Un Destino Diferente

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Acero_12
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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por Acero_12 » Lun, 26 Ene 2015, 02:40

¡Hola! ¿Cómo andan? Primero que nada ¡Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo! Perdonen no haberles traído nada, pero no tenía el capítulo terminado (hasta hace unos momentos). En fin, el capítulo no tiene alguna inclusión del torneo, así que ustedes verán algo que va más apuntando al futuro del mismo. Les quiero recordar algo: tomen las visiones con pinzas, porque pueden ocurrir o no.
Por cierto, quiero aclarar algo que Linkin Ramón me recordó y le agradezco un montón: Argus NO es un Elder God aquí. Más adelante, se explicará el motivo, pero, capaz y algo entienden con el final del capítulo.
Es un capítulo largo, les aclaro, y tendré que ponerlo en dos posts.

¡Que empiece el combate!

Capítulo 17: ¡Salva a Sareena, Bi Han! Parte 2.

—Ya está — dijo Magnus, levantándose de una cama y sentándose en una silla; el humano se puso una toalla en la parte baja de su torso y se sentó en una silla.
—No has estado nada mal, Magnus — respondió Ashrah, con una bata y acercándose a él, sentándose encima de sus piernas —; de hecho, estuviste muy bien…
—Gracias — respondió, acariciando su rostro —; tú tienes tu toque. Me costó por tú traje de monja, pero luego recordé que eras un demonio… y un demonio muy sexy.

El humano metió su mano dentro de la bata de Ashrah, cuando fue interrumpido por un conocido de ambos.
Magnus dejó a Ashrah sentada en la silla y fue a ver quién interrumpía. Al ver a Kenshi, el humano lo saludó y le preguntó que ocurría.

—Como Shinnok hoy dio un día libre, te venía a pedir ayuda para rescatar a Sareena y sus amigas.
—¡¿Sari?! — preguntó Ashrah.
—Sí; rescataremos a las chicas. ¿Nos van a ayudar? — preguntó el espadachín.
—¡Sí! ¡Ahora voy para allá! — gritó la monja, tomando su espada y cambiándose en cuestión de segundos, para irse corriendo por el mismo camino de donde Kenshi vino.
—Sé que…
—Oh, no; ni me lo pregunto: tú eres un ganador nato, Magnus y te felicito. Es la tercera.
—¿De qué…?
—Yo ya sé lo de Sindel y Jade, guerrero. Estás dejándonos sin comida, Magnus.
—¿Te interesan las chicas?
—Soy ciego, Magnus; no soy marica ni castrado…
—Ya, ya; lo entendí. Acompaña a Ashrah y yo buscaré ayuda por otro lado.

El espadachín asintió y se fue a buscar a Ashrah mientras Magnus decidió ir a buscar ayuda junto a dos de sus mejores aliados: Johnny Cage y Liu Kang.
Mientras algunos guerreros estaban alineándose para la batalla que estaba por avecinarse, otros estaban cuidando a los caídos en los combates en el templo donde residían los guerreros de la Luz.
Extrañamente, Shinnok le había proporcionados dos habitaciones médicas al templo, con sueros, remedios, desinfectantes y vendajes para que puedan ser atendidos los guerreros derrotados en combate.
La mayoría estaba recuperado de sus derrotas y heridas, pero, habían tres guerreros que se encontraban en estado crítico y sus vidas estaban corriendo un riesgo importante: Daisy, Reptile y Surikizu.
El sauriano había sentido un gravísimo impacto directo por la explosión que Kotal Kahn provocó; la rubia sufrió severos daños en su batalla contra D'Vorah y la inexperiencia de la tercera en una batalla seria, le estaba pasando factura.

—A ver sí se curan de una vez — mencionó alguien que los estaba cuidando.
—Si vas a cuidarlos así; mejor déjame hacerlo solo.
—Como quieras, Baraka.

El tarkatano decidió quedarse a solas a cuidar a su amigo y sus camaradas. Cambió los vendajes de Reptile y acomodó su cama; luego, hizo lo mismo con Daisy y Surikizu.
Baraka miraba el estado de su amigo y podía reconocer signos de preocupación en la cara de Reptile. El sauriano estaba sintiendo dolor por la explosión provocada por Kotal Kahn, o, en su defecto, estaba teniendo una pesadilla. Pero Baraka pensó en no despertarlo, ya que podría causarle cierto daño en su recuperación y lo dejó dormir a solas, retirándose de la habitación.

—Descansa bien, amigo — comentó, dejando la habitación.

Baraka dejó el lugar a solas y descansando a los tres guerreros.
En los pasillos del templo, el tarkatano se encontró a un conocido y miembro de su equipo. El conocido llevaba unos jazmines en una de sus manos, lo que causó cierta duda en Baraka.

—¿Para quién son esas rosas, Cyrax?
—Son jazmines. Y son para Surikizu.
—¡Espera! ¿Te gu...?
—Solo lo hago para que se pueda sentir bien — respondió.

Baraka y Cyrax se separaron y siguieron cada uno su camino. Baraka fue a buscar a su novia, mientras que el cyborg se adentró en la habitación y dejó las flores en un pequeño estante entre las camas de Surikizu y Daisy.

—Espero que nadie sea alérgico aquí… — comentó el cyborg, sentándose en una silla cercana a la cama de la japonesa —. No soy bueno en esto… — comentó, mirando a la chica —…, pero ojalá te mejores, Suri — le hablaba éste, intentando sonar lo más “cariñoso” posible —; me cuesta mucho hablarte, porque eres una chica preciosa y joven, y yo soy una máquina de hojalata amarilla que no sabe cómo expresarse…
—Además de ser desastroso para decirle a alguien que gusta de esa persona.

Alguien interrumpió al cyborg y éste miró a la puerta, encontrándose con Hydro cruzado de brazos. El ninja celeste miraba a su amigo y reía ante los intentos de éste de darle ánimos a la chica.

—¿Te gusta? — preguntó, sentándose en otra silla de la habitación, cerca de su amigo.
—Me parece linda, Hydro. Trato de animarla un poco, porque ha sido bastante maltratada, la pobre.
—Eso me recuerda a cuando te hicieron un cyborg. Te mandaron a buscarte y te capturaron. ¿Cómo fue?
—Diez. Sektor y diez cyborgs me vencieron. Pude matar a unos cuantos, pero me derrotaron y transformaron en uno de ellos — el cyborg dirigió su mirada a la chica y volvió a mirar al ninja —, ¿por qué la pregunta?
—Porque veo que no han podido erradicar al humano.
—¿De qué hablas, Hydro? Soy un puto robot con solo ojos y cerebro de humano, luego soy puro metal.
—La humanidad viene del alma, Cyrax; no del físico. Espero que puedas entender eso — le dijo, mirándolo a los ojos; luego, miró a los dañados —; pobre Reptile, él sí que sufrió — mencionó, quitándose la máscara.

Cyrax quedó impresionado, ya que Hydro jamás se había quitado la máscara… hasta ahora.
Hydro tenía cabello negro hasta los hombros, una contextura física de un chino, bigotes y una barba —solo debajo de su mentón, pero no en los costados del rostro—, del mismo color que su cabello, y una vincha que mantenía su pelo sin estorbar en su frente.

—Si vas a preguntar: es una señal de respeto ante Reptile; el dio todo por su gente y por la Tierra. Le estoy agradecido frente a ésta muestra de respeto.
—Me he dado cuenta — dijo éste, cruzándose de brazos y diciendo —; tú jamás te sacas la máscara.
—Hay dos motivos — mencionó —: el primero es por respeto a Reptile, Daisy y Surikizu — dijo.
—¿Y la segunda?
—Vengo a pedir tú ayuda.
—¿Con qué? — preguntó el cyborg.
—Kuai Liang ha encontrado a las antiguas asesinas de Quan Chi.

Las palabras de Hydro hicieron eco en Cyrax. El cyborg entendía todo a la perfección: de alguna manera, Kuai Liang encontró a Sareena, Kia y Jataaka. Cyrax le debía un favor a Bi Han, ya que el ninja influenció en su recuperación a su alma humana y tenían una gran amistad antes del Torneo de Mortal Kombat.

—¡¿Por qué no lo dijiste antes?! — reclamó el africano, levantándose del asiento.
—Pensé que si fuera brusco…
—No, esto es importante.
—Amigo, cuando estábamos en el Lin…
—No es el Lin Kuei. Aprendí gracias a esto — el cyborg hizo un ademán y mostró un gesto, señalándose a sí mismo —, que ser precavido no sirve en estos casos. Si tardamos, el calvo y el deforme las cambiarán de lugar y buscarán una manera de evitar que las veamos de vuelta.
—Entonces, sígueme — le dijo, sin salir de su asombro.

