plan?”, Kobra comienza a reír, pero Kira lo mira y se calla.

“Claramente, nunca jamás hubiera esperado que pudieran detenerlo, ni yo hubiera podido, él es mucho más fuerte que cualquiera de nosotros, ahora, vamos, apúrense”.

Los dos muchachos vuelven a entrar, pero antes de hacerlo, Kira coloca su cuchillo en el cuello de Kabal, “última vez que me ocultas algo así, bastardo”.

“Tranquila, te lo prometo”, le contesta Kabal, y mientras los demás ingresan se queda mirando la lejana fortaleza, “bueno, ¿qué tal te parece que salió todo?”.

“Yo lo hubiera hecho mejor, mi querido Kabal”, dice una voz jocosa desde lo alto de la roca que comunica con la base oculta.

“Si, siempre dices que haces las cosas mejor, pero ya está hecho, el mercenario se encontrara con él a mitad de camino, y entonces todas las piezas estarán donde las quieres”, Kabal dirige la mirada a su interlocutor, “y cuando todo termine mi deuda conmigo por haberme salvado estará saldada, Havik”.

El engendro se rasca la nariz mientras descansa tranquilamente, “como gustes”.

Continuara...

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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 12

Mensaje por The ST. Jimmy » Vie, 20 Jul 2018, 18:17

¿Quien se supone que era la chica en el Living Forest? Que yo recuerde era Jade, ¿pero siempre tuvo esos poderes de fuego? No me acuerdo de casi nada. La pelea fue sencilla pero buena, ese detalle de la Balde (que tambien me lo habia olvidado) fue lo suficientemente sorpresa como para hacer boleta a la otra rapidamente. Si te agarra desprevenido es re OP eso, ahora que lo pienso.

Ay la parte de Kabal como que tendria que releer Batalla temporada 3 asi recuerdo las interacciones de Nightwolf con el, pero bueno, de esta parte del modo historia si me acuerdo y siempre que esta Havik para mi es groso. A ver que se supone que es su plan.

Ah, y yo hubiese hecho a Kobra mas pete. No se, siempre fue un personaje ridiculo para mi.

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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 12

Mensaje por Error Macross » Mié, 09 Ene 2019, 07:03

Bueno, mis comentarios al respecto de que subo dos capitulos al año ya se los saben de memoria, asi que para que hacerlo de nuevo. Mientras pensaba en como arranque este fic con 7 sagas de MK, y que si contamos al VS DC como MK8, ahora va a salir la 11, o sea, 4 mas. Igual ya dije que el fic termina la temporada que viene y no sigue, pero bueno, cosa loca. Como suele pasar gran parte del capitulo lo escribi hace unos tres meses (no es joda, la fecha de creacion del archivo es del 27 de septiembre del año pasado) y es una lastima porque lo que escribi ahora en gran parte no me agrada tanto, y lo que tenia de antes es capaz de lo que mas me ha gustado escribir en toda la historia del fic, a ver si alguien razona que es cada cosa. Por cierto, voy a empezar a resubir "Los Otros" que cayo en alguna actualizacion del foro, lastima.


Lo desconcertante no era la arquitectura, pero incluso ante la situación, no podía no admirársela, gigantescos monolitos, pirámides, torres, todo de un inmaculado blanco con tonos de dorado, un cielo perfecto, de nubes que se movían de una manera metódica, como si estuvieran programadas para hacerlo, y un sol radiante. Flotando se encontraban extrañas construcciones que parecían péndulos gigantes, y se movían lentamente en los cielos entre vehículos voladores y bestias aladas, siguiendo un patrón claro y lógico. Luces resplandecían de vez en cuando de estas extrañas construcciones, conectándolas entre sí, y Shujinko podía ver figuras que a veces viajaban por esos caminos brillantes.

Pero eso no era lo desconcertante, lo desconcertante era el silencio, y había sido así desde el mismo momento en que ingresó al reino. Ni bien había salido del Nexus unos extraños grilletes se formaron en sus muñecas y cayó al suelo por una poderosa fuerza que no le permitía levantarse mientras sus manos quedaban juntas en su espalda a la altura de la cintura. La caída repentina hizo que se golpeara el rostro contra la fría piedra dejando un camino de líquido rojo que goteaba mientras las figuras lo arrastraban levantándolo de las axilas. Vestían armaduras negras con marcas doradas, cubriendo totalmente sus cuerpos, como gigantescos escarabajos. Shujinko no sentía su cuerpo, y solo escuchaba el goteo de la sangre de su rostro, pero mirando a los alrededores, podía ver mucha gente, vestidos con glamorosas túnicas, observándolo pasar. Y ninguno, ni un hombre, ni una mujer, ni un niño, ni un anciano, hacia el más mínimo sonido, solo lo veían pasar. Sus rostros sin expresar ninguna emoción.

Finalmente los sujetos lo llevaron hasta dentro de una de estas pirámides, pero desde el momento en que la puerta se abrió como una compuerta gigantesca que se levantaba hacia arriba, no pudo ver nada adentro, y una vez que hubo ingresado la puerta se cerró tras él y ya ninguna luz llegaba a su rostro. De repente sintió como lo soltaban, y volvió a golpearse contra el piso. Entonces vio una luz pero no entendía desde donde venía, cegándolo repentinamente.
Una figura se le acercó, vestía una armadura similar a los otros, pero no tenía el casco puesto, y su rostro de largo pelo blanco lo observaba interesado. Sus ojos brillaban sin pupilas ni iris. Shujinko sintió que su cuerpo estaba menos cansado y volvió a tener control, así que se sentó, y se limpió la sangre que le caía. Se estaba esforzando para no actuar agresivamente hasta entender que estaba pasando.

“Has salido del Nexus, ¿Por qué?”, le habló su interlocutor.

“¿Quién eres tú?”.

“Yo haré las preguntas”, la voz no sonaba enojada, solo directa, “has salido del Nexus, ¿Por qué?”.

“He venido a hablar con la guardia de Seido, tengo un acuerdo que hacer con ustedes”.

“¿Cómo has usado el Nexus?”.

“Soy el campeón de los Elder Gods”, Shujinko supuso que no podía mentir, no en este lugar.

El sujeto lo miró detenidamente, “crees en lo que dices por lo que veo, luego veremos si es verdad o no, ¿Qué haces aquí?”.

“Tengo un acuerdo que hablar con la guardia, es importante”.

“¿Se encuentra relacionada con la misión que los Elder Gods te han entregado?”.

“..., si”.

“Mientes”.

“Yo...”.

“No puedes ocultar la mentira, serás sometido a juicio eventualmente, y ahí serás interrogado completamente”.

“Espera...”, Shujinko se levantó, pero entonces sintió como una barrera le impedía llegar al otro sujeto, que simplemente se dio vuelta y empezó a alejarse, “esto es importante, tengo algo para ofrecerles, una ciudad del Outworld, les será útil y...”, el sujeto ni siquiera alteró su caminar. Shujinko se enfureció y decidió utilizar la telequinesis que había obtenido de Ermac, pero no funcionaba, se esforzó más. Entonces el sujeto se frenó, y se dio vuelta sorprendido, pero no era por Shujinko.

La explosión se escuchó, y al instante el lugar se llenó de polvo, escombros y fuego. El contacto con el exterior a través de un gigantesco agujero en la pirámide causado por la explosión hizo que la luz ingresara y Shujinko pudiera ver sus alrededores. Paredes metálicas tapizaban los interiores, y distintos soldados con las armaduras que había visto se repartían a su alrededor, algunos en lo que parecía ser una sección de entrenamiento, portando largas lanzas, otros simplemente sentados como esperando ordenes, y en algunos casos trabajando con gigantescas maquinas como las que no había visto jamás, en las que vidrios gigantescos y opacos tenían letras que iban cambiando a medida que pulsaban con sus dedos objetos que se encontraban en largos paneles. Él se encontraba parado en el mismo centro de la pirámide. La única luz que lo iluminaba anteriormente provenía del mismo pico central de la pirámide, aunque ahora ya no era tan notoria como hasta hace unos segundos. Todos los soldados se levantaron rápidamente preparándose para lo que parecía iba a ser un combate. Por un segundo Shujinko vio como unas máquinas similares a arañas gigantescas se movían a lo largo del agujero en la pared reconstruyéndola lentamente, pero las explosiones siguieron, y más pedazos caían, más rápido de lo que podían arreglarlos. Uno de ellos cayó cerca del guerrero llenando de polvo todo a su alrededor. Escuchó un pequeño ruido como si aquello que estuviera a su alrededor comenzara a quebrarse.

Asombrado y sin poder entender lo que pasaba, una figura se acercó lentamente a él. De piel oscura, unos anteojos con vidrios de color amarillento tapaban sus ojos, calvo y con una ropa de aspecto acolchado, muñequeras metálicas cubriendo todo su antebrazo, y botas doradas. Le extendió la mano.

“Guerrero, has venido de lejos, y puede que no entiendas todo en este momento, pero yo te ayudare a comprender, mi nombre es Darrius, y juntos salvaremos Seido”.

Este no es nuestro mundo, este es el mundo de:
Mortal Kombat, Batalla de los 6 reinos, “Engaño”, capitulo 13, “El caos que encierra el Orden”.

Abrió los ojos, o lo que pensó que eran sus ojos, ya que no sentía que tuviera un cuerpo físico. Hace mucho realmente que no tenía un cuerpo físico, pero ahora ni siquiera tenía la idea de un cuerpo, que lo había acompañado desde hace tanto, era como si se hubiera vuelto la nada misma. Sus recuerdos se perdían mientras intentaba aferrarse a ellos, recordar quien era. Voces se escuchaban, a veces potentes, otras veces no, se superponían, dejaban eco, costaba seguirlas, dolían.

ONAGA”.

Está de regreso”.

QUIERE FUSIONAR LOS REINOS”.

Debemos detenerlo”.

NO”.

Detenerlo implica intervenir”.

Shinnok interviene”.

Nosotros no somos Shinnok”.

“¿Dónde estoy?”, atinó a preguntar aun con su mente perdida, se escuchó más fuerte de lo que pensaba que podría oírse. Se hizo silencio, rápidamente interrumpido. Pero eterno.

¿QUÉ ES ESTO?”.

¿Alguien aquí?”.

No se puede estar aquí”.

NADA”.

Notó como a su mente llegaban imágenes de alguien, o algo, poderoso, erguido en medio de un lugar que reconoció como parte de la fortaleza de Kanh, tenía en su poder un Medallón, el Medallón de los Elementos.

“¿Qué significa esto?”, dijo aun medio perdido.

TAKEDA”.

HANZO HASASHI”.

Scorpion...”.

NO DEBERÍAS ESTAR AQUÍ”.

Scorpion intentó recordar, su plan para acabar con Quan Chi había fallado, Dramhin y Moloch lo habían derrotado y arrojado al Soulnado, y su espíritu se había destruido en el proceso, o eso es lo que pensó. Ahora estaba en otro lugar, pero no entendía, las voces eran fuertes, incluso extrañamente cuando no decían nada.

ERES SOLO UN ALMA”.

Pero un alma distinta”, las voces cambiaban constantemente y Scorpion no sabía cómo intervenir en esa extraña cacofonía.

SOLO UN ALMA”.

Un alma que camina entre los vivos, un alma que no puede morir, y que ahora está aquí”.

SOLO UN ALMA”.

Una obra de Shinnok. Uno de dos, y a la vez el único que no está vivo”.