El ninja se encontró sorprendido y comprendió al cyborg. Hydro se colocó la máscara y ambos decidieron salir de allí. Cyrax se despidió del trío saludándolos con la mano y ambos salieron corriendo hacia donde estaba Bi Han.
Cyrax le seguía el paso a Hydro. El cyborg le preguntó a donde estaba Kuai Liang y éste respondió, así que Cyrax igualó a Hydro en velocidad y el dúo siguió corriendo en dicha dirección.

—Ya que eres menos precavido — comentó el ninja —, ¿te gustan las películas de Johnny Cage?
—Dije no ser tan precavido; no haber perdido el buen gusto, Hydro.
—Algún día actuarás en sus películas.
—Si eso pasa, me pongo una camiseta de los Extension Gunners — apostó, determinado.

Sin que estos lo supiesen, una dama montada en un centauro, estaban espiando sus movimientos y hacia donde se dirigían.

—¿Deberíamos seguirlos, no crees?
—Sakura, ellos no son el objetivo del Emperador. Por ahora, debemos esperar.
—¡Vamos, Quiron! ¡Necesito divertirme un poco!
—No, Sakura; debemos de obedecer. O tal vez Rocko no vuelva…
—A mi no me importa Rocko, si quieres mi franqueza.

La crudeza con la que la mujer de cabellos oscuros le dijo al centauro sobre su “amigo”, lo dejó helado. Quiron miró a Cyrax e Hydro, vio que se fueron, y decidió preguntarle a Sakura el porque de ese sentimiento.

—¿Por qué? Digo, están aquí por él.
—Yo no — respondió —; estoy aquí porque necesitaba saber si esas memorias que leí de Magnus y Andrae eran ciertas. Veo que lo son y no estaban locos — explicó, para luego seguir —. Rocko era malo; él arruinó la relación entre Magnus y Luana con sus mentiras constantes. Nos hizo creer a nosotras que Magnus era un mujeriego. ¿Magnus? ¡Pero si es un pan!
—De hecho…
—¿De hecho qué, Quiron? — preguntó ésta, ante las palabras de él.
—Los rumores dicen que Magnus no es precisamente un virgen…
—¿Eh? Eso es imposible.
—No, es real. Doy mi palabra en que Magnus de la Tierra es un mujeriego en potencia. Y tengo todo el día para demostrártelo.
—Trato hecho, centauro — respondió la chica —. Ahora, es mejor movernos y ver que hará ése par.

El centauro asintió y sé colocó su casco. Quiron comenzó a correr a toda velocidad, mientras que Sakura se mantenía agarrada del lomo de éste.
Aún faltaba un gran recorrido para éste dúo de guerreros.

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Savage estaban caminando por el bosque Lotus, para encontrarse con su amigo Magnus y jugar o charlar un rato, ya que, hacía tiempo que no hacían nada juntos.
El samurái estaba llegando al río, cuando sintió una presencia que lo espiaba. El humanos se agachó y alguien saltó sobre él; Savage sacó sus espadas y las puso en forma de “X”, rodeando el cuello de su oponente, quien era un — o una, mejor dicho —, aliada de éste.

—¡Amaterasu! — Se disculpó, quitando las espadas — ¿cómo has…?
—Tenía que venir. Susanoo me dijo que sí vendría aquí, me llevaría una sorpresa. ¿Qué ibas a hacer, samurái?
—Busco a Magnus. ¿Sabes a dónde se fue?
—Fue a buscar a Liu Kang y Johnny Cage — respondió ésta.
—Bien, gracias — dijo, comenzando a caminar para irse rápido.
—¿Estás seguro de irte? — preguntó ésta; él seguía dado vuelta — Por que puedo darte algo…
—Puedes hacerlo luego — espetó, caminando de espaldas a ella.
—Date vuelta y lo verás — pidió.
—Agh, está bien — bramó éste —. Ni te creas que vayas a… hacerme quedar aquí…

El samurái quedó callado al ver a la Diosa: ella se había quitado su kimono y estaba completamente desnuda, frente al humano. Savage sabía la historia de la Diosa y se preguntaba porque lo había elegido a éste.

—Si vas a preguntar, te responderé rápido — dijo —: tú amigo Magnus me parece lindo, pero necesito a alguien que sea… reservado.
—Magnus es…
—Tal vez — se acercó ella, colocándose frente a él y quitándole el casco —, pero sus secretos terminan saliendo a flote. Espero que esto quede entre nosotros, ¿sí?
—¡Pe... pe… pero!
—Calla, tonto — le tapó la boca con un dedo —; calla y siente, mi joven samurái.

La Diosa besó al samurái y comenzó a desvestirlo lentamente. La Diosa del Sol extraña vez mantenía relaciones sexuales con alguien, pero dicen que cuando lo hacía, podía estar días enteros manteniendo sexo sin descanso.

—“Vamos a ver si lo del mito es verdad” — pensó, mientras tomó a la Diosa y le apretó el muslo, haciendo que ella se excite…

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Magnus había llegado a donde estaban Liu Kang y Johnny Cage. Estos estaban jugando al Ajedrez, donde, Johnny Cage estaba ganando. Al ver al humano, Cage decidió terminar el juego y derrotó al shaolin, dejándolo sorprendido.

—La próxima vez, dame un reto, Liu — espetó el actor.
—Tienes que estar bromeando…
—No importa; ahora, debemos atender tú duda, Magnus.
—Quieren rescatar a Sareena y sus amigas.
—¿La chica de Bi Han? — Preguntó el actor — ¡Pues vamos, mariquitas! ¿Qué hacemos aquí?
—Bien — respondió el castaño —, vayamos antes de que…

El humano no terminó de hablar, porque vio a la Princesa Kitana dirigiéndose a éste con sus abanicos, decidida a atacarlo. El humano se da cuenta y esquiva el corte que la edeniana intentó hacerle.

—¡Cerdo! ¡¿Cómo te atreves a arruinar mi vida?! — cuestionó la chica, enfurecida.
—¿De qué hablas, Kitana? No te he hecho nada — respondió el humano, mientras esquivaba los ataques de la chica.
—¡Mi madre y mi mejor amiga están peleadas por tú culpa, Magnus de la Tierra! — Le gritó — ¡Nunca te lo perdonaré! — exclamó.

Kitana miraba con sumo desprecio a Magnus y éste no deseaba lastimarla, pues era una aliada de su equipo y él no atacaba a aliados.
La mujer le hizo un corte en uno de sus brazos, pero él no deseaba atacarla, así que decidió convencerla de cesar.

—Kitana, tú madre y tú amiga están grandes para elegir su destino — mencionó, intentando calmarla.
—¡Cerdo! — Gritó, más enojada — ¡Evitaste que mis padres vuelvan a estar juntos! ¡Y mi mejor amiga podría estar con alguien mejor que…!

La princesa no pudo terminar de hablar, ya que cayó al suelo convertida en un bloque de hielo. Al caer el cuerpo de Kitana, Bi Han estaba detrás de ésta.

—No voy a perder mi tiempo en esto. ¿Quién me ayudará a rescatar a Sareena?
—Te hubiese ayudado, de no ser que has congelado a mi novia — espeto Liu Kang.
—Yo te ayudaría, pero no lo sé… — dudó Cage.
—Cuenta conmigo, Bi Han — afirmó con seguridad Magnus.
—Sabía que podía contar contigo, Magnus. Espero que ustedes dos aprendan algo de él — les dijo el ninja, yéndose con el humano a toda velocidad.
—¡Magnus, tienes que entrenar para el torneo! — le recordó Liu Kang.
—¡El Torneo puede esperar! — Contestó — ¡Debo ayudar a un amigo! — concluyó, retomando la concentración en el camino.

Ambos se fueron a buscar más aliados. Por ahora, eran ellos dos, Ashrah, Kenshi, Kuai Liang, Cyrax e Hydro. ¿Ayudaría alguien más en el rescate a Sareena?

—Maldito Bi Han; me las pagará — susurró el shaolin, intentando descongelar a su novia.

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En tanto, Cyrax, Kenshi, Ashrah, Kuai Liang e Hydro se habían reunido en los límites de Lotus — el lugar de donde venía la presencia de Sareena, según Kuai Liang —. Los cinco estaban en diferentes poses: Ashrah estaba cruzada de brazos y pies, con una cara denotando poca paciencia; Kuai Liang e Hydro intentaban encontrar el punto de entrada, sin éxito alguno; Cyrax estaba observando el paisaje —ya que nunca estuvo allí —; y Kenshi estaba meditando en el suelo.
Los cinco sintieron unos pasos. Decidieron dejar lo que hacían y prepararse para luchar, pero bajaron la guardia al ver a dos ninjas familiares para estos:

—¡Tomás! ¡Hanzo! — Exclamó Kuai Liang — ¿Qué hacen aquí?
—Vinimos a ayudar, tonto —le contestó su mejor amigo —; veo que no han encontrado la entrada.
—No; es imposible de hallarla, Tomás — dijo Hydro.
—No es imposible, en realidad, es muy posible, Marío — contestó el checo.
—Está debajo nuestro — acató el ninja amarilo — ¡Espera un momento! ¡¿Hydro se llama Marío?!
—No se que esperas, si soy de Croacia, Hanzo — explicó el ninja celeste.
—No van a empezar sin nosotros, ¿no? — preguntaron dos guerreros en particular, quienes tardaron porque decidieron buscar un poco más de ayuda.
—¡Hermano! ¡Magnus! — Kuai Liang mostró su felicidad y asombro, pero luego, vio a quien habían traído y quedó boquiabierto — ¡¿Baraka?! ¡¿Kintaro?!
—Me dijeron que podía ayudar y les dije que sí — explicó el tarkatano.
—¿Y Reptile?
—Los gemelos traslucidos lo cuidarán — comentó, en referencia a Khameleon y Chameleon.
—Y yo vine para fortalecer mis lazos con los humanos — dijo el shokan; el resto lo miró en silencio — ¿Saben? Que sea una mole de cuatro brazos con piel de tigre y garras, no significa que sea una bola de grasa o músculos que solo piensa en comer y matar.
—Cada día me sorprendo más con éste equipo — comentó el ninja amarillo —. Kintaro, golpea al suelo con todas tus fuerzas.

El Shokan asintió y decidió golpear con sus cuatro brazos al suelo, provocando un temblor en la zona. Los guerreros se agarraron de donde pudieron — de sus armas, quienes las tenían; Magnus clavó sus garras en el suelo —. Al no ocurrir nada, Kintaro intentó con un segundo golpe conjunto, sin lograr efecto alguno.

—Esto no funciona… — dijo el ninja amarillo.
—Tengo una idea — mencionó el shaolin —; Bi Han, Kuai Liang: congelen el suelo.
—¡Pero…!
—Pero nada. Chicos, yo me encargaré de esto — dijo.

Magnus hizo un ademán y le pidió a los demás guerreros que se muevan un poco; luego, le pidió a Bi Han y Kuai Liang que congelen el suelo, seguido de ello, le dijo a Kintaro que golpee el suelo congelado y el Shokan lo obedeció sin titubear.
El suelo tuvo una grieta y el suelo se desintegró. Kintaro saltó un poco más lejos y cayó cerca del hueco, pero a salvo del gran hueco que se había provocado. Los demás, hubiesen caído de no ser porque Magnus y Kenshi los salvaron con sus poderes — magnéticos y kineticos, respectivamente —. Scorpion les dijo que podían bajarlos, ya que él sabía el camino y como llegar.

—El agujero no existe como tal — explicó, pisándolo y demostrando, que era un espejismo —; es la puerta a la entrada de la prisión del Netherrealm.
—¿Y cómo entramos, Hanzo? — preguntó el ciego.
—Fácil — respondió, sacando una de sus espadas y haciendo un corte en un lugar del espejismo, provocando que éste desaparezca y muestre la puerta, en efecto.
—Inteligente — expresó el cyborg.

Los once guerreros iban a entrar a la prisión, pero unos rugidos espantosos los hicieron ponerse en pose de lucha y mirar detrás de estos. La sorpresa no fue grata para ninguno de estos, en especial, para Ashrah, Bi Han y Magnus, quienes recordaban a éste enemigo en particular…

—¡Bi Han, debes salvar a Sareena! — Exclamó el espadachín — Nosotros nos encargaremos de él.
—Te ayudaremos — dijeron al unísono el humano, la demoniza, el Shokan y el Tarkatano.
—Vendremos a ayudarlos en cuanto saquemos a las chicas de allí — prometió el hermano mayor de hielo.

Bi Han, Kuai Liang, Scorpion, Smoke, Cyrax e Hydro ingresaron a la prisión. En tanto, los cinco guerreros se estaban preparando para luchar. La bestia los miraba con sumo desprecio y rencor; tenía deseos de venganza contra aquellos que lo derrotaron en el pasado.

—Si crees que podrás con nosotros — dijo la castaña, sacando su espada —, lamento decirte que estás muy equivocado, perrito.

El perro lanzó un rugido y una llamarada de fuego, esquivada por el quinteto. Baraka salió sus cuchillas, Kintaro cuatro garras que usaba para luchar; Magnus sus dos garras y su mini sierra; y Kenshi desenfundó a Sento. Los cinco se lanzaron al ataque, con la misión de hacerle ganar tiempo a sus colegas.
Cerberus expulsó una llamarada de fuego de su boca derecha, la cual casi incinera vivos a Baraka y Kintaro. El Shokan sintió un escalofrío, porque recordó cuando quemó vivo y desfiguró a Kabal en el pasado.
Magnus creó una bola de trueno y la dirigió contra la bestia, que contraatacó con una de sus patas, intentando aplastar al humano — que se tele transportó y lo evitó —. El humano tomó un pedazo de metal cercano a él y trató de meterlo en el cuerpo de Cerberus — lanzándolo con sus poderes —, quien destrozó el pedazo con sus dientes y expulsó una llamarada de hielo al humano.

—¡Magnus!

Kintaro exhaló aire y creó una llamarada de fuego, lo suficientemente fuerte para evitar que el hielo congelase a su amigo. Magnus creó una potente correntada de trueno y la concentró en sus manos, dirigiéndola a la bestia, que se defendió con unos rayos lanzados de su boca izquierda. Ambos ataques chocaron y provocaron una gran explosión, que, al disiparse, se logró ver que no habían sufrido daño ninguno de los dos guerreros. Sin embargo, Magnus y Ashrah estaban sorprendidos, ya que Cerberus no manejaba el hielo y el trueno en su última pelea.

—Parece que el perrito aprende a usar técnicas de otros en próximos combates — dijo la monja, que recibió un corte de las garras de la bestia, desgarrando su ropa.

Ashrah atinó a cubrirse sus partes íntimas, ya que la bestia la había dejado completamente desnuda.

—¡Por Dios, las tiene más grandes que Mileena! — gritó Baraka, recibiendo un golpe de Kenshi — ¡¿Y eso por qué fue?!
—Porque eres un atrevido — contestó —. Como desearía ver en estos momentos — pensó, para sí mismo.

Al ver esto, Magnus se quitó la remera y se la dio para que ella pueda cubrirse — al ser Magnus más grande, la remera de éste cubría hasta las rodillas de ésta —.

—¡ Magnus, te agradezco tanto! — Exclamó ella, abrazándolo —, pero tú odias pelear sin remera.
—No voy a permitir que quedes desnuda, Ashrah — le sonrío, mientras vio como sus amigos tenían problemas.

Cerberus había golpeado con una de sus garras a Kintaro, logrando inhabilitar al Shokan en la lucha. La bestia tomó con una de sus patas al Shokan y lo mandó a una de sus bocas, comenzándolo a morder rudamente.

—¡Kintaro! — gritó Baraka.

Magnus dio un salto y despegó un pedazo de metal del suelo, golpeando a la bestia en una de sus cabezas; la bestia soltó al Shokan — quien fue atrapado por Baraka —. Cerberus miró a Magnus, que había caído al suelo y estaba listo para luchar.

—¡Vayan! — Ordenó al resto — ¡Yo pelearé contra él!
—¡No! ¡Todos debemos pelear contra él! — respondió el espadachín.
—Kenshi, debemos salvar a Sareena.
—Tal vez, pero no te voy a dejar solo — el espadachín tomó a Sento y creó diez avatares de energía, los cuales se dirigieron hacia la bestia.

Los avatares de Kenshi atacaron a distintas partes del cuerpo de Cerberus. Aunque estos solo eran la distracción del espadachín:
—Baraka, Ashrah, Magnus ¿me escuchan? — preguntó mediante telepatía.
—Fuerte y claro — respondió el trío.
—Bien, escuchen bien esto — ordenó —: mientras yo distraigo a Cerberus con los avatares, Magnus los subirá a ambos arriba de las bocas laterales de Cerberus.
—¿Y luego? — interrumpió el tarkatano.
—Clavan sus armas en él — dijo —. Kintaro, Kintaro, ¿me escuchas? — preguntó al Shokan ésta vez.
—Si, te escucho, Kenshi.
—¿Puedes pelear?
—Cerberus me dejó muy dolorido, pero puedo dar algo más.
—¿Un golpe con todas tus fuerzas?
—Sí.
—Entonces golpea con todo a Cerberus cuando veas que sus tres bocas estén selladas.
—Entendido.

La bestia, sin embargo, no sentía dolor por estos y los destruyó con una llamarada de fuego. Pero esto fue una distracción, ya que, gracias a esto, Baraka y Ashrah lo atacaron en los costados — Baraka en la derecha y Ashrah por la izquierda —, clavando sus respectivas armas en el respectivo hocico de Cerberus.