Nosotros no somos Shinnok”.

Scorpion recordó las palabras de Quan Chi antes de ser atrapado por los onis. Él era una creación de la Hermandad de las Sombras, un alma muerta que podía caminar entre los vivos creada bajo algún procedimiento malsano, no era su odio lo que lo había mantenido en la Tierra, como siempre había pensado. No era su deseo de venganza. Era solo un experimento, un prototipo fallido. Pero eso no importaba ahora. Y decidió tomar la palabra.

“Ustedes son los Elder Gods, ¿verdad?”, no hubo respuesta, pero sabía que era así, no estaba seguro como, “esto es The Void..., un lugar que ningún mortal debería conocer”, pero claro, él no era alguien, él era solo un alma, un alma inmortal que había sido destruida, pero que no dejaba de ser inmortal, “¿quién es ese que tanto los aterra?”.

Él es...”.

NO, NOSOTROS NO INTERVENIMOS”.

Si no seriamos...”.

SHINNOK”.

SHINNOK”.

Shinnok”.

“Ustedes..., ustedes sienten miedo, miedo de ese ser”.

Onaga”.

OTRA OBRA DE SHINNOK”.

El que interviene”.

Nosotros no intervenimos”.

NOSOTROS NO SOMOS...”.

Shinnok”.

“Pero yo..., yo sí puedo intervenir”.

...”, de alguna forma el silencio se sentía con la misma intensidad que el sonido.

DIFERENTE”, comenzaron las voces nuevamente.

El interviene, y no es Shinnok”.

PERO ESO NO IMPORTA”.

Es un mortal”.

LOS MORTALES NO INTERVIENEN DE VERDAD”.

NO, LOS MORTALES DECIDEN”.

“Miren, me da igual si ustedes son o no Shinnok”, la furia llegó a Scorpion, en parte por el dolor que sentía, e intentando que su mente dejara de estar desvariando, “lo único que veo es que pierden su tiempo aquí sin hacer nada. Si tanto quieren acabar con ese tal Onaga, envíenme a mí, no sé qué clase de estúpidas reglas tienen ustedes pero eso no debería romperlas”.

Hubo un ominoso silencio, que eventualmente fue interrumpido justo cuando Scorpion estaba a punto de tener otro exabrupto.

“Tranquilízate, mortal”, la voz se oía calmada, y no era ominosa, era como si otra persona común y corriente le estuviera hablando, y en el proceso, no solo dejo de sentir dolor, sino que empezó a sentir que su alma tomaba forma corpórea nuevamente, “tienes razón, devolverte no romperá nuestras reglas, al fin y al cabo tu eres un habitante de los Reinos, y es correcto que te devolvamos a tu lugar. Y si además te revelamos la ubicación de ciertos objetos que mejoraran tus habilidades, tampoco sería una intervención de nuestra parte en el tejido de la realidad, porque te lo contamos aquí, no allá. Pero hemos visto mucho, y sabemos que para ustedes los mortales las cosas no son tan fáciles. Regresar a los reinos no es lo único que te gustaría, ¿no?, hasta podríamos pensar que es lo que menos te importa. Podemos establecer un pacto aquí en The Void, con reglas que puedan funcionar para ambas partes, y si cumples lo pactado, recibirás la recompensa, ya que la misma fue pactada aquí, y no en los Reinos. Dinos, ¿Qué quieres?”.


Scorpion abrió los ojos, la situación no había cambiado en la habitación. Borraicho estaba totalmente calmado mientras Jade y Li Mei revisaban los alrededores. Recordaba las palabras que el maestro había dicho poco después de que aparecieran allí.

“Conozco estas prisiones, diseñadas por los arquitectos y hechiceros del Seido para que los presos analicen sus crímenes previamente a ser sometidos al juicio. El tiempo aquí pasara mientras que afuera seguirá igual. Eventualmente en lo que será unas pocas horas pero para nosotros varios años, seremos llevados, y más allá del resultado, nos rejuvenecerán a la edad que teníamos antes de entrar, para que de esa forma cumplamos nuestra condena real”.

Según el maestro solo podían contar con Nightwolf, ya que no había forma de romper estas prisiones, eso, o ser sometidos al juicio y ganarlo o intentar escapar posteriormente. Scorpion estaba intentando tranquilizarse, pero no le gustaba esto para nada, y en un gran exabrupto lanzo una ráfaga de fuego contra la pared, sin éxito.

“¿Cuántas veces van, Takeda?”, le preguntó Borraicho.

“No uses ese nombre”, Scorpion volvió a sentarse.

“Tu cuerpo no envejece, eres el que menos debería preocuparse por todo esto, espera y todo terminara”.
Pero aunque el tiempo afuera no estuviera avanzando, él sabía que esperar no era una opción.


Nightwolf caminó en el desierto, parecía que dentro de poco saldría el sol, así que tendría que ponerse a cubierto o eso podría afectarlo severamente. No le gustaba la idea de esperar a la noche, pero después de lo que había sufrido sabía que no podía contar con aguantar mucho bajo el sol. A lo lejos vio algo similar a una cueva, así que decidió ingresar a ese lugar. Sintió un extraño hedor al poco tiempo de ingresar, pero no le dio importancia, y se preparó para acomodarse tranquilamente mientras los primeros rayos salían.

Mientras se encontraba allí tranquilamente pensando en que era hora de descansar, sintió algo extraño en la arena que había bajo una de sus manos, la corrió, y grande fue la sorpresa al notar algo así como una sustancia babosa que quemaba levemente.

Saltó afuera de la supuesta cueva lo más pronto que pudo, justo antes de que la boca de la misma se cerrara completamente como una sutura perfectamente realizada. Toda la estructura tembló y lentamente la arena a su alrededor fue cayendo. No era una cueva, era una especie de gusano gigantesco, no presentaba orificios de ninguna clase, pero entonces uno gigantesco se abrió en algún lugar de su cuerpo, y se arrojó contra Nightwolf. El guerrero saltó y lanzó un flechazo de energía en el aire apuntando a la criatura, pero para su sorpresa, en el punto donde golpeo, la piel de la bestia se endureció como la roca repeliendo completamente el efecto. Nightwolf cayó en lo que pensó se trataría de la espalda de la bestia, pero para su sorpresa otro orificio se abrió en ese extremo y se dirigió como si fuera su parte de adelante hacia Nightwolf.

La rapidez de la criatura era sorprendente pese a no tener aparentemente miembros de ninguna clase, y Nightwolf solo atinó a invocar su hacha espiritual, con la rapidez suficiente para abrir a la mitad gran parte de la bestia que no llegó a modificar su piel.

Lo que fue solo un pequeño corte en la región anterior se extendió a lo largo de toda la bestia, separándola en dos mitades, algo extraño, ya que no había razón para llegar a tanto. Antes de que Nightwolf pudiera reaccionar, de una de las mitades una serie de tentáculos salieron rápidamente y lo agarraron, aunque cargó su cuerpo con energía no parecía hacer efecto en su enemigo. Para su sorpresa la otra mitad también largó tentáculos que atraparon a Nightwolf. Lentamente ambas mitades mutaron a gusanos similares al anterior, y forcejearon con el cuerpo del cacique. Bocas aparecían y desaparecían a lo largo de ambos seres mientras largaban unos sonidos que dejaban bien en claro que estaban luchando por su presa, pese a que hace tan solo unos momentos ambos eran uno solo.

Una figura apareció de un salto y con un espadazo atravesó a una de las criaturas, que se deshizo y sus tentáculos soltaron a Nightwolf que quedó a merced de la otra.

“Toma esto”, le gritó la figura arrojándole una espada similar a la que usaba, que Nightwolf pudo tomar, cortando los tentáculos de la bestia que se achicharraron al instante, para luego darle el golpe final similar al que su reciente aliado había realizado.

Luego se dirigió hacia este, sorprendiéndose de encontrar a ese misterioso personaje que lo había observado con detenimiento en la base de los Black Dragon.

“Muchas gracias”, le dijo Nightwolf, y le ofreció el arma, pero el otro la rechazó.

“Quédatela, habrá más gusanos de arena, y solo las armas forjadas en el Seido pueden acabar con sus vidas”.

“Por tu actitud y tu conocimiento, supongo que no eres un miembro de los Black Dragon”.

“No”, le dijo el guerrero, “mi nombre es Dairou, y como supones, soy un habitante del Seido”.

“Ya veo, ¿y has venido a llevarme de regreso con tus compañeros?”.

“Los miembros del Black Dragon no son mis compañeros, solo colaboro con ellos por algo más grande que su organización entera. Pero escuché que tus aliados estaban encerrados y no pude ignorar a un noble guerrero que decidiera poner su vida en riesgo por algo así. Ya habrá tiempo para mi misión, ahora ayudarte a ti es más importante”.

“Muchas gracias, aunque ahora que esto ha pasado, parece que tendremos que seguir la caminata bajo el sol”.

“No necesariamente, sígueme”.

Nightwolf acompañó a Dairou y este lo llevó hacia unas celdas secretas ocultadas en las rocas, diseñadas por los guerreros del Seido para situaciones extremas que pudieran darse en el gran desierto. Lamentablemente la separación entre las mismas los obligaría a tener que caminar parte del tiempo bajo el sol, ya que no estaban diseñadas para ser usadas como postas en un camino hacia la ciudad, sino como un método de mantenerse a cubierto a espera de ser encontrados por sus compañeros.

“El gran desierto es explorado muy poco en el último tiempo, así que no nos encontraremos con ningún destacamento”, le indicó Dairou en la primera de ellas, “nadie camina por estos lares así que estos lugares solo son ocupados durante épocas de exploración”.

Dairou era una persona de pocas palabras, pero en una noche mientras se alimentaban de una criatura que habían cazado bajo la luz de las estrellas, pareció más dispuesto a hablar que otras veces.

“Seguramente desde que me has visto te has preguntado porque un Seidiano se ha aliado con una basura como los Black Dragon”.

“No conozco tanto de este reino lamentablemente como para saber dónde estaría la rareza en algo así. Aunque admito que su actitud no es la de alguien que forme parte de un grupo criminal”.

“Me honran tus palabras, pero queda realmente muy poco honor en mi persona, no desde hace mucho. Pero si muchas dudas, y eso es algo que en este reino prácticamente no existe”.

Dairou le contó a Nightwolf como el Orderrealm entero es una prisión gigantesca simulando ser una sociedad, en la que el gobierno férreo y estructurado de Hotaru esclaviza y limita las libertades de todos sus habitantes. Todos cumplen un rol sin posibilidad de revelarse contra su destino elegido al nacer, y lo hacen hasta que mueren.

“Yo creía en el Orden, como todos aquí, y cumplí un importante rol como parte de la Guardia del Seido. Durante años creí que protegía a las personas de este reino de grandes peligros, pero en realidad solo me aseguraba de que permanecieran para siempre atrapados en esta maldita prisión. Hasta que un suceso cambió todo, y entonces me di cuenta de mi error. Por suerte los Rebeldes del Seido me salvaron”.

“¿Los rebeldes del Seido? un nombre simple”.

“Y en su simpleza esta lo que representan. Luchan por la libertad de que cada uno pueda elegir su destino, y no me arrepiento de haberme sumado a ellos. Lamentablemente hemos sufrido grandes pérdidas, y se requirió ayuda externa para solucionarlo”.

“Ya veo, por eso los Black Dragon están aquí”.