—¿Qué ocurre, Baraka? — preguntó la chica.
—Si sacamos nuestras armas, sabes que volverá a atacar.
—¿Qué propones?

El tarkatano miró a la demoniza y comenzó a hacer fuerza en sus brazos. Luego de cierto forcejeo, impulsó sus brazos y sus blades quedaron clavadas en el hocico de la bestia, imposibilitándole que pueda abrir la boca. Ashrah asintió y clavó más fuerte a Datusha, evitando que Cerberus pudiese abrir la boca izquierda. La bestia se sacudió a sí misma e hizo volar a ambos guerreros, que fueron atrapados por Kenshi y Magnus.

—Necesito que Kintaro use toda su fuerza — comentó el humano, que bajó al tarkatano de los aires. Kenshi hizo lo mismo con Ashrah.
—Aún queda sellar una boca — mencionó el espadachín, viendo que la bestia podía usar su boca del medio.
—Dile a Kintaro que golpee cuando salte — pidió el castaño.
—¿De dónde? — preguntó el ciego.
—De Cerberus — río y se tele transportó.

Magnus apareció en las narices de Cerberus y clavó sus garras, luego enterró la mini sierra y las apretó lo suficiente para que Cerberus no pudiese abrir la tercera boca. El humano saltó de los aires y Kenshi gritó:

—¡Ahora, Kintaro!

El Shokan corrió a toda velocidad y le encajó un potente golpe en el vientre al perro gigante, que dio un doloroso grito y cayó al suelo inconsciente. Los cinco suspiraron y pensaron en entrar, pero el humano y el espadachín pararon a los demás.

—Chicos, no les recomendaría seguir — comentó el ciego.
—¿Por qué? — bufó Ashrah.
—Baraka sin sus Blades es una carga — dijo —; Kintaro casi no tiene fuerzas — siguió.
—Y tú no puedes seguir peleando así, Ashrah — concluyó Magnus.
—¡¿Qué?! ¡Toma tu remera, Magnus! — exclamó, quitándose la remera y quedando completamente desnuda.
—¡No, no entiendes! — le dijo, poniéndole la remera —. Ashrah, no puedes pelear sin Datusha y con una remera. Es algo… morboso…
—¿Me estás protegiendo?
—Algo así — dijo él —; además, necesitamos que alguien proteja a Baraka y Kintaro en la vuelta.

La chica asintió y abrazó al dúo. Los tres se fueron y dejaron solos a Kenshi y Magnus. Kenshi esbozó una sonrisa y giró su rostro hacia donde estaba su compañero.

—¿Protegerla o no te quieres distraer?
—Lo segundo; es mi remera favorita — contestó, entrando a la prisión.
—Lo que tú digas, Magnus.

El espadachín se colocó su espada en la funda de su espalda y siguió su camino con el humano. Debían llevar lo más rápido posible para ayudar a Bi Han y el resto.

__________________________________________________

En la prisión del Netherrealm — un lugar exactamente idéntico a la Prisión de la Torre donde Kitana había sido encerrada en el pasado —. Los seis guerreros caminaban por las escaleras azules de la zona, hasta llegar al último piso abrir las puertas que los dirigían a la entrada principal a la prisión. Smoke fue el último en entrar, pero presentía que los estaban siguiendo.
La puerta se cerró de golpe y la entrada a la Prisión se abrió, develando un conocido guerrero para Bi Han, Scorpion y Smoke.

—¡Drahmin!
—Sabíamos que vendrían — dijo.
—¿Sabíamos? ¡Pero si estas solo! — exclamó Kuai Liang. Al decir ello, la puerta por donde entraron se cerró y, al darse vuelta, vieron a otro guerrero conocido entrando.
—¡Moloch! — dijo el trío, con suma sorpresa.
—Haznos un favor y no abras más la boca en una misión, amigo — pidió el checo al chino —. Lo hiciste el año pasado y aparecieron Sindel y los Lin Kuei; ahora dos moles gigantes — le recordó —, tal vez la próxima aparezca un yeti o que se yo.
—Quan Chi fue muy listo al dejarnos aquí cuidando la entrada. Ustedes no saldrán vivos de aquí — espetó el oni azul.
—¿Ah, sí? ¡A ver si puedes contra nosotros, grandote! — exclamó Cyrax.
—Yo me encargaré de Drahmin — dijo Kuai Liang, acercándose a la bestia.
—¡Éste lugar será su tumba, guerreros de la Tierra! — exclamó el oni de carne podrida.

Kuai Liang creó una espada de hielo y apuntó a la bestia, que apuntó con su yunque al guerrero de hielo y ambos se atacaron con sus armas.
El ninja de hielo golpeó tres veces al oni con su arma y esta se destruyó al tercer golpe. El oni salió volando por los aires y sufrió un fuerte impacto contra una columna.
Al levantarse Drahmin, golpeó el suelo con su arma y provocó un temblor que hizo perder el equilibro al resto. El demonio golpeó con su yunque al ninja y lo mandó a volar por los aires; automáticamente, ordenó que las moscas que rodeaban su cuerpo lo tumben al suelo.
Moloch, en tanto, estaba dándole severos golpes con su bola de demolición a los guerreros restantes. Scorpion intentó carbonizarlo con las flamas de su boca, pero el demonio resistió y le asestó un tremendo golpe con la masa, seguida de un pisotón violento en la cabeza del espectro, noqueándolo.

—¡Maldito! — gritó Cyrax, sacando sus bombas y arrojando todo su arsenal a Moloch.
—¡Cyrax, te ayudaré! — exclamó Hydro, creando un arsenal de dagas de hielo.

Las bombas de Cyrax hicieron contacto con las dagas de Hydro y éstas explotaron cerca de Moloch, pero la explosión no le hizo efecto alguno al demonio, que chocó a ambos con fiereza y los dejó inconscientes, junto a Scorpion.

—¡No podrás contra mí, demonio! — le gritó Smoke.

El ser de humo y vapor intentó atacar una y otra vez con bombas de humo al demonio, pero éste no sentía daño alguno de éstas.
Moloch expulsó un poderoso rugido y se dirigió contra Smoke, que fue protegido por un escudo de humo, dejándolo atónito. El escudo mandó a volar a Moloch con un misterioso puno de humo.
Smoke no entendía que ocurría que estaba sucediendo, hasta que vio a alguien muy conocido por él frente suyo.

—Tomás — le llamó.
—Enenra — atinó a contestar el ninja.
—Sabes que no puedes ganarle si aún te reprimes, Tomás.
—¡Tú que sabes sobre mí, demonio!
—Todo, Tomás; lo sé todo. Recuerda que ambos estamos juntos desde que tienes nueve años. No olvides que tú y yo estamos ligados por la eternidad.
—¿Cómo? Yo pude escapar al control de Quan Chi y adoptar mi verdadera forma, pero lo logré por mi voluntad.
—No, Tomás; lo lograste por mí. El otro no pudo porque Kiba no estaba para ayudarlo en el Netherrealm, pero yo sí y vives gracias a mí.
—¡Déjame entrar para comerte, humano! — gritó Moloch, golpeando el campo de fuerza, volviendo a ser repelido.
—Enenra, temo de ti; por ello no me inscribí en Mortal Kombat: temo que aquí, en el Infierno, me controles.
—Si hubiese querido, lo hubiese hecho, Tomás — contestó la bestia —; se que te has reprimido por temor a que yo tome el control, pero te aseguro que eso no pasará jamás — expresó el demonio, colocando una mano en su hombro —: usa tus verdaderos poderes, Tomás.
—Si… sí, está bien — contestó, más determinado que antes.

El Enenra — quien solo podía ser visto por Smoke —, se colocó detrás de él. El ninja disperso el campo de protección y miró a Moloch; comenzando a crear una poderosa bola de humo cada vez más grande.

—¡No podrás asustarme con eso, ninja de pelo raro! — exclamó Moloch, corriendo a toda velocidad hacia Smoke.
—¡No, tonto; te va a destruir! — le gritó Drahmin, quien se quedó mirando la pelea.

El oni azul no escuchó a su amigo y lo pagó caro. El ninja gris dirigió esa bola de humo hacia su mano derecha y colocó su dedo índice y mayor de su mano izquierda por encima del resto; luego, la bola se transformó en un torbellino de humo, el cual se dirigió al demonio y comenzó a golpearlo, hasta desintegrarlo en un polvo celeste.

—¡Moloch! — Gritó Drahmin — ¡Te mataré, ninja! — Exclamó, corriendo hacia Smoke, pero chocó contra una pared de hielo — ¡¿Qué fue eso?! — se preguntó.
—Tu fin — mencionó Kuai Liang, quien le clavó una espada en el pecho y lo dejó en el suelo.

Drahmin quedó inerte. Había muerto — o por lo menos, eso parecía —, pero eso era lo de menos. Smoke había mostrado un poder jamás visto y esto dejó perplejo a su mejor amigo, quien le pidió una explicación urgente de esto.

—Oh, vamos, ¿no viste al Enenra? Está en frente tuyo en estos momentos — dijo el checo.
—Debes de estar bromeando, porque no veo a nadie más que ti — respondió el chino.
—Kuai, el Enenra me ayudó.
—¡Esa cosa es diabólica, Tomás! ¡Te quiere controlar!
—¿Éste tarado te dice siempre eso? — le preguntó el demonio al humano; éste asintió — A ver, si yo te controlaría, les contaría a todos que tu mejor amigo es fanático de Madonna.
—Tienes razón… — Tomás quedó dubitativo, mientras Kuai Liang lo miraba atónito y no entendía la situación.
—¡Deja de hablar solo!
—Estaba hablando con el Enenra y me recordó algo que es verdad: tu máximo secreto, amigo mío…
—¿Qué secreto?
—Ese que no sabe nadie porque atenta a tu reputación.
—¿De qué hablas, Smoke?
—Que eres fanático de Madonna…
—¡Dijiste que nunca se lo dirías a nadie, bestia bruta!
—¡Están todos inconscientes, tonto! — Respondió — Recuerda que me llevaste a ver un concierto de ella y tuvimos que decirle al Lin Kuei que intentábamos matar a George Bush hijo.
—Y luego yo soy el diabólico… — musitó el demonio — Tomás, debo irme. Nos veremos en cuanto me necesites de vuelta — le dijo, desapareciendo de su vista.

Al desaparecer el demonio, el dúo decidió dejar el tema de lado e ir a despertar a sus aliados. Kuai Liang les arrojó un pedazo de hielo a todos y los despertó con un dolor intenso.

—¡¿Por qué demonios hiciste eso?! — se quejó Cyrax, quien se tomaba la cabeza con sus manos.
—Necesitaba despertarlos rápido, porque perdimos tiempo con estos tipos — se excusó el ninja azul.
—No importa; vayamos rápido — les apuró Scorpion, corriendo por la entrada y yendo por donde Drahmin entró.
—¿Por qué tan apurado? — pensó Smoke, en voz alta.
—Porque mi hermano y él son amigos…

Aquella confesión dejó paralizados a los tres presentes restantes. Smoke, Cyrax e Hydro solamente se miraron mutuamente y luego, miraron a Kuai Liang, que los miraba con una ceja arqueada y sin entender mucho su reacción.

—Lo mata, revive y lo asesina… ¿y ahora son amigos? — cuestionó el ninja gris, encogiéndose de hombros, tratando de buscarle la lógica al asunto.
—Si a ti te parece raro, imagínate a mí, Tomás. Yo estoy más sorprendido que todos ustedes — dijo el ninja azul —, pero bueno, mejor lo hablamos luego — Kuai Liang cortó abruptamente y fue por el mismo lugar que Scorpion. El resto solo lo siguió en silencio.

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Bi Han había bajado las escaleras y vio una celda, donde estaban Sareena y sus amigas. La celda lucía en un buen estado, con los barrotes de metal en óptimas condiciones y sin aspectos de oxidación. El resto del lugar, era una zona rocosa, donde predominaban las rocas naranjas — como el color natural del Infierno —. El ninja lanzó una bola de hielo y congeló los barrotes; luego, creó un martillo de hielo y rompió los barrotes de un golpe.

—Están a salvo, señoritas — comentó éste, sin percatarse que el trío dormía plácidamente, mostrando sonrisas en sus rostros —. De haber sabido que iban a dormir, no las hubiese molestado… — musitó, en voz baja.
—¡¿Bi Han?! — preguntó alguien, echando un poderoso grito.
—¡Quan Chi!
—¡Esas chicas están inconscientes por un somnífero que les he dado! ¡Y tú morirás aquí!
—¡Calvito, él que morirá serás tú! — le gritó alguien, mientras el hechicero recibía una bola de hielo en la cara.
—¡Kuai!
—¡Y vine con compañía! — exclamó, mostrando al resto del equipo y a Magnus y Kenshi.
—¿Dónde están Baraka, Ashrah y Kintaro? — preguntó el ninja.
—Los mandamos de vuelta porque estaban maltrechos — explicó el espadachín, sacando su espada.
—¿Por qué siempre sacas tu espada y la pones de vuelta, Kenshi? Es que veo que lo haces siempre — le preguntó el cyborg.
—No tendré mi espada en mi mano si no hay peligro, Cyrax; además, cansaría mi muñeca — explicó; el cyborg solo asintió.
—¡Estás acabado, Quan Chi!
—Si creen que estoy solo, están equivocados, guerreros de la Tierra — dijo el hechicero.

Shinnok apareció junto a Frost y un misterioso ser rojo al lado suyo. Éste lucía seis pares de cuernos en su cabeza; una frente parecida a la de un dinosaurio; un taparrabo color gris con decorados de distintas tonalidades; unas hombreras que protegían sus hombros y cuello — las cuales, poseían ocho púas en cada hombrera —; también tenía protectores con púas en las pantorrillas color gris y unos ojos amarillos que no denotaban pupilas.

—Él es Belokk — lo presentó —; Belokk, tus victimas.

La bestia rugió y la batalla dio inicio.
Smoke y Magnus decidieron ir por Shinnok; Kuai Liang lucharía contra Quan Chi y el resto iría por Belokk. En tanto, Bi Han fue a liberar a las chicas.
Scorpion lanzó su arpón y pudo lograr atar la muñeca izquierda de Belokk, pero éste hizo fuerza y mandó a volar al demonio con su arma por los aires. Hydro decidió sacar sus espadas y atacar cuerpo a cuerpo, sin embargo, la bestia fue más que él y, de un par de puñetazos, lo tumbó a los suelos.

—El tipo es fuerte… — musitó Cyrax.
—¡Aún no nos has vencido! — recriminó el ninja celeste.

Hydro se levantó del suelo y le propinó tres puñetazos en la cara y una patada en el pecho, logrando que Belokk retrocediese un poco. Scorpion, en tanto, logró levantarse del suelo e hizo aparecer unas llamas del suelo, que hubiesen carbonizado a alguien común.

—Necesitarán más que eso para derrotarme — expresó el demonio rojo.

Belokk creó una bola de fuego y la arrojó al cuarteto; estos, por poco, pudieron esquivarla. El ataque había creado un enorme agujero en una pared, que aún se estaba derritiendo. Automáticamente, el demonio expulsó una llamarada de su boca, la cual fue evadida de milagro por el cuarteto.
Cyrax lanzó tres bombas cerca de éste e Hydro entendió el plan. Antes que Belokk pudiese moverse, el croata congeló los pies del demonio y las bombas explotaron, haciéndolo volar por los aires.

—¡Mi turno!

Kenshi creó un avatar de sí mismo y atacó por los aires al demonio, para “bajarlo” con un corte de su katana Sento. El demonio cayó al suelo y los guerreros creyeron que lo habían derrotado.
Belokk se levantó enfurecido, soltando una bola de fuego dirigida hacia Cyrax.

—¡Cyrax, cuidado!

Scorpion saltó y empujó al cyborg, salvándole la vida de una muerte segura, sin embargo, sufrió el impacto y cayó al mar que había en los bosques de Lotus.

—¡Hanzo! ¡No! — gritó Bi Han.
—¡Yo lo destruiré! — Expresó Smoke — ¡Enenra!
—Entendido, Tomás — respondió la voz del demonio.

El ninja gris apareció frente a Belokk, clavándole sus dedos índice y mayor en los ojos; el checo dirigió una correntada de humo a Belokk, quien, al sentir que Smoke le quitó los dedos de encima, comenzó a ver que su cuerpo se desangraba y su piel se escurría de su cuerpo. La bestia dio un grito de impotencia y cayó al suelo, reducida a un esqueleto.

—¡Belokk! — Gritó el nigromante — ¡Maldito ninja gris! ¡Me tardé meses en crearlo!
—Haz más fuerte a tus guerreros, la próxima vez, entonces — respondió, dirigiéndose a ayudar a Magnus y Bi Han.

Mientras tanto, Kuai Liang aprovechó la distracción de Quan Chi y le asestó un puñetazo en la cara; luego, le propinó una patada en la ingle, y finalizó con un cabezazo al pecho del demonio.
El nigromante, sin embargo, se levantó e invocó una espada; el ninja hizo lo mismo y creó una espada de hielo.