“El viaje a otros reinos está completamente prohibido aquí, y cuesta mucho realizarlo sin ser descubierto, eso y la situación del reino causa que sea complicado encontrar aliados”.

“Si, entiendo lo que es formar una alianza con personas tan distintas a ti, pero aunque parezca destinado a la perdición, aun así se puede obtener la victoria”, Nightwolf pensó en Kabal, “y alguna vez uno de esos extraños aliados, podría terminar sorprendiéndote”.

“Cuéntame un poco más de ti Nightwolf”.

Nightwolf le habló a Dairou de muchas cosas, de su familia, de la invasión al Earthrealm, y de las circunstancias que lo llevaron a encontrarse en este lugar. Estuvo a punto de guardarse el destino de su tribu, pero decidió contarlo de todas formas. Dairou se vio especialmente afectado por esa parte.

“Has sufrido una gran pérdida, y aun así sigues adelante, me gustaría poder decir lo mismo de mi”.

“Dices que ya no tienes honor, y que no sigues adelante, pero con tus actitudes no pareces demostrarme eso”, Nightwolf se levantó, “vamos, aprovechemos la noche para seguir nuestro camino”.

Por extraño que pareciera, muy pocos seres eran de hábitos nocturnos en ese gigantesco desierto, por lo cual contrariamente a lo que uno podría pensar, el día era mucho más peligroso y permanecer refugiados durante el mismo era lo mejor. Por suerte para Nightwolf, su visión en la oscuridad era casi perfecta, y Dairou no parecía tener problemas tampoco.

En un momento perdieron de vista la ciudad debido a una gran niebla que cubría todo y se les acercaba, Dairou prendió una fogata.

“Durara solo unas horas, es común en esta época del año, podremos llegar al siguiente refugio con tranquilidad una vez que desaparezca, y ya estamos cerca de nuestro destino”.

Ambos se sentaron tranquilamente, y comieron unas provisiones que habían tomado del último destacamento. Dairou parecía intranquilo, y Nightwolf le pregunto porque.

“Hay una parte de mi historia que no pude contarte, la razón de mi encarcelamiento. Mi familia..., fue asesinada brutalmente, nunca supe por quién. La investigación no avanzaba y aunque en un principio quise respetar las reglas, terminé actuando por cuenta propia. Y cuando parecía que estaba llegando a algo, fui encerrado, solamente por intentar descubrir la verdad”.

Nightwolf lo observó con detenimiento, “ya veo. Lo que te sucedió fue terrible, y no tuviste la culpa por ello”.

“Me gustaría pensar como tú, noble compañero, pero aun así, eso es algo que solo yo puedo resolver”.

Nightwolf no sabía que decir, pero unos sonidos lo sacaron de sus pensamientos, Dairou le hizo una señal para que se quedara callado y se ocultaran. Unas extrañas luces parecían aparecer en medio de la niebla.

“Es un destacamento de soldados, es extraño que anden por estas zonas”.

“¿Nos habrán detectado?”.

“No, no hay sensores aun donde estamos, deben saber que se les escapó uno de los prisioneros y aumentaron la seguridad. No obstante, esto puede sernos útil”.

“¿En qué sentido?”.

“Lei tu informe, tus poderes principalmente están basados en el manejo de tu alma y la de otros, ¿verdad?”.

“Si”, a Nightwolf le incomodaba un poco un comentario de esa índole.

“Las medidas de seguridad principalmente se basan en la detección de almas, es lo más difícil de ocultar. Las armaduras de los soldados son en parte inmunes pero no completamente, así que cuando hay patrullas ciertas zonas sufren reducciones en la sensibilidad para evitar posibles errores. Si puedes sentir eso, nos será más fácil llegar”.

Nightwolf cerró los ojos, podía concentrarse mejor de esa forma. Recordó sus primeros entrenamientos, era muy pequeño. Su abuela lo había criado como una madre luego de que sus padres fueran asesinados durante una revuelta en la empresa que les pertenecía. Sus primeros años, tan distantes y diferentes. Donde incluso en sus juegos infantiles, se daba cuenta que ese no era su lugar en el mundo. Su lugar estaba con su aldea de la que sus padres habían renegado. El lugar donde pudo sentir realmente sus alrededores, de una forma que nadie más podía hacerlo.

Algo golpeó en su interior, era ese fragmento de oscuridad que había germinado, necesario para el viaje al Outworld, para abrir ese portal. Todavía podía contenerlo, ¿pero por cuánto tiempo? no era el momento para pensar en eso ahora.

Finalmente pudo, mucho más claro que nunca, notar a su alrededor esa sensación extraña de los detectores, y más aún, su alma, las almas de los soldados. Y el alma de Dairou..., sentía algo raro...

“Ya estoy, creo que podré llevarnos, pero debemos ir lento”.

“¿Podremos manejarnos con la niebla?, seremos más difíciles de detectar”.

“Si”.

Sin Borraicho, era mucho más difícil evitar ser detectado, pero por suerte era solo su alma, y la de Dairou, las que debía mantener indetectables, no hubiera podido con una persona más. A veces se sorprendía de lo fácil que había sido en comparación evitar que Shao Kanh tomara las almas de su pueblo. Pero ahí sentía confianza, con Dairou...

Los soldados merodeaban por todas partes, tenían que evitar que los vieran como sea, o estarían acabados, no era como en el Outworld o Edenia. Con que uno solo los viera, todos los verían, y la seguridad se activaría al máximo, como en Lei Chen.

Se sorprendió cuando llegaron a la muralla, la niebla aún seguía a su alrededor y dificultaba la visión. Estaba sudando.

“Bien hecho, Nightwolf, yo me encargo a partir de aquí”, Dairou palpó la piedra y después de varios intentos arrojando una soga con un gancho, logró agarrarse a algo, y le indicó que trepara.

“¿Cómo es que conoces esto?”.

“La posibilidad de que la ciudad sea tomada es tenida en cuenta, así que toda la Guardia conoce métodos de ingreso alternativos”, Nightwolf no dijo nada, “se lo que piensas, ¿Por qué no anulan estas cosas? pero créeme, el adoctrinamiento que recibimos es muy grande, y hay pocos como yo, los soldados que se oponen al sistema son una anomalía que no tiene sentido para ellos, así que no nos tienen en cuenta. Pero existimos, y los haremos caer”.

Pasaron a través de un pequeño pasillo, y descendieron a lo que parecía ser una especie de patio, dentro de las murallas, se veían muchas pirámides y otras construcciones gigantescas, unas extrañas plataformas flotaban en el aire, pero no se veía un alma.

“Debemos aprovechar que es de noche, mantente alerta, se dónde se encuentra la prisión principal”.

El andar fue cuidadoso, evitando soldados y sistemas de alarma con detenimiento.

Llegaron hasta un rectángulo alto y gigantesco, aburrido y sin detalles.

“Esta es la prisión, vamos, debemos ir por una puerta en particular”.

Nightwolf se sentía cada vez más extrañado ante Dairou, desde que habían ingresado, se lo sentía muy apurado. Le desconcertaba que parecía saber a dónde ir en todo momento, que conocía demasiado la ciudad. Que salvo por las trampas de los alrededores de las murallas, no necesitaba su ayuda para nada. Pero lo más importante, lo que había sentido en el...

Dairou sacó un extraño aditamento, con un microchip, que colocó en la puerta a la que se habían acercado, y esta se levantó al instante.

“Tecnología de los Black Dragon, no me gusta de donde proviene, pero la verdad es útil”, Dairou ingresó, pero Nightwolf se estaba quedando atrás, “ven, tus compañeros están aquí”.

Nightwolf ingresó.

El lugar no se encontraba muy bien iluminado, pero no había mucho para ver, los pasillos eran monótonos, simples, como todo en la arquitectura de este lugar, nada de opulencia. A Nightwolf le sorprendió la ausencia de guardias en el lugar. Dairou lo dirigió hasta una puerta que resaltaba ante todo, era de piedra, gris y los ladrillos estaban colocados asimétricamente.

“Llegamos”.


Scorpion estaba impaciente y observó al Maestro Borraicho, que solamente meditaba.

“Ya está, es suficiente, ¿Cómo puedes quedarte ahí sin hacer nada?”.

Borraicho no se inmuto, “intenta meditar, te hará bien”.

Li Mei estaba preocupada ante la situación, pero Jade permanecía distante, ya estaba muy molesta con la irascibilidad de Scorpion y le interesaba ver que pasaría. Pero algo los sacó de sus pensamientos.

La puerta se abrió ante ellos.


Nightwolf ingresó rápidamente a la habitación oscura, pero no entendía lo que estaba viendo

No conocía al sujeto que estaba allí, encadenado completamente de forma que su cuerpo estaba completamente paralizado, con los ojos vendados y una rejilla cubriendo su boca, que aun así pudo ver sonriendo.

“Vaya, al fin recibo visitas, que agradable, han pasado años desde la última vez que tuve contacto con otro ser vivo”.

“¿Qué significa esto?”, dijo Nightwolf, pero entonces sintió un repentino pinchazo en la espalda y cayó al suelo, sentía el cuerpo duro. Dairou avanzó con paso tranquilo hasta el sujeto. Acompañadas de rápidas patadas, descargas de energía similares a extraños triángulos amarillos salieron desde sus piernas, rompiendo las cadenas una por una hasta liberarlo. Le dio unos anteojos de sol.

“Gracias, tú debes ser Dairou, ¿verdad?, ¿Havik te manda?”.

“Si”.

“Excelente, serás un muy buen agregado para mi grupo”.

“No me interesa, solo quiero mi paga”.

“Lamento escuchar eso, pero ya te convenceré”.

El sujeto observó a Nightwolf y se le acercó con detenimiento.

“¿Es letal?”.

“No, recuperara la movilidad dentro de muy poco”.

“Perfecto, nos será muy útil, ¿Cuál es su nombre?”.

“Nightwolf”.

“Veo, tiene carisma”, el sujeto le tendió la mano, “guerrero, has venido de lejos, y puede que no entiendas todo en este momento, pero yo te ayudare a comprender, mi nombre es Darrius, y juntos salvaremos Seido”.

Continuara...

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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 13

Mensaje por The ST. Jimmy » Mié, 09 Ene 2019, 17:26

Baia baia rellenando plotholes de Deception como por qué Shujinko envejeció tanto si no había suficiente tiempo para que ocurriese. Y no te creas que no vi el juego de palabras o como sea que se llame que hiciste con Nightwolf. El Seido me sigue pareciendo el peor realm y todos sus personajes importantes se la lastran.

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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 13

Mensaje por kanalla » Jue, 10 Ene 2019, 20:49

Eventualmente en lo que será unas pocas horas pero para nosotros varios años, seremos llevados, y más allá del resultado, nos rejuvenecerán a la edad que teníamos antes de entrar, para que de esa forma cumplamos nuestra condena real
Eso fue como la versión malvada de la Habitación del Tiempo, pero en términos prácticos funciona para propósitos legales, ñam.

Fue algo confuso los de Shinnok y lo de Takeda fue inesperado, pero debo decir que la historia está bien armada. No por la trama, sino porque de en serio detesté el lugar. Las descripciones de un ambiente tan rígido funcionaron para mi pero faltó un poquitito en ciertas expresiones de los personajes, aunque nada muy relevante. Ñam.
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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 13

Mensaje por The Shaolin Nun » Dom, 27 Ene 2019, 06:12

La parte de Dairou con Nightwolf merece las palmas, para mi gusto. (:clap)

Me encantó todo lo que él le contó a Nightwolf y como utilizó sus conocimientos como antiguo guardia del Seido para moverse por el lugar. Me gusta como Dairou se une con la escoria de los reinos o nobles guerreros a su conveniencia. Da igual si son los Black Dragon, Nightwolf, etc., con tal de completar sus fines. Será interesante ver lo que se trama con Darrius.