—¿Cuántas llevas creadas en el día? — le preguntó su mejor amigo, que esquivaba las manos de Shinnok.
—Es la tercera o cuarta vez en el día, ¿por qué?
—Porque no te duran nada — comentó el ninja gris, evadiendo una bola de energía del demonio, transformándose en humo.
—¡Deja de hablar y concéntrate en la pelea, Smoke! — le pidió Magnus, que mantenía unos bloques de concreto con sus poderes, que Shinnok les había lanzado mientras el ninja gris estaba distraído.

El ninja lanzó una bola de humo al demonio, dejándolo ciego por unos momentos. El renegado aprovechó la situación y le devolvió los pedazos de concreto, lastimándolo severamente.

—¡Lord Shinnok! — exclamó Quan Chi, quien recibió un golpe en el rostro por parte de Kuai Liang.
—¡Hay que aprovechar y sacar a las chicas de aquí! — les gritó Kenshi al resto.

Bi Han asintió y decidió sacar al trío de chicas de sus celdas, mientras Kenshi servía de escudo y le protegía de algún ataque del Dios Caído o del nigromante.
Lo que ninguno sabía, es que lo que ocurriría luego, haría mucho eco alrededor de todo el Universo.

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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por Acero_12 » Lun, 26 Ene 2015, 02:45

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En el templo donde residían los guerreros de la Luz, Nightwolf se encontraba meditando acerca de los sucesos ocurridos y el motivo por el cual no estuvo bajo el control de Shinnok y Quan Chi.

—Ya te lo he dicho — le comentó una voz —; tú no caíste gracias a mí, Tala.
—Kiba, me cuesta creer en ello. ¿Cómo es qué Smoke entonces no pereció en el control de Quan Chi?
—Él también tiene un espíritu. Me sorprende que no sepas de ello — respondió, sorprendido.
—Por cierto, odio ese nombre — bufó el chamán —. ¿Por qué demonios me lo dieron a mí?
—Era eso o Pocahontas. Tu papá estaba emperrado en ponerte Pocahontas.
—Me quedo con Tala — contestó tajante; el alma río —. No entiendo cuando he vuelto a tener mi conexión contigo.
—Nunca las has perdido, Tala. Tú siempre has tenido conexión conmigo, Tala. De hecho, gracias a tu conexión conmigo, tú nunca caíste en el control de Quan Chi.
—¿De qué estás hablando? El único que no estaba bajo su control, era Smoke.
—Tú tampoco lo estabas, Tala.

Nightwolf comenzó a escuchar al espíritu, quien decidió contarle unos detalles de éste que desconocía.

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Tu muerte fue la última que pudo favorecer a Quan Chi — ya que Liu Kang no cayó en el control de éste, por razones desconocidas —.
De un momento a otro, ya no estabas en el templo donde diste tu vida para acabar con Sindel, sino en un lugar tenebroso, el cual ,e hacía hervir la sangre y desconocía el motivo por el cual estabas allí.

—Bienvenidos, mis súbditos. Ustedes se preguntarán que hacen aquí, ¿no? — Les preguntó Quan Chi, tocando el rostro de Kitana —, bien, se los voy a explicar.

Quan Chi les explicó a los guerreros caídos todo: como le aplicó un control mental a Sindel y que en todos los guerreros participes del conflicto, colocó una pequeña porción de su esencia, para que cuando muriesen vayan al Infierno y le sirvan a éste. Pero confesó que, por extrañas razones que desconoce, hay algunos guerreros en los cuales no pudo plantar su esencia

—Desconozco el porque no pude plantar un poco de mi esencia en Liu Kang y otros guerreros; pero, todos ustedes, están bajo mi control y tienen de mi esencia — dijo, en aras de haber triunfado —; ahora, retírense y luego los llamaré. Apuesto a que Raiden vendrá para pedirme su ayuda o algo así. Pobre iluso… — mencionó, creando un portal y desapareciendo en éste.

Luego, Raiden apareció y derrotó a Scorpion, para encontrarse con todo esto: ustedes diez bajo su control. O nueve, porque reconocí al momento que Smoke estaba libre de su control mental; él estaba allí con otras intenciones, podía haber ascendido a los Cielos, pero decidió descender al Infierno para salvarlos a ustedes.
Recuerdo que pasado un tiempo de todo esto, descubrí que Noob Saibot no era el demonio, sino el hermano mayor de Kuai Liang: Bi Han. Y si decidí dejarte bajo su “dominio mental”, fue por un consejo que me dio Bi Han.

—¿Qué haces aquí, espíritu? — Me preguntó — ¿quieres qué te desintegre y servirle al señor Quan Chi?
—Bi Han, no es necesario que finjas conmigo. Se que el Soulnado te separó a ti de Noob Saibot. Lo que desconozco es… ¿por qué la ropa de Saibot?
—Vine al Netherrealm a salvar a mi hermano y a Sareena — confesó, quitándose la máscara y mostrándome que era él, en efecto.
—Bienvenido al equipo que lo ha intentado y ve que es imposible — respondió el Enenra, quien apareció en la discusión.
—¡Enenra! ¡Pero tú eres…!
—Por enésima vez, Kiba; ¡No soy diabólico! ¡Si fuese diabólico, no estaría aquí!
—Creo que dice la verdad, Kiba — Bi Han me miró y se encogió de hombros —, confío en ti, Enenra. ¿Qué nos recomiendas? — preguntó.
—Por ahora, seguir expectantes. Quan Chi y Shinnok no son tontos. Liberaré del control mental a Tomás en cuanto vea la posibilidad de estar libres.
—Yo no liberaré del todo a Tala. No aún, por lo menos — comentó —. Sin embargo, le haré tener control de sí mismo en cuanto no esté en el Infierno.
—Bien. Yo esperaré a escapar de aquí. Trataré de liberar a los demás — dijo —. Por cierto, ¿por qué Liu Kang no está aquí?

Ninguno supo responder. De hecho, nuestra máxima duda, es el porque Liu Kang no descendió al Infierno cuando Raiden lo mató, porque el resto no intentó matar a un dios o se reveló de tal manera.

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—Es todo lo que debo contarte — explicó el alma —; el resto es historia conocida: no te liberé del control mental hasta al final de la pelea, pero te noquearon y no pudimos advertirle al resto. Luego, despertaste como humano y Smoke no pudo ayudarnos porque no podía verme — el chamán asintió.
—Interesante historia, Nightwolf…

Quien se presentó, era la reina Sindel de Edenia. Nightwolf se levantó del suelo y saludó a la reina estrechándole la mano, ella le correspondió el saludo y miró a Kiba.
Kiba se dio cuenta de que podía ser observado por la dama con cierta curiosidad y éste la miraba con dudas, ya que desconocía a que había venido Sindel a hablar con Nightwolf.

—Debes de saber que estoy aquí para pedir tu ayuda, chamán.
—¿Mi ayuda? Dudo mucho que pueda ayudarte, Sindel…
—¿Qué estás insinuando? — cuestionó ella, cruzándose de brazos.
—¡Nada! ¡Nada!
—Tala, di la verdad… — insinuó su espíritu acompañante.
—¿De qué hablan ambos?
—Que ambos sabemos tus amoríos con Magnus — habló el alma; el chamán lo miró con una mirada letal a su acompañante — ¿qué? Ella debe saber que sabemos de esto; a Scorpion se le soltó la lengua y algunos lo sabemos.
—¡¿Cómo es qué ese maldito ninja patito sabe lo mío y de Magnus?
—Dijo que los vio “haciendo cochinadas” — respondió el alma.

Sindel se mostró claramente indignada, pero Nightwolf pidió que vuelva al tema principal y ésta accedió. Ella le contó la idea del rescate de Bi Han y quienes fueron los que tuvieron la idea; luego, le mostró que traía consigo a Scorpion inconsciente y contó que lo encontró en el río de Lotus y lo salvó con su cabello.
El chamán le dijo a la reina que se apuren y vayan rápido, dejen a Scorpion junto al resto y luego busquen refuerzos para ayudar a los guerreros derrotados; sin embargo, el dúo fue noqueado por dos personas, quienes estaban observando todo.

—¡¿Cómo llegaron aquí?! — preguntó el alma animal.
—Llegamos hace cinco segundos, siguiéndoles el rastro a Ashrah, Baraka y Kintaro, que están todos malheridos e inconscientes — explicó una de esas personas.
—Los dejamos en la entrada, por si quieres buscarlos — comentó la otra.
—No se porque hacen esto: yo veo bondad en sus corazones… Briana y Luana.

Ambas mujeres se dieron vuelta e intentaron atacar a Kiba. Luana se colocó a la izquierda y Briana a la derecha, ambas lanzaron un golpe, pero se golpearon la una a la otra, mientras el espíritu se reía.

—¡Sí que son ingenuas! Ahora entiendo porque Magnus y Andrae prefieren a otras por sobre ustedes — exclamó — ¡Sí son dos burras! — gritó; luego río con mucha fuerza, mientras ambas se levantaban y se tomaban el rostro, por los puñetazos recibidos.
—¡Briana! ¡Luana! — aparecieron dos seres más: una humana y un centauro — ¡Vámonos! — Ordenó el híbrido.
—¡Pero Quiron…!
—No podremos contra ese espíritu — explicó —. Vamos por el resto del equipo de humanos — dijo — Súbanse a mi lomo y llegaremos rápido.
—¡Olvídalo, caballito! — Respondió la castaña — ¡Yo iré corriendo!

Briana dio un salto y traspasó las paredes del templo, corriendo hacia donde originalmente había encontrado a Sindel y atacar a los guerreros de la Tierra.

—Recuerdo que antes de esos poderes, Bri no corría ni siquiera un taxi parado — comentó la rubia.
—¿Lo recuerdas? Aunque técnicamente, las tres no éramos muy atléticas que digamos — recordó la pelinegra —; yo recuerdo que antes de mi transformación, tenía ojos negros y ahora tengo ojos amarillos. O no tenía tan buen cuerpo ni Luana era del todo rubia que digamos…
—Mejor vámonos de una vez — interrumpió el centauro.

Quiron — junto a Luana y Sakura —, decidieron seguirle el paso, mientras el espíritu del lobo los veía irse a los tres. A pesar de ello, el centauro quedó con una duda: ¿Por qué no los mató? Kiba podría haberlos matado si quería, pero esto le generó cierta confusión y pensó que lo mejor era diagramarlo luego de terminar la misión encomendada.

__________________________________________________________

La batalla entre los guerreros restantes y el Dios Caído y su mejor sirviente estaba llegando a su fin.
Shinnok veía que las cosas no le estaban saliendo del todo bien, ya que Quan Chi estaba siendo derrotado por Bi Han, Kuai Liang, Kenshi, Cyrax e Hydro; sin embargo, su lucha contra Magnus y Smoke no estaba siendo tan fácil como parecía.
Los ataques de trueno de Magnus y los ataques de humo de Smoke complicaban bastante al regente del Netherrealm, más sin embargo, el Dios Caído alzó las manos de las profundidades y aprisionó al dúo de guerreros, quienes gritaron del dolor por la opresión que estaban recibiendo.

—¡Maldición, nos atrapó! — Gritó el ninja gris.
—¡No! ¡Aún no! — Respondió Magnus, quien pudo liberar una mano y lanzarle un pequeño rayo de trueno a Shinnok, que le golpeó en el entrecejo y éste sintió algo que no había experimentado en años.

Shinnok vio una visión que le haría cambiar su perspectiva con su vida.
El Dios Caído presenció un lugar que sentía recordar. Una arena de combate con un monstruo gigante que yacía muerto. Además, la arena estaba llena de público que estaba en silencio, mirando a un hombre en particular.
El hombre se encontraba con alguien en sus brazos. El dios pudo ver que era una dama; a su lado, le acompañaba el Dios del Trueno Raiden, quien se veía confundido y había recuperado su vieja vestimenta. Shinnok no pudo identificar quien era en un principio, pero vio con más detenimiento y el resultado le sorprendió — y espantó, a la vez —.

—Tú me has traicionado — espetó, con el cuerpo de su amada en brazos —; a pesar de que te serví y te fui leal, me has traicionado y he perdido a todos aquellos que he amado en mi vida — continuó, con la chica en brazos.

Shinnok llegó a divisar que el rostro de la chica estaba humedecido con las lágrimas de él. También denotó que estaba muchos de los guerreros pertenecientes a las Fuerzas de la Luz, algunos guerreros que no pudo reconocer y su hija adoptiva Frost. ¿Qué estaba ocurriendo? Se preguntó el dios.

—Yo lo lamento — comentó el dios del trueno —. Lo lamento — mencionó —. Cometí un error y te pido disculpas.
—¡¿Disculpas?! — Preguntó, enfurecido — ¡¿Disculpas?! — Gritó, más fuerte que antes, soltando el cuerpo de la chica y golpeando a Raiden en el rostro, destrozando su sombrero y mandándolo a volar a una pared del Coliseo — ¡YO PERDÍ TODO POR TU CULPA! ¡Y JURO QUE TE DESTRUIRÉ A TI Y A TODOS AQUELLOS QUE ME HAN TRAICIONADO!

El humano se impulsó y comenzó a golpear a todos los guerreros que le mantenían lealtad a Raiden, noqueándolos en una velocidad casi instantánea. Luego, busco a quien intentó matarlo y consideraba su amigo.

—Y al primero que destruiré — espetó, emitiendo un potente brillo en sus ojos —, ¡será a ti, Liu Kang!

Cuando iba a asestarle un golpe cargado de energía, la visión terminó y Shinnok volvió en sí.
El dios vio que Quan Chi lo había dejado a solas y todos los guerreros de la Tierra presentes — Magnus, los hermanos Sub Zero, Smoke, Cyrax, Kenshi e Hydro —, estaban rodeándolo, listos para terminar con él.

—¿Últimas palabras, Shinnok? — preguntó el hermano mayor de hielo.
—Sí…, tengan cuidado con Luana.
—¿Lua quién? — preguntó el espadachín.
—Tiene que ser una broma — pensó el humano.

En dicho momento, Briana entró por la misma puerta donde entraron los guerreros del bien y Luana, Sakura y Quiron le seguían el paso.

—¡Briana, dame un respiro! — le pidió el centauro.
—No hay problema; les gano sola — comentó la castaña.
—Adiós — el dios escapó, dejando atónitos a los guerreros de la Luz.
—¡Maldición, se escapó! — gruñó el ninja de humo, recibiendo un puñetazo de Briana, que lo dejó fuera de combate.

Bi Han intentó congelar a Briana para proteger al trío de chicas, pero ésta esquivó su ataque y le dio un puñetazo en el vientre, dejándolo de rodillas, tomándose el torso y gruñendo de dolor.
Briana comenzó a golpear a todos los guerreros de la Luz, noqueándolos en su mayoría, a excepción de uno, que pudo esquivar sus golpes al ser el último. La castaña paró su ataque y quedó parada, mirándolo fijamente y soltando sus armas, quedando frente a éste.

—Magnus — dijo la chica —, nos volvemos a ver.
—Briana, ¿cómo has llegado aquí? — preguntó él, poniéndose en posición de combate.
—El indio y la anciana nos dijeron todo. Bueno, no decirnos exactamente… — intentó explicar, pero fue interrumpida por su rival.
—No es necesario: hablas de Nightwolf y Sindel. Los espiaron, es muy obvio eso — dijo, a lo que ella afirmó.
—¿Es necesario qué siempre te tengas qué hacer el detective? Esa actitud tuya me harta.
—A mi también me harta que siempre hagas eso — acató Sakura, bajándose del centauro junto a Luana.

Las tres chicas se pusieron en pose de pelea para luchar contra el humano, que estaba solo en esto.
Magnus le gritó a Bi Han que tomé a las chicas y que escape junto al resto. Nadie quería irse, pero Magnus les recordó que la misión era rescatar a Sareena, Kia y Jataaka.

—¿Por qué lo haces? ¿Por qué te sacrificas por nosotros, Magnus? Nosotros no somos amigos; solo compañeros de equipo — preguntó un desesperado Bi Han.
—Porque entre aliados, nos ayudamos mutuamente — contestó, colocándose en pose de batalla — ¡Váyanse! ¡AHORA! — les ordenó.

Bi Han asintió y le agradeció. Sakura intentó pararlos a todos, lanzándole un rayo de energía. Cyrax, que pudo ver el rayo, puso sus brazos en forma de cruz y bloqueó el ataque, salvando al resto. Éste decidió irse junto al resto — quienes abandonaron la prisión a toda velocidad y dejaron a Magnus a solas con los cuatro guerreros —.

—¡Te acabaremos, Magnus de la Tierra! — espetó el centauro.
—¡No lo harán! — respondió.

Quiron se lanzó al ataque contra Magnus, que pudo evadir el pisotón de sus patas a duras penas. Sakura sacó su espada y Magnus la paró con sus poderes, solo para recibir una descarga eléctrica de Luana — que lo dejó en el suelo —.
Mientras Magnus intentaba levantarse, recibió una patada en la cabeza por parte de Briana, que luego lo tomó de su pierna y lo mandó por los aires; Luana, presenciando todo, lo mantuvo en el suelo con sus poderes magnéticos y le atacó con un poderoso rayo, para que Quiron lo derrotó invocando un puño de tierra, que tomó al humano y lo llevó al suelo.
Magnus estaba en el suelo, siendo sostenido por Briana de un brazo y por Luana del otro. Sakura sacó su espada, dispuesta a clavarla en el vientre de Magnus y liberar al demonio que le tenía "controlado" — según lo relatado por Shao Kahn —.