La aparición de Takeda también me gustó. Veamos qué pasa después.
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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 13

Mensaje por Error Macross » Dom, 21 Abr 2019, 16:45

Bueno, seguro se estaban olvidando de esto, pero aca sigue Batalla. Este capitulo me quedo ultra mega largo (posiblemente el mas largo de la historia del fic) porque queria cerrar todas estas cosas ya ya, y me termino durando mucho mas de lo que pensaba. Pero en general aunque algunas cosas pasan muy rapidamente, es un capitulo que me resultó bastante agradable de realizar, a ver que opinan. Y a ver cuanto tardo esta vez en actualizar jaja.


Shujinko se quedó paralizado observando a la extraña figura en medio de la destrucción y el caos a su alrededor, una gran cantidad de sujetos llenaron el lugar y comenzaron a dispararse con extrañas armas contra los miembros de la guardia, parecían estar en desventaja, pero su número era superior.

“Vamos, toma mi mano”, la voz sonaba hipnótica, extraña, distante. Shujinko quería tomarla, así que extendió la suya. En su cabeza distintas ideas se mezclaban, recordó a Havik, sonreía tan parecido a este misterioso Darrius, y sus palabras eran todas mentiras. Y pensó en Damashi, “NO”, dio un grito y rechazó la mano de Darrius. Se levantó con dificultad, las piernas le flaqueaban, “¿qué me hiciste?”.

“Nada peor de lo que estos barbaros de la guardia te han hecho, ven, únete, comprende el caos”.

“No, ya he visto demasiado caos”, Shujinko empezaba a sentirse más despierto, durante su tiempo en el Lin Kuei había aprendido métodos de respiración y movimiento corporal que podían paliar el efecto de distintas drogas, sería suficiente. Dio un puñetazo. Darrius no lo esquivó.

Darrius cayó al piso con estrepito, Shujinko se quedó extrañado, esperando que fuera todo una ilusión, capaz no había superado el efecto de la droga. Pero su rival solo se levantó y limpió la sangre que salía de su boca.

“No es la mejor forma de empezar una relación, sabes”.

Shujinko respondió con otro golpe, y otro, Darrius los recibía uno tras otro. El guerrero comenzaba a preguntarse qué estaba haciendo, ¿Por qué quería golpearlo? ¿Qué era lo que le hacía sentir que quería golpearlo?

“Suficiente”, de repente Darrius frenó uno de sus golpes, y le dio un fuerte puñetazo en el estómago, dejándolo en el piso, “mis agentes encubiertos me han dicho que eres un elegido de los Elder Gods, ¿Qué misión más importante que ayudarme a mí y a mis hombres? claramente los Dioses te han enviado para que salvemos Seido. Valías todos estos riegos y más, te llevare conmigo. Entenderás”.

Darrius esquivó un ataque de lanza rápido y repentino, se trataba del sujeto del pelo blanco, que mientras el caos se producía atrás, tenía su vista bien fija en él.

“Hotaru”, dijo Darrius, “tiempo sin verte. ¿Sigues oprimiendo de esa forma que te sale tan bien?”.

El susodicho no dijo nada y atacó con su lanza

“¿Por qué nunca dices nada? Vamos, reclámame, reclámame algo, demuéstrame que aunque sea crees en la basura que profesas”.

Hotaru arrojo un rayo desde su lanza y este impactó en la mano de Darrius, que comenzó a quemarse, y lanzó un grito.

“Ni siquiera es suficiente dolor”, de su costado sacó un cuchillo, y se hizo un largo tajo en el brazo, chorreando sangre, una sonrisa de placer llenó su rostro, “si, ahí sí, me siento más fuerte”.

Darrius se movió rápidamente, y golpeó a Hotaru con fuerza en el abdomen, para sorpresa de Shujinko parte de la armadura se resquebrajó, saltaron chispas y fragmentos. Darrius no esperó, y le dio un golpe en el rostro tirándolo al piso.

“Ni siquiera en tu lecho de muerte vas a decir algo, basura”.

Hotaru se levantó rápidamente y lo atravesó con su lanza. El golpe fue tan rápido que los lentes de Darrius se cayeron y se estrellaron contra el piso.

“Darrius”, Hotaru comenzó a hablar con dificultad, “no mereces mis palabras. Tú representas toda la porquería que este reino puede generar, eres una anomalía. Crees en mentiras que el caos te ha metido en tu cabeza, crees que eres la salvación, pero no eres más que un loco, que ni siquiera se da cuenta que los daños que realiza a su cuerpo no tienen nada que ver con su poder”.

Los ojos de Darrius comenzaron a iluminarse, “mientes”, de un rápido golpe partió la lanza al medio, y con dolor se extrajo el pedazo que estaba en su cuerpo, para luego propinarle una patada a su oponente que lo hizo caer, y pisarle el pecho con furia, “el caos me da poder a través del dolor, pero no hay máximo dolor que el que tu generas al Seido”.

Otra lanza atravesó a Darrius por la espalda, esta vez quien la sostenía era Shujinko, quien había logrado levantarse, y ya se sentía bien pese a la droga. El cuerpo de Darrius pareció empezar a arder, y arrojo hacia atrás a Shujinko. Dio un puñetazo al suelo que hizo colisionar todo.

Shujinko no tardó en levantarse, y lanzó una descarga de poder Kori, pero sorprendentemente Darrius pudo derretirlo con su calor corporal y corrió hacia él, su musculatura había crecido y parte de la ropa se había reventado. Con velocidad sorprendente para su tamaño, tomó al guerrero del rostro y lo estrelló contra el piso reventando parte de las baldosas, y con un rápido movimiento lo arrojo lejos.

Una ráfaga de lava cayó a sus pies en ese momento, obligándole a esquivar el piso que se derretía, detrás de él Hotaru se había levantado con pedazos de la armadura caídos, su rostro sangrante y el pelo enmarañado. Con un rápido movimiento arrojo otra ráfaga de lava desde sus manos, pero Darrius la esquivó. Casi al instante, con un puño cargado de energía, Shujinko impactó en su rostro, desorientándolo. Hotaru no esperó, y cargando sus puños con magma puro se sumó a Shujinko, y ambos golpearon al mismo tiempo, arrojando a Darrius al suelo, que finalmente quedó inconsciente.

La pelea que seguía detrás se paralizó en ese momento, varios de los Rebeldes se rindieron instantáneamente al ver a su líder caer, pero la mayoría emprendió la retirada, la guardia capturaría a muchos, pero aun así demasiados lograrían escapar.

Shujinko estaba cansado, al igual que Hotaru que había caído con la rodilla en el suelo. Pese a que su mente seguía perdida por el efecto que había sentido, habló lo más firme que pudo, “me creas o no, soy el campeón de los Elder Gods, y hay algo que debo contarte”.

“Hay protocolos que cumplir, tu entrada rompió reglas y...”.

“Me da igual”, Shujinko estaba furioso, “vas a escuchar lo que tengo que decirte ahora, ya, o me iré por donde vine, aunque tenga que enfrentarme a todo tu maldito ejército”.

Shujinko esperó su respuesta sin dejar de mirar a Hotaru.



Parado en los muros de la fortaleza, Shujinko pensó en si había hecho lo correcto. Debajo, en la plaza del pueblo, los habitantes de Lei Chen escuchaban las nuevas reglamentaciones que la Guardia del Seido iba a imponerles. Las caras de felicidad por el final del sitio que habían sufrido, lentamente iban desapareciendo en la mayoría. Claramente se arrepentían de haberles abierto las puertas a sus supuestos salvadores. Pero al menos estaban vivos, y eso era lo más importante, ¿verdad?

Hotaru se acercó a él, con su armadura nueva y reluciente pese a haber participado de una batalla reciente, aunque las banderas que portaba con dos palos de cada uno de sus hombros se habían dañado. Volvía a mantenerse serio y solemne.

“El General Zeefero negó haber ofrecido el pueblo a cambio de la derrota del ejercito de Kanh. Dijo que nunca había sido lo acordado”.

“¿Y qué ha pasado?”, Shujinko tragó saliva. Hotaru solo le señaló la plaza principal, donde llevaban una figura con el rostro tapado hacia un improvisado palco.

“Muy pronto terminara”.

Shujinko observó como lentamente un verdugo cortó la cabeza del antiguo general con una afilada espada, sin últimas palabras, y sin siquiera sacarle la capucha, solo porque esta se salió con el corte es que el guerrero pudo ver claramente su rostro.
“El..., él me había dicho que estaba dispuesto a entregar el pueblo”, intentó decir, pero se dio cuenta que la mentira saltaba a la luz.

“No me importa”, Hotaru dijo con seriedad, “tanto al ayudar a la derrota de Darrius como al permitirnos tomar control de este pueblo has contribuido al Seido en gran medida. Puedes marcharte para seguir con tu misión”.

Shujinko no volvió a decir nada y simplemente se marchó del pueblo. Un guerrero se acercó a Hotaru.

“¿Mando llamarme?”.

“Eres Dairou, ¿verdad?”.

“Si, mi señor”.

“¿Estás seguro de aquello que afirmaste ante el resto de la Guardia?”.

“La edad no parece concordar, señor, pero si, ese guerrero fue el que me venció durante mi puesto en el Chaosrealm, y me salvó de ese Engendro del Caos que quiso matarme”.

“Bien, puedes retirarte, quería escucharlo directamente de ti”, Hotaru se quedó pensando en Shujinko, y en los cuatro guerreros también enviados al Chaosrealm, que a diferencia de Dairou, se suicidaron después de volver a Seido. No podía ser una casualidad.



Shujinko estaba tan ensimismado en sus pensamientos, que cuando le faltaba poco para llegar al Nexus, solo llegó a esquivar el primer disparo, pero el segundo le dio en el pecho, reconoció al instante esa sensación.

Todo el lugar se llenó rápidamente de Tarkatas que lo rodearon completamente, uno de ellos avanzó entre la muchedumbre. Se trataba de Baraka.

“Miren esto. Tal como pensaba, has vuelto al lugar donde te encontramos inicialmente. Tendría que haberte matado esa vez”.

“Baraka, espera un segundo”, dijo Shujinko, pero su enemigo empezó a despotricar rápidamente.

“No caeré en cualquier mentira que tengas preparada, el ataque del Seido no pudo ser casualidad, alguien les tuvo que explicar la situación de Lei Chen, y claramente fuiste tú. Pero por suerte pudimos replegarnos. Hemos perdido el pueblo, pero gran parte de mi horda aún sigue con vida para terminar con la tuya”.

Shujinko observó, a lo largo del bosque por el que caminaba, estaba repleto de tarkatas. La guardia del Seido era fuerte pero muy directa en su ataque y sus enemigos habían escapado en grandes cantidades. Estaba muy cansado, capaz podría derrotarlos a todos, pero sería un gran riesgo. Pero entonces se le ocurrió una última idea.

“¿Vas a ser el próximo en bajar, Baraka?”, el tarkata se sorprendió de escuchar eso, pero rápidamente se puso furioso, “puedes matarme si quieres con todo tu ejército, pero esta será la última oportunidad que tendrás para enfrentarte a mi mano a mano, ¿la tomas o tienes miedo como todas las otras veces?”.

Los demás Tarkatas observaron a Baraka. Para ellos, cosas como el honor importaban poco y nada. Pero su líder era diferente.

“No intervengan”, dijo, “le enseñare a este imbécil de lo que soy capaz”.

No esperó nada, simplemente arrojó un rayo con una de sus blades que Shujinko pudo esquivar pese a la sorpresa. Sin embargo, Baraka ya estaba al lado suyo con ambas extendidas. Esquivó el primer golpe pero el segundo le rozó en uno de sus brazos que empezó a sangrar.

Baraka lamió la sangre de su Blade, “parece que Capushikana llegara pronto este año”.

Realizó una patada que tiró hacia atrás a Shujinko, pero este no tenía ganas de seguir perdiendo el tiempo, así que se propulsó con telequinesis con un puñetazo. Su enemigo bloqueó el puño con su Blade. Shujinko estaba muy cansado y había subestimado sus habilidades. Baraka levantó el otro brazo para atravesarlo.

La sangre goteó, el pecho había sido atravesado por una Blade, pero la herida no era letal. Shujinko no quería matar a Baraka.

El tarkata estaba sorprendido, el dolor lo desorientaba, pero más aún ver que su enemigo, un humano común y corriente, había sacado una Blade claramente como las de su especie en uno de sus brazos. Y había sido más rápido que el, Baraka se había quedado a mitad de camino y recién había rozado a Shujinko.

El guerrero guardó su Blade y Baraka cayó al piso, “no sabes cómo odie cuando esto me pasó por primera vez, pero ahora, ha sido el final perfecto. No te preocupes, la herida no fue letal, tu especie es buena sobreviviendo”.

Los demás Tarkatas lentamente se empezaron a acercar a él, Shujinko se preparó para pelear, pero una voz los detuvo a todos.

“No”, Baraka se levantaba, mientras frenaba la sangre con su mano, “el me venció..., cumpliré mi palabra”, se notaba que no le gustaba tomar esa decisión.

“Baraka está débil, no merece seguir siendo el líder de la horda”, gritó un tarkata, pero antes de que pudiera decir nada más, Baraka arrojó un rayo que le hizo explotar la cabeza, ni siquiera atinó a defenderse.

“¿Alguien más discutirá mi decisión?”, nadie dijo nada. Baraka observó a Shujinko con una gran furia contenida. Nadie dijo nada, y el guerrero simplemente se marchó.


Necesitaba descansar, se sentía agotado tanto física como psicológicamente. Pero su mente no paraba de darle vueltas a lo mismo. La Guardia de Seido, tan rígida y firme, obedeciendo sus órdenes sin chistar, Darrius, tan obsesionado con lo que cree correcto, la muerte de Zeefero, Ashrah, los Lin Kuei ¿estaba haciendo lo correcto? ¿Qué era el en este momento?

Cuando ingresó al Nexus, Damashi se comunicó con él.

“Shujinko, supongo que has terminado con lo que querías realizar”.

“Si, Damashi, y también quería conversar contigo..., sobre algunas cosas”.

“Está bien Shujinko, pero primero déjame decirte algo importante, conseguir los Kamidogus del Orderrealm y Edenia podría resultar más complicado por la situación de ambos reinos, así que me parece que podrías tomarte un descanso en tu misión, y preocuparte por tu hogar. Se ha decidido adelantar el próximo Mortal Kombat entre el Earthrealm y el Outworld, y por ende, tu oportunidad de participar, si estás de acuerdo”.

La situación sorprendió a Shujinko, y sus dudas se disiparon, “si, participare”, al fin su momento había llegado.

Este no es nuestro mundo, este es el mundo de:
Mortal Kombat, Batalla de los 6 reinos, “Engaño”, capitulo 14: “La verdad”.

La puerta de la celda se abrió, y un grupo de soldados de la Guardia de Seido ingresaron. De repente, Jade, Li Mei y Scorpion se sintieron completamente paralizados.

“Venimos a llevarnos a este prisionero”, dijo el que parecía dirigir la comitiva, y al instante los otros tomaron a Borraicho, “su situación es diferente a la de los demás prisioneros, y recibirá su juicio en este momento”.

Borraicho no ofreció resistencia, seguramente tenían algo preparado por si la hubiera, pero igual no quería correr riesgos.

Una vez que salió de la celda, los otros sintieron que sus cuerpos podían moverse nuevamente.

“Tal parece que su fama llega hasta este lugar, nosotros para la Guardia de Seido no somos más que unos don nadie”, dijo Jade.

Scorpion se quedó observando a Li Mei, que no se notaba muy confortable ante la nueva situación, “no te sientes cómoda con esto, ¿verdad?”, Li Mei no contestó, estaba temblando mucho, “hay algo dentro tuyo que quiere salir, ¿no?”.

“Scorpion, detente ahora”, le recriminó Jade.

“No”, gritó Scorpion, “sé que el rey Dragón tiene una conexión contigo, úsala, úsala ahora, usa todo ese poder y sácanos de aquí”.

“No..., yo...”.

“Hazlo, si quieres recuperar a Borraicho”.

“Yo...”, Li Mei comenzó a brillar.


“¿Qué significa todo esto? yo...”, Nightwolf farfullaba medio ido ante la situación.

“No te preocupes, lo entenderás” dijo Darrius, y se dirigió a Dairou, “¿Cuánto tardaran en ingresar?”.

“Ya he prendido la baliza”, Dairou levantó un objeto con una luz que titilaba, “si esto funciona como esos mercenarios dijeron, en unos minutos podrían llegar a estar aquí”, al instante, una gigantesca explosión destruyó parte de los muros a su alrededor.

“Que rapidez”.

“No..., no debería venir de esa dirección”, Dairou claramente estaba sorprendido, “debemos movernos rápido, sea lo que sea eso, las alarmas van a resonar por todas partes y esto se llenara de soldados de la guardia”.

“De acuerdo, pero tomare a mi pequeño amiguito”.
Dairou no parecía muy interesado en eso, pero Darrius levantó a Nightwolf, sorprendentemente, parecía tener la fuerza suficiente para hacerlo.


El soldado de la Guardia se sorprendió ante la situación, nunca jamás una de las prisiones había sido devastada desde el interior, había escuchado de fugas, pero a este nivel era algo demasiado espectacular. Tanto el cómo sus hombres habían caído al piso, y de no ser por sus armaduras se habrían visto afectados por la explosión.

Borraicho atinó a noquear a los dos que lo acompañaban de una patada, pero dejó al tercero tirado, y se dirigió hacia Li Mei, que seguía largando energía en grandes cantidades, tanto Scorpion como Jade habían caído al piso y estaban aparentemente inconscientes, pero la mayor parte de la energía se había disipado.

“Li Mei, tranquila”, el maestro la palpó pero sus manos estaban a punto de quemarse, así que tuvo que soltarla, “intenta mantenerte aquí, Li Mei, piensa en tu familia, en tus seres queridos, piensa en lo que has perdido, y no dejes que llegue a ti”.

Pero Li Mei no estaba ahí.

“NO LO ESCUCHES, LI MEI, EL NO PUEDE DARTE LO QUE YO TE OFREZCO”, la chica vio la mano gigantesca que se ofrecía para tomarla, quería hacerlo. Pero una imagen cubrió todo, su pueblo, su hermano, todos muertos, la venganza parecía algo feliz, pero ninguno de ellos hubiera querido eso, “ENTIENDO..., VOLVEREMOS A VERNOS”.

La energía lentamente se disipó, y la chica cayó al suelo.

“¿Te encuentras bien, Li Mei?”.

“Maestro...”, dijo la chica, pero de repente ambos aparecieron dentro de la celda, solo que la pared seguía rota y por ende podían escapar. El soldado que seguía con vida tenía una especie de botón en la mano.

“No se muevan”, a cada movimiento que intentaban realizar volvía a tocar el botón y ambos aparecían de nuevo en medio de la celda.

Jade lo tomó por la espalda, se había recuperado y tenía un cuchillo en su cuello, con su otra mano le apretó la muñeca con fuerza hasta que soltó el interruptor, “anula lo que sea que estés usando”.

“No, moriré por el Seido”.

“Y qué opinas de perder un ojo”, Jade levantó el cuchillo, acercándolo hacia una de las cuencas, la sangre goteó de la piel inferior a medida que hacia presión, “o capaz más, tengo tiempo”.

“Son collares que los atan a sus celdas, están diseñados para ser indetectables una vez que fueron colocados y los envían automáticamente al lugar del encierro”.

“Gracias”, de un rápido movimiento, Jade le cortó el cuello, y lentamente acercó sus manos al suyo, con un rápido movimiento, sacó un collar que al instante de abrirse se volvió visible, se lo guardó.

“¿Era necesario eso?”, preguntó Borraicho mirando el cuerpo muerto mientras destrozaba su collar y el de Li Mei, Scorpion ya se había levantado también.

“Probablemente sí, movámonos rápido, no sabemos qué más puede haber y hay que encontrar la forma de salir”.



Darrius cargaba a Nightwolf, quien seguía respirando entrecortadamente, este se sentía débil. Pero había escuchado la explosión lejana, y Dairou lo había dicho, no eran los rebeldes del Seido, no era el Black Dragon..., debían ser sus compañeros.

Sus ojos se iluminaron y una gigantesca aura como la de un gigantesco lobo se formó a su alrededor, causando que Darrius lo soltara.

“Me han traicionado, no caeré en sus engaños, debo rescatar a mis compañeros”.

Dairou iba a reaccionar, pero Darrius fue el primero, “muchacho, contrólate”, dio un puñetazo en su estómago, pero un aura que cubría al guerrero le quemó la mano causándole un gran dolor.

“No te entrometas o lo pagaras caro”.

“Oh, ya me entrometí lo suficiente”, Darrius dejó de quejarse y dio otro puñetazo, pero a diferencia del anterior este arrojó a Nightwolf hacia atrás destrozando una pared, “Dairou cree que tienes potencial, pero si quieres que sea así, será así, me vendrá bien algo de ejercicio después de todos esos años pudriéndome en esa celda”, Darrius corrió hacia Nightwolf que a duras penas se estaba levantando y recibió el empuje de lleno, destrozándose la pared contra la que colisionó.

Darrius chocó los nudillos, pero entonces un destello similar a azufre llenó al lugar y una figura con una espada le dio un corte profundo en uno de sus brazos.

“Scorpion”, dijo Nightwolf mientras se levantaba con dificultad, “veo que lograron escapar, me alegro”.

“Tranquilízate, estas herido, yo me encargare de esto”.

“Oh, que inspirador que es esto”, Darrius se arrancó la ropa superior que tenía quedando con el pecho al aire, pasó su mano por la herida y lamió la sangre, “los amigos que rescatan a otros amigos”, fue corriendo hacia Scorpion que se sacó la máscara y lanzó una gigantesca cantidad de fuego desde su esquelética boca.


Borraicho con Li Mei que se estaba recuperando y Jade llegaron rápidamente, ayudando a Nightwolf a levantarse, sin embargo, una gran cantidad de soldados del Seido llenaron el area. Dairou se estaba dando cuenta que estaba en problemas, pero entonces una gigantesca explosión se produjo y una gran cantidad de personas llenaron el lugar, “ya era hora”.

Kabal se dirigió a Dairou de entre todo el grupo, “como podrás suponer hubo algunas dificultades, por suerte gran parte de la guardia de Seido está peleando contra lo que les hemos dejado atrás, así que deberíamos poder sacar a Darrius fácilmente, solo que no esperábamos demasiadas...”, miró a los soldados del Seido que se encontraban allí, y a Nightwolf y el resto de su grupo, “complicaciones también aquí”.

“No creo que tengamos demasiados problemas, tu encárgate de lo que tienes que realizar”.

Kabal se movió aprovechando su velocidad superior hacia un camino aparte de la batalla que se estaba generando. Nightwolf lo vió y empezó a ir hacia ahí, alguien se metió en su camino.

“Esta vez no la tendrás tan fácil”, dijo Kira mientras preparaba sus cuchillos, pero Jade se metió en el medio.

“Estas herido, Nightwolf, y por tu rostro creo que fuiste sometido a alguna clase de droga, mantente fuera”.

“No, debo ir a por Kabal, es importante”.

Jade lo miró reprobatoriamente, pero su rostro cambió hacia uno resignado, “está bien, ve”.

Nightwolf lentamente se fue hacia donde había visto a Kabal. Kira se quedó observando a Jade, “eso fue muy amable” pero su interlocutora no le contestó, solo se preparó para la pelea.

Nightwolf avanzó con dificultad, a medida que caminaba su cuerpo se sentía mejor, más liberado, fue así que eventualmente llegó hasta donde estaba Kabal. Un montón de computadoras se encontraban a su alrededor. Los pocos soldados que las defendían habían sido rápidamente despachados gracias a una esferas de energía.

“Bien, bien, dime tus secretos, querida”, dice Kabal mientras saca unos artefactos que Nightwolf no conoce y los conecta entre su computadora y el panel de su pecho, al instante la información empieza a pasar por las pantallas.

Nightwolf lo agarra por la espalda, “vaya, mi amigo el lobito, que sorpresa”.

“Guárdate las bromas, Kabal, ¿Qué estás haciendo?”.

“Buscando los registros de cada miembro de los rebeldes del Seido y borrándolos del sistema”.

“Tu...”.

“Vamos, puedes estar en contra de lo que te hicimos todo lo que quieras, pero has visto lo que el Seido hace con la gente. Capaz ninguno de los dos bandos sea el correcto, pero de su enfrentamiento se podría obtener algo mejor”.

Nightwolf claramente no quería seguir ese tema, “busca algo por mi...”.

“No te ves como una persona capaz de hacer exigencias en este momento”.

“Sabes de lo que soy capaz, y pese a la amistad que creía que teníamos, puedo matarte”.

“De acuerdo, de acuerdo, ¿Qué quieres?”.

“Busca todos los individuos que están siendo buscados en otros Reinos además del Seido”.

“No creo que encontremos mucho ahí, la Guardia es bastante buena en lo que hace, y los criminales no suelen salir del reino”.

“No me importa, búscalo”.

“Está bien, está bien”, un rostro aparece en la pantalla, “mira eso, nuestro amigo Sub-Zero, considerado un peligro por el Rey Dragón, actual dirigente del Outworld. Sí que cambian de gobernantes ahí”.

“Sigue buscando...”.

“Bien, bien, pero como te dije, no hay mucho. Esta esté sujeto..., raro, parece que pudo escapar de una prisión aquí, aunque su crimen original es poco claro...”.

“Ese rostro..., no lo entiendo”.

“¿Sigo buscando?”.

“No, ¿hay forma de que me puedas pasar esa información?”.

“Claro, ¿tienes un CD?”.

“¿Qué?”.

“Es broma, creo que hay una forma aquí, veamos”. En una maquina empieza a formarse una placa metálica que lentamente se afina y empieza a grabar datos, “¿Eso sería todo?”.

“No, hay algo más”.


Dairou ingresa a la sala con sigilo, pero se sorprende de ver a Nightwolf mirando directamente en su dirección, con Kabal apoyado en las consolas.

“No digas nada, solo ve esto”, y le ofrece una especie de papel metálico.


Kobra intenta golpear a Borraicho que lo esquiva sin demasiados problemas aun sosteniendo a Li Mei que sigue inconsciente.

“Vamos, viejo, detente y pelea”.

“Eres impulsivo muchacho, deberías calmarte y relajarte, parece que dentro de todo tienes potencial pero...”, un golpe de Kobra impacta en la mandíbula de Borraicho y este empieza a sangrar.

“¿Qué te parece esa, viejo? te di con todo y...”, un golpe de Borraicho en el estómago lo deja sin aire hasta que cae al piso respirando con dificultad.

“Te daré la oportunidad de superar esa idiotez que tienes, muchacho, aprovéchala”.

Kira y Jade se mueven grácilmente, sus ataques son escasos, esperando siempre el momento justo. En medio de un salto, uno de los cuchillos de Kira es frenado por la jabalina de Jade, pero con un grácil movimiento, la chica se propulsa haciendo presión en la jabalina y cae a la espalda de Jade. Con el otro cuchillo le hace un corte en su brazo derecho.

“Esto está terminado”.

Jade se da vuelta pero se tambalea, “un veneno”.

“De los mejores”.

Jade cae al suelo por el dolor, pero al instante su cuerpo comienza a arder como echando humo, y la chica se irgue completamente una vez que termina.

“Tiene que ser una broma”.

“Eres una buena guerrera aunque busques métodos rastreros como este, continuemos”.

“No”, Kira tira sus armas al suelo, “me rindo”.

“¿Qué?”.

“Me estoy rindiendo, puedes tomarme de rehén o algo si lo deseas. La verdad esta batalla me importa poco y nada, solo lo hago por el dinero”.

“Yo...”.

“Claro, también puedes matarme si quieres...”.

Jade se la queda viendo mientras a su espalda la lucha sigue. Le incomoda la situación, “Tu...”, las palabras de Borraicho llegan a su mente, “¿Era necesario eso?”. Observa a la otra chica, no parece tener ninguna trampa oculta, la mira con los brazos cruzados y una media sonrisa en el rostro. Sigue quieta mientras Jade le da un jabalinazo en la nuca dejándola en el piso inconsciente. Piensa en terminar con su vida, pero se frena y se marcha a seguir la pelea en otro lado.

Darrius levanta de la cabeza a Scorpion, sus músculos se encuentran agrandados y llenos de cicatrices.

“Bien, me has divertido, pero creo que ya es momento para terminar esto”.

Scorpion se teletransporta unos centímetros más atrás, quedando liberado, y con su espada completamente en llamas lanza un corte en diagonal al pecho de su oponente, y vuelve a teletransportarse lejos. Pese a sus habilidades espectrales está agotado.

Darrius se apaga el fuego con las manos, el tajo sigue abierto y sangrante pese a que parte de la piel esta chamuscada, sus músculos laten intensamente, “vaya, sí que amo este fuego, no es como el común, dame más”.

Darrius empieza a correr hacia Scorpion que levanta su espada. Pero en el camino una especie de energía en forma de estrella le da en el pecho al guerrero de piel oscura y lo tira hacia atrás, “¿Quién osa interrumpir?”, la sorpresa llega a Darrius cuando ve que se trata del mismísimo Dairou, acompañado por Nightwolf.

“Me mentiste”.

Darrius se levanta, pero Dairou corre hacia el con una patada que le da en la cara, y comienza a realizarle cortes por distintas partes del cuerpo.

Scorpion avanza pero Nightwolf lo frena, “no, déjalos”.

“No caigas en su trampa, Dairou”, grita Darrius, “¿Qué te han contado?”.

Darrius intenta agarrarlo, pero Dairou es escurridizo y realiza dos cortes en sus tobillos que lo hacen caer al piso.

“Me mostraron las investigaciones que la Guardia realizó sobre el asesinato de mi familia luego de mi expulsión. Las acusaciones dicen que fue un miembro de los Rebeldes por orden tuya, aun estando en tu celda”, lagrimas caen del rostro de Dairou, “dime que es mentira”.

Darrius sigue en el piso, pero no lo mira, “es la verdad”.

“¿Por qué?”.

Darrius mira hacia Dairou y comienza a gritarle, “por el Orden, por eso, el Maldito Orden es el que da la idea de que una familia es a lo que debemos aspirar. Es una manera de controlarnos..., solamente cuando uno lo pierde todo es que entiende el daño que eso genera, y se puede abrir al caos”.

Darrius vuelve a mirar al suelo, “tu familia murió...”.

“Si”.

“¿Y crees que repitiendo eso, todos llegaran a la misma conclusión que tú? ¿Provocándoles el mismo sufrimiento que tu sufriste?”.

“La Guardia no estuvo para mí, no estuvo para nadie, nunca lo está”.

“Capaz tengas razón, pero esa no es la forma, los Rebeldes merecen algo mejor, un ideal distinto..., pero eres todo lo que tienen ahora”, esas palabras sorprenden a Darrius que vuelve a mirarlo. Dairou mira a Nightwolf, “no puedo matarlo. Lo quiera o no, él es una figura importante para los Rebeldes, tiene los contactos que necesitan para poder hacer frente a la Guardia”.

“Entonces te unirás...”, Dairou le da una patada a Darrius, este no responde.

“No, o por lo menos no ahora, tengo mucho en lo que pensar”, Dairou se marcha desapareciendo entre las sombras. Se escuchan unos aplausos.

Scorpion y Nightwolf se sobresaltan al aparecer Havik a su lado, ya que no lo sienten. El clérigo toma a Darrius del hombro, “bueno, eso sí que salió mal, pero al menos esta todo bastante bien en cierta forma. Vamos Darrius, hay muchas cosas que hacer”.

“No sé quién eres”, interviene Nightwolf, “pero esto no puede quedar así”.

“Oh, pero así quedara. Dairou ya lo dijo. Ninguno de ustedes tiene idea de cómo funcionan las cosas en este reino, los rebeldes seguirán adelante ahora con su líder, y capaz esta situación haga las cosas mejor. Y ustedes..., ustedes tienen lo que buscaban, así que váyanse”, Havik cliquea los dedos, y al instante se arma un portal en el lugar, “esto los llevara al Outworld”.

“¿Cómo hiciste eso?”, pregunta Scorpion.

“En realidad fui yo”, dice Kabal, sosteniendo una máquina, “pero a Havik le encanta el teatro y debo decir que tiene buen timing. Les aviso que es altamente inestable, así que tómenlo rápido”.

“Kabal....”, Nightwolf se dirige hacia este.

“¿Qué?”.

“Me drogaste, me usaste para tus fines, mentiste y traicionaste nuestra amistad...”.

“Hey, todo salió bien, ¿no?, lo mejor posible, hasta para tu amigo Dairou”.

Nightwolf lo sigue mirando, “No importa..., capaz tú mismo no te des cuenta, pero creo que aún hay salvación para ti”. Nightwolf arroja una flecha de energía que llama la atención de Jade y Borraicho con Li Mei ya despertándose, y se arrojan juntos al portal, que desaparece al poco tiempo.

“Supongo que lo que dijo debería importarme, ¿no?”, dice Kabal.

“Como tú quieras”.

“¿Esto nos deja en paz completamente?, con respecto a lo de salvarme de la muerte digo”.

“Oh, Kabal, Kabal”, Havik ayuda a Darrius a levantarse, mientras varios miembros de los rebeldes se enfrentan a la Guardia que intenta atacarles, “eres tan infantil, quédate con la idea de que estamos a mano, y que solo te salvé, en vez de aceptar que te devolví la vida luego de que Mavado te matara. Supongo que para mí es suficiente”.

A medida que se alejan, Kabal se los queda viendo, “busquen a Kobra y Kira”, les grita a sus hombres, “nos vamos”.


Scorpion, Li Mei, Nightwolf, Jade y Borraicho caen a través del portal una vez más al Outworld. Se encuentran en las montañas cercanas a Lei Chen, cae lluvia desde lo alto, así que se meten en una cueva a refugiarse.

“Que inútil que fue esto” se queja Scorpion, “otra vez no tenemos nada”.

“Tal vez sí”, dice Nightwolf y saca un papel metálico, “no estoy seguro pero creo que esta es la persona que los soldados del Rey Dragón buscan”.

“Inesperado”, dice Borraicho, “la edad no concuerda, pero conozco a ese muchacho”.

“Yo también”, dice Jade.

“Y yo, pero no veo donde está la importancia que tiene”, continua Scorpion.

“¿Li Mei?”, pregunta Borraicho.

“No tengo la menor idea de quien es”.

“Ya veo..., yo creo saber dónde podemos encontrarlo, y capaz obtener respuestas”.



La prisión del Seido se encuentra completamente destruida, una figura avanza mientras los cadáveres de rebeldes del Seido, miembros de la Guardia y Black Dragons son levantados.

“Señor”, le dice uno de los trabajadores que pasa por ahí, “lamentablemente no tenemos prisioneros, todos los que fueron capturados vivos se suicidaron al instante. Pero descubrimos que accedieron a nuestra base de datos. Han borrado todo lo que teníamos sobre los Rebeldes, pero creemos que las copias de seguridad han funcionado. Y además han buscado información sobre estas personas”, le entrega un manojo de hojas. El sujeto lo levanta y empieza a pasarlas.

“Ya veo”, dice Hotaru, “así que son aliados de Sub-Zero..., preparen mi armadura de guerra. Es momento de que viaje al Outworld una vez más”.

Continuara...


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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 14

Mensaje por The ST. Jimmy » Dom, 21 Abr 2019, 20:21

No puedo creer que metiste a Capushikana en todo esto.

Ya se empieza a ir todo al joraca. Me sorprende como planteaste a Darrius. Aunque a decir verdad, ando bastante perdido con la linea cronologica y me mezcle mucho, especialmente con todo lo que fue los momentos de Shujinko.

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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 14

Mensaje por The Shaolin Nun » Mié, 08 May 2019, 08:36

Qué interesante fue lo de Darrius, y Hotaru llegando de pronto a encararlo. Me encanta todo lo que ha pasado hasta el momento con el Seido y los detractores, como Darrius. Incluyo también lo de Dairou. Me encantó la parte en donde se revela lo de la muerte de su familia y que el causante fue el mismo Darrius. Ha tenido un gran papel en estos capítulos.

A ver qué pasa en el siguiente.
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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 14

Mensaje por Error Macross » Vie, 13 Dic 2019, 21:06

Bueno, me cansa un poco repetirme, pero aqui vamos con esto, disculpen la gigantesca tardanza, me sorprende haber tardado tanto en escribir este capitulo, teniendo en cuenta que como casi siempre, lo arranque masomenos cuando termine el capitulo anterior, cosas de la vida.

Como me doy cuenta que la gente a veces se pierde, vamos a repasar algunas cosas previas a este capitulo para que quede todo claro. En el presente, luego del quilombo en el Seido, Borraicho y compañia ya saben quien es el misterioso personaje que el Seido y aparentemente los soldados de Onaga estan buscando, y es alguien que tanto Borraicho como Jade, Scorpion y Nightwolf conocen. Mientras, Darrius vuelve a dirigir a los rebeldes del Seido despues de haber sido enviado a prision por Shujinko hace muchos años, y Kabal y sus Black dragon se marcharon luego de colaborar en la liberacion de Darrius. Por otro lado, la guardia de Seido tambien busca a Sub-Zero por acuerdo con Onaga, y ahora el mismisimo Hotaru ha decidido tomar cartas en el asunto e ir el a por el guerrero de hielo. ¿Quien es el misterioso personaje que Onaga busca? ¿Que decision tomara Dairou ahora que sabe el secreto de la muerte de su familia? ¿que haran los Black Dragon ahora que Kabal pago su deuda con Havik? ¿Podra Sub-Zero vencer a Hotaru? bueno, nada de eso sera respondido aqui, ni proximamente. Este es un capitulo 100% en el pasado dedicado a Shujinko. La ultima vez que lo vimos, Shujinko ya consiguio los Kamidogus del Earthrealm, Outworld, Netherrealm y Chaosrealm, pero antes de seguir su mision, Damashi le permitio participar en el Mortal Kombat contra el Outworld, el mismo de la primer temporada del fic (o sea el del primer juego, ya saben), asi que en esas estamos.



Las puertas de la posada se abrieron y una misteriosa figura encapuchada ingresó, mojada por la tormenta que caía afuera. Muchos de los presentes levantaron la mirada pero ninguno la mantuvo demasiado, no parecía alguien de dinero. Se acercó al posadero.
“¿Que estás buscando?”, preguntó este con desgano.
“Información”, dijo Shujinko en perfecto inglés sacándose la capucha, y colocó una foto en la mesa, “su nombre es Shang Tsung, escuché que ha sido visto por aquí”.
“Puede ser, pero no estoy muy seguro”.
Claramente algo sabía. A Shujinko no le gustaba tener que obtener información así, pero colocó los billetes en la mesa. No entendía el funcionamiento del papel moneda ni lo sentía práctico, pero hacia mucho que había comprendido que las monedas de oro llamaban demasiado la atención.
“Bien, bien”, dijo el sujeto tomando el dinero, “no sé nada de ese tipo, pero no eres el único que ha preguntado por el recientemente. El otro está sentado al fondo”.
Le señaló una mesa ubicada en la esquina más oscura del local, no se veía mucho, pero efectivamente había una figura sentada, tenía anteojos de sol pese a la escasa luz, y tomaba una bebida caliente tranquilamente. A su costado descansaba una espada envainada.
Shujinko se sentó enfrente en la misma mesa, el sujeto no pareció reaccionar a su llegada.
“Tengo entendido que buscas a Shang Tsung, ¿sabes dónde encontrarlo?”.
Su interlocutor tomó lentamente un sorbo antes de hablar, “así es, lo estoy buscando, tengo unas cuentas pendientes con él, ¿tú también?”.
“No exactamente”, la mirada del otro sujeto no reaccionaba a los movimientos que el realizaba, como si no lo estuviera viendo o lo ignorara, “me interesa hacerle una oferta”.
“Es un magnate conocido, podrías comunicarte con su empresa”.
“Ese camino no lleva a ninguna parte, nunca nadie se ha comunicado con él en persona, siempre con intermediarios”.
“Capaz no tienes idea de con quién te estas metiendo, puede ser peligroso”, no parecía estar diciéndole de ser cuidadoso, más bien parecía tratarlo de idiota.
“Se más de lo que tú crees”.
“Ilústrame”.
Shujinko pensó en mentirle, pero por alguna razón sentía que se iba a dar cuenta de que lo hacía, así que decidió contarle la verdad. No dijo nada de su misión, pero sí de la existencia de los reinos y de la importancia que el Mortal Kombat representaba para el mundo. El otro no se sorprendió ante nada de lo que dijo.
“Interesante”.
“¿Me crees?”.
“No estoy seguro, pero no sería lo más extraño que he vivido, además explica muchas cosas”.
“¿Cómo qué?”.
“Al igual que tu escuché rumores de que Shang Tsung se encuentra por aquí. Dicen que busca a un guerrero poderoso que vive en las Montañas cercanas al pueblo. Supongo que para invitarlo al torneo que dices. He intentado encontrarlo pero no he conseguido ninguna información al respecto y ningún camino me ha llevado a algo”.
“Ya veo…, me llamo Shujinko”.
El sujeto dudó unos segundos, “Kenshi”.
“Bien, Kenshi, ya que ambos buscamos lo mismo, creo que podríamos compartir información”, Shujinko extendió la mano. Kenshi pareció dudar pero respondió al saludo. Hubo ciertos detalles que Shujinko notó en el movimiento. Como si Kenshi no pudiera ver su mano, pero eso claramente no podía tener sentido.

Esa noche Shujinko no podía dormir tranquilo en la habitación que había pedido. Después de tanto tiempo, por fin se encontraba cerca de Shang Tsung. Aunque Damashi le había dado la oportunidad de participar en el torneo, no se había vuelto a contactar con él ni le había ayudado de ninguna forma. Claramente debía verlo como un desvió de la verdadera misión, pero tampoco aparecía para expresar su disconformidad.
Los primeros intentos de rastrear al hechicero a través de sus empresas oficiales resultaban en nada, era prácticamente inencontrable e irrastreable, muy pocas veces realmente parecía ser el que tomaba las decisiones y ninguno de sus empleados o trabajadores tenía siquiera idea de donde se encontraba. Solo algunos rumores sueltos le habían permitido llegar a donde estaba ahora. Era más que claro que las empresas de Tsung eran solo una forma de que el hechicero tuviera más facilidad para moverse por el Earthrealm y obtener información útil. Muchos de los que formaban parte de ellas no debían tener ni idea de quien era su jefe, e incluso estaban capacitados para seguir con su trabajo sin necesidad de que este estuviera presente. No era algo tan extraño en el Earthrealm en realidad, donde muchas veces los jefes de las empresas solo están para aportar el capital monetario que ni siquiera administran, y aparecer públicamente en los casos en que fuera necesario, pero Tsung mantenía un perfil bajo de todas formas, y ni siquiera sus aliados y rivales empresariales sabían demasiado sobre él.
Pero aun así lo que lo mantenía despierto no era solamente la expectativa ante la situación, o su dificultad para comprender a Damashi, era algo más. Era una sensación que lo cubría todo, y que de alguna forma, parecía estar llamándolo. Decidió levantarse, y casi por movimiento automático, salió del hotel para dirigirse hacia las montañas, y caminó.
No recuerda cuanto tiempo deambuló. Aunque tenía una gran capacidad para la escalada, incluso anterior a que recibiera sus poderes, hacia tanto tiempo ya de la última vez que la había aprovechado, que pensaba que tendría dificultades para subir las empinadas montañas. Pero no fue así, nunca le había sido tan fácil, de alguna forma podía predecir cada paso, cada movimiento, y de esa manera evitar cualquier posible accidente por mínimo que fuera.
Eventualmente al subir una última parte, se encontró en una pequeña pradera, adelante suyo, iluminado por la luna, se encontraba una persona sentada en la posición tradicional de los indios norteamericanos, que dio vuelta la cabeza al verlo llegar.
“Bienvenido, te estaba esperando”, le dijo Nightwolf.

Este no es nuestro mundo, este es el mundo de:
Mortal Kombat, Batalla de los 6 reinos: “Engaño”, capitulo 15: “La pureza del alma”.

Shujinko pasó varios días viviendo en la aldea de Nightwolf. Pese a su alejamiento del resto del mundo, el cacique poseía una gran capacidad intelectual y se había educado fuera de su aldea en distintas escuelas y universidades. Sus conocimientos abarcaban muchos campos, pero principalmente la espiritualidad y la psicología.
De alguna forma, él había sentido una gran oscuridad saliendo del alma de Shujinko, y consideraba que era necesario purgarla. A diferencia de otros entrenamientos, este era más espiritual que físico, y el guerrero obtuvo la capacidad para obtener energía espiritual externa, así como también para entender su alma de una forma muy distinta.
La mañana del suceso Shujinko estaba revisando sus cabellos, notando que estaba teniendo las primeras canas, ya sea por el esfuerzo a que su cuerpo se venía sometiendo desde hace tanto o simplemente por la edad, lentamente iba envejeciendo. Pero no tuvo tiempo para preocuparse, hubo una llamada de alarma y todos los miembros de la aldea se estaban congregando en los límites de la misma.

“¿Qué ha pasado?”, preguntó Shujinko a Nightwolf.

“Algo que he querido evitar, pero ya no va a ser posible”.

Shujinko observó, y vio como entre las últimas rocas de los picos que llevaban hasta el páramo donde se encontraba la aldea, avanzaba un anciano, prácticamente calvo, de larga barba blanca. Y aunque estaba evidentemente cansado y aparentaba ser de una edad muy avanzada, no pudo evitar notar que su ropa, una túnica azul y oro de elevada calidad, se encontraba inmaculada.

“¿Oh, jóvenes, tienen algún lugar para que este anciano pueda descansar?”, dijo el sujeto, con una voz claramente débil.

“No engañas a nadie, hechicero”, dijo Nightwolf mientras todos los miembros de su aldea seguían en posición de batalla.

El rostro del anciano cambió, dejando bien en claro que estaba enojado, y se irguió sin problemas, “tú debes ser Nightwolf, ¿verdad?, te estaba buscando desde hace mucho”.

“Y yo estaba evitando que me encontraras”.

“Si, supuse que serias tu”, el anciano sonrió con dientes amarillos, “no cualquiera puede evitar ser detectado por Shang Tsung, muchacho, deberías sentirte honrado”.

Shujinko se sorprendió por lo que escuchó, había visto imágenes del hechicero, pero de cuando este era joven, claramente los años le habían llegado.

Tsung avanzó, pero los arcos de todos los miembros de la aldea se tensaron y se detuvo, “¿Qué vienes a hacer acá?”, dijo Nightwolf.

“Vengo a invitarlo a usted, honorable cacique, a participar de un torneo organizado por mí, el Mortal Kombat. Creo que su nivel es más que suficiente para que sea un interesante candidato para el triunfo”.

Shujinko no sabía qué hacer, pero simplemente observó a Nightwolf, ¿Qué decisión tomaría?

“No me interesa, no busco el éxito o la fama, y nada que me ofrezcas cambiara eso”.

“Ya veo, la verdad es una lástima, cuesta encontrar guerreros interesantes, muchos hubieran apostado por usted”.

“Si, una lástima, ahora váyase antes de que se colme mi paciencia”.

“De acuerdo”, el hechicero se dio vuelta, pero entonces Shujinko lo detuvo.

“Señor Tsung, yo si tengo interés en participar en su torneo”.

Tsung se dio vuelta sin ganas, “¿Quién eres tú, niño?”.

“Yo...”.

“No es de mi aldea, pero es un guerrero capaz”, dijo Nightwolf, “es libre de tomar las decisiones que quiera”.

“Ya veo, pero una plaza no se consigue con solo pedirla, me interesa ver de que eres capaz si estas tan confiado”.

Shujinko se acercó al hechicero y se puso en posición de batalla. Por lo poco que sabía Tsung tenía la capacidad de copiar las habilidades de sus enemigos. Los rumores decían que podía transformarse en lo que él quisiera, pero además podía replicar los poderes de aquellos en los que se transformaba si había pasado recientemente por algún lugar donde estos hubieran estado. Estas replicas no llegaban al poder verdadero de aquellos a los cuales imitaba, pero le daban una variedad de habilidades enorme. Y por si esto no fuera suficiente, si consumía las almas de sus enemigos no solamente podía transformarse en ellos libremente y sin restricciones, sino utilizar sus poderes al máximo potencial. Si tenía alguna ventaja era simplemente porque no sabía si Tsung podía copiarle a él, y la diferencia de edad.

“Eres particular”, dijo Tsung, claramente estaba sondeando a Shujinko no solo con sus ojos, sino también con sus habilidades, “aunque no entendería en que”.

Sin avisar, lanzó una bola de fuego desde sus manos. Shujinko se sorprendió de la rapidez y la fuerza del ataque, al punto de que a duras penas pudo esquivarlo sin tener que usar las habilidades que había copiado de Havik. Prefería no revelar completamente de lo que era capaz si no era necesario.

Intentó moverse hacia Tsung, pero este levantó los brazos y bolas de fuego comenzaron a salir del suelo. Logró saltar hacia arriba usando disimuladamente un poco de la telequinesis de Ermac para levantarse sin llamar la atención. Evidentemente Tsung lo quería lejos suyo, así que se aseguró de llegar ante él.

Fue muy rápido, más de lo que pensó que podía llegar a ser, pero aunque simplemente intentó hacer un puñetazo con energía, el anciano lo esquivó con un rápido movimiento hacia el costado, y le dio un golpe con el canto de la muñeca en el cuello. Shujinko quedó desorientado por la rapidez y la fuerza del movimiento, pero antes de recibir otro golpe se corrió hacia el costado. El anciano lo miraba con una sonrisa en el rostro, evidentemente solo estaba jugando, pero Shujinko no sabía hasta qué punto esta pelea iba a ser en serio.

Aunque ya había escuchado de los poderes de transformación del hechicero, fue sorpresivo verlo transformarse en Nightwolf casi al instante. Formando un arco y flecha espirituales arrojó una contra Shujinko. El movimiento fue tan sorpresivo que una de las pocas cosas que se le ocurrió al guerrero fue usar las habilidades que el propio cacique le había mostrado. Su cuerpo brillo, volviéndose intangible ante el proyectil en base a energía espiritual. Sin embargo, la flecha aun así le hizo doler, y se agachó para tomarse el pecho.

Tsung sonrió y al instante su cuerpo cambió de forma otra vez, convirtiéndose en Shujinko, pero entonces su rostro puso una mueca extraña, y volvió a su forma original. Lentamente se acercó a Shujinko, que estaba respirando entrecortadamente por el dolor en el pecho.

“Supongo que es suficiente, muchacho”, dijo Tsung, “has demostrado tener lo que hace falta”, sin embargo no parecía contento, de algo se había dado cuenta al transformarse, capaz había comprendido la verdad de los poderes de Shujinko, o algo más.

Le extendió una nota al guerrero, con una dirección muy poco detallada y una fecha.

“¿Qué es esto?”, preguntó Shujinko.

“La salida de mi barco hacia la isla donde se realizara el torneo. Felicitaciones, has conseguido una plaza para el Mortal Kombat”.

Shujinko no sabía si ponerse feliz o no por eso, se sentía dolorido, pero aun así suponía que Tsung no había comprendido los alcances reales de su poder.

“Allí estaré”.

“Perfecto, no esperaba menos”, Tsung dirigió su mirada a Nightwolf pero ni él ni el cacique dijeron nada, y finalmente se marchó.

Nightwolf se acercó a Shujinko, “¿te encuentras bien? ven conmigo, debes descansar”.

“No, estoy bien”.

“¿Has conseguido lo que buscabas?”.

“Eso creo”.

“Entonces supongo que está bien”.

“Este torneo..., no es por la fama, es algo más grande”.

“Lo suponía, Shujinko, pero mi lugar no es ahí”.

“¿Cómo lo sabes?”.

“Hace mucho tiempo que el hechicero intenta encontrarme. Mis poderes le dan miedo, no sé porque, pero claramente el solo quiere que participe para tenerme en un lugar donde el impone las reglas. Hará lo que sea necesario para matarme. Pensé en aceptar su propuesta, ya que algo de mi entiende que esto es más que un torneo, pero sabía que vos ibas a participar, y supuse que sería suficiente”.

“Entiendo. Ahora debo marcharme, gracias por todo, Nightwolf”.

“Ten cuidado, Shujinko”.

El guerrero se marchó, el dolor se iba calmando. Sintió el viaje de regreso mucho más corto.

Encontró a Kenshi de manera muy similar a como se vieron la primera vez, aunque suponía que no se había quedado quieto en el mismo lugar. Le contó todo, y que no pudo hacer nada para detener a Tsung. Además le pasó los datos del horario en que el barco zarparía. No supo si el otro le creyó todo lo que le dijo, pero asintió y se marchó.

Aún faltaba para la fecha, debía prepararse y estar listo, seguramente no sería el único representante del Earthrealm. Aunque no le gustaba la idea, volver a los templos del Lobo Blanco podía ser su mejor opción, seguramente ellos mandarían un campeón a participar. Una voz lo sacó de sus pensamientos.

“SHUJINKO, ¿QUÉ HAS HECHO?”.

“Damashi, ha pasado tiempo. He conseguido una plaza para participar del Mortal Kombat, por fin podre proteger a mi reino”.

“ERES EL CAMPEÓN DE LOS ELDER GODS, TU DEBER ES PROTEGER A TODOS LOS REINOS. Y LO QUE HAS HECHO NOS ALEJA DE TU VERDADERO OBJETIVO”.

“¿De qué hablas?”.

“TU ALMA..., LA HAS PURIFICADO, ESA OSCURIDAD QUE HAS TENIDO ES NECESARIA PARA AQUELLO QUE DEBES HACER, SINO LOS ULTIMOS KAMIDOGUS TE SERAN ESQUIVOS”.

“Damashi..., yo..., ¿Qué debo hacer?”.

“DEBES IR AL NETHERREALM UNA VEZ MAS, Y PERMANECER EL TIEMPO QUE SEA NECESARIO PARA QUE TU ALMA VUELVA A RECIBIR ESA OSCURIDAD QUE TE HAS QUITADO”.

“No”, de todos los reinos, el único al que Shujinko no quería volver era al Netherrealm.

“¿TE ATREVES A DESAFIARME?”, Shujinko se sentía enfurecido, no sabía que contestar, pero aun así estaba calmo, distinto a siempre, y lentamente empezó a notar que Damashi se veía distinto, como si hubiera algo detrás de esa esfera luminosa que se le aparecía siempre, “DISCULPA MI EXABRUPTO, PERO LOS REINOS TE NECESITAN, Y ESTO ES MAS IMPORTANTE QUE SOLO EL EARTHREALM, RUEGO QUE LO ENTIENDAS”.

Damashi desapareció en ese momento, Shujinko se quedó absorto sin poder determinar qué es lo que le parecía tan raro en la forma de su mentor. No sabía que hacer..., pero las últimas palabras de Damashi tenían razón en algo, debía preocuparse por más que solo el Earthrealm. Apretó con fuerza el papel que Tsung le había dado. No quería abandonar la oportunidad de participar en el Mortal Kombat, pero su misión era más importante y debía cumplirla.

Aunque eso significara volver al mismísimo infierno.

Continuara...
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Re: Batalla de los 6 reinos: Engaño, capitulo 15

Mensaje por The Shaolin Nun » Dom, 15 Dic 2019, 06:23

Nuevo capítulo, ¡qué bien!

Lástima que se le frustraron los planes a Shujinko de asistir al torneo -invitado por el mismo Shang Tsung-, por la causa de "Damashi". Fue muy buena la lucha entre él y el hechicero. Me gustó la parte en donde se hizo presente en la aldea de Nightwolf, a través de una treta infructuosa, queriéndolos engañar.

Toda la purificación de Shujinko básicamente fue en balde y tendrá que corromperse en el Netherrealm otra vez. Qué mal. (:doh)

¡Muy buen capítulo!
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