—¡Te liberaremos, Magnus! — exclamó Sakura.
—¡Tonta! ¡Shao Kahn les está mintiendo a los cuatro! — intentó zafarse, pero no era posible; estaba muy debilitado como para atacar.

Cuando la pelinegra iba a clavar su espada, vio que ella y sus aliados fueron golpeados por una corriente de humo en sus rostros. Al levantarse los cuatro, vieron a un ninja gris que estaba ayudando a Magnus a levantarse.

—Perdona la tardanza.
—¿Qué haces aquí?
—No podía dejarte atrás, Magnus — le comentó el checo —; no viviría con la conciencia tranquila si morías para ayudarnos — le dijo —, además, traje ayuda.
—¡No importa cuantos sean! ¡Los derrotaremos con tal de salvar a nuestros aliados dominados! — Expresó Sakura, sacando su arma e intentando atacar a Smoke — ¡Sufre mi corte de óxido!
—¡Estúpida! ¡Te acabaré por insolente! ¡Kouř Démon Attack! — gritó el ninja de humo.

Smoke había invocado una correntada de humo, que arrastró a Sakura afuera de la prisión y la dejó tumbada en el suelo, inconsciente.

—¡Sakura! —exclamó el resto.

Briana, al darse vuelta, vio que había dos viejos conocidos de ella y alguien que desconocía.
Quiron quiso atacar a los guerreros, pero uno de estos le lanzó una nunchaku en la cabeza, dejándolo atontado. El centauro, antes de darse cuenta, recibió severos puñetazos del guerrero en distintas partes del cuerpo y un corte con la katana de éste, quedando fuera de combate.
Briana también buscó atacarlos, pero la chica utilizó un hechizo y la espantó con una poderosa descarga de llamas. La castaña intentó atacar, pero chocó contra un campo de fuerza, el cual repelió los golpes de la castaña y le golpeó con una llama en el torso, quemando parte de su ropa y su piel.
Luana, por su parte, atacó directamente a Magnus con unos rayos, pero las espadas del tercero absorbieron el ataque y contraatacó con una correntada de viento, mandándola a volar por los aires.

—¡Andrae! — Exclamó Briana.
—Briana — contestó, tajante.
—¿Tú también te has llevado por el lado del mal? — cuestionó ésta, decepcionada por él.
—¿De qué hablas? ¿A quién le sirves, Briana?
—Le servimos a Shao Kahn…

Las palabras de Luana hicieron que el quinteto de humanos comience a reírse de manera desaforada. A Smoke le cayeron unas lágrimas de risa — las cuales se limpió con sus dedos —, Rita señaló a ambas y comenzó a burlarse de éstas. El único que dejó de reírse en el momento e intentó entablar una charla con éstas, fue Magnus.

—¿Me están hablando en serio? — ambas asintieron — Chicas, Shao Kahn es malvado por excelencia.
—Nuestro Emperador nos dijo que ustedes intentarían meternos esas cizañas en nuestras cabezas — dijo la rubia, decidida y apretando su puño —. Magnus, escúchame; trataré de liberarte de ése control mental a ti y a Andrae… y tal vez a la rubia teñida.
—Ha hablado señorita histeria — contraatacó Rita.
—¡¿A quién le dices histérica, tonta?! ¡Por lo menos a mí mi novio no me fue infiel!
—Tal vez no, pero sí fue tonto eligiéndote a ti y no a Laura, que era mucho más linda que tú — le dijo.
—Estoy de acuerdo con Rita, Magnus — le dijo el samurái.
—¡Andrae! — le reclamó la castaña.
—¿Qué? ¡Es la verdad! — se encogió de hombros el samurái.

El dúo de chicas se miró la una a la otra y entendieron que no tenían posibilidades contra los cinco guerreros. Briana corrió y tomó a Quiron y Sakura, se puso detrás de Luana y la blonda colocó su mano en el hombro de Briana, haciendo desaparecer a los cuatro del lugar al momento.
A pesar de haber derrotado a todos los guerreros y recibir ayuda de sus amigos, el cansancio se apoderó de Magnus, quien cayó inconsciente a base de todas las batallas que había librado sin descanso alguno. Savage tomó a su amigo y lo cargó en la espalda. Sin embargo, los cuatro guerreros restantes se vieron interrumpidos por la aparición de cierta bestia que pensaron haber derrotado.

—¿Cerberus? — preguntó el ninja gris, colocándose en pose de batalla.
—Esperen — dijo la bestia —, no pienso atacarlos — explicó, mediante una comunicación mental con los guerreros; pero con las armas clavadas en sus hocicos —. Sólo quiero hablar un poco…

____________________________________________

Shinnok había vuelto hacia una hora de la batalla contra los guerreros de la Tierra. El Dios Caído miraba el suelo desde entonces y se limitó a llamar a su hija adoptiva Frost, quien, al escuchar como estaba su padre, decidió ir en busca de él.
Al llegar a la habitación de su padre adoptivo, éste levantó la cabeza y le dedicó una cálida sonrisa, la cual, llegó a impresionar un poco a la chica.

—Hija mía, debo contarte algo — comentó éste.
—¿De qué hablas, padre?
—Sobre lo que harás — mencionó el dios —; yo, como tu padre, te daré dos consejos y te recomiendo por tu bien, que sigas ambos — explicó.
—Papá, me asustas.
—Jei Fan, escúchame bien — le pidió, colocando una mano sobre su hombro —: nosotros vamos a perder.

Aquellas palabras retumbaron en los oídos de la muchacha, quien se negaba a creer las palabras de su padre. Cuando ella iba a refutarle, éste le dijo que se siente, porque tenía que escuchar algo oscuro y revelador.

—Hija mía; presta atención a esto — le pidió, con sumo cuidado —: los guerreros de la Luz me derrotarán, pero algo ocurrirá entre ellos y Raiden terminará traicionando a quien salve a su mundo. Procura unirte a las Fuerzas de la Luz y serle leal a él, porque sino, terminarás muerta, hija mía.
—¿Y tú? ¡Me niego a dejarte solo!
—Jei Fan — comentó el dios —, entiende que estoy condenado a morir — mencionó el dios —; pero haré lo correcto ésta vez — siguió —. Es hora de que sepas quienes son tu familia, hija mía. Y recuerda, protege a la Tierra, que es de allí a donde perteneces.

La muchacha no sabía que pensar acerca sobre su padre adoptivo. Sabía que era adoptada, pero éste nunca le quiso contar acerca de su familia; por ello, le parecía extraño que deseará contarle de estos ahora, en un momento crítico, donde decía que el torneo estaba perdido y que proteja la Tierra.
La joven Frost se crío como una asesina más de la Hermandad de las Sombras. Siempre leal a Quan Chi, ésta no tenía amor por la Tierra, sino, que la aborrecía por los errores causados por los humanos — ella no se consideraba como tal; al contrario, los detestaba por la ineptitud de estos —. Sin embargo, la chica cambió de parecer al conocer al samurái Savage, quien la dejó vivir y le mostró un trato que ella jamás había recibido de un hombre: el trato hacia una joven y bella dama. Esto le hizo recapacitar sobre lo que pensaba de los humanos… y su padre lo sabía. Él podía ver todo ello que ella hizo. Pensó en matar a aquel guerrero, pero de matarlo, le causaría sufrimiento a su hija, y él no quería eso.
Ahora que Shinnok sabe lo que ocurrirá gracias a la visión que pudo ver, comprendió el error en el cual estuvo sumergido por millones de años.

—“Ahora entiendo todo. Es una lástima que sea demasiado tarde… pero espero salvar a mi pequeña” — pensó, mientras miraba a la chica y le explicaba quienes eran sus familiares perdidos.

________________________________________________

Los guerreros de la Tierra habían vuelto al templo, donde el resto del equipo — excepto aquellos que estaban recuperándose de sus heridas —, estaban esperándolos en el patio principal.
La bestia Cerberus se presentó como el leal servidor de Kia, lo cual, facilitó a explicar el malentendido y todo terminó en una anécdota. Savage, Rita y Samael le quitaron las armas, pero aún estaba débil para emitir sonidos con las bocas.

—Puedo llevarlos con sus amigos — mencionó, en las mentes de los otros —. Pueden confiar en mí — dijo —; tengo una misión que cumplir y solo puedo hacerlo si me dejan ir con ustedes.

Al principio, los guerreros dudaron, pero, al ver que Cerberus no deseaba pelear, aceptaron y lo dejaron ir con ellos. El perro pidió que todos se suban a su lomo y se agarren con fuerza — cosa que hicieron —. Los cinco partieron al Templo de los Guerreros de la Luz, donde el resto de los guerreros esperaban su llegada.
Cerberus apareció frente a los guerreros de la Tierra y decidió buscar a Bi Han y Kuai Liang. Al encontrarlos, ellos estaban cuidando al trío de chicas, quienes estaban descansando debido a las condiciones del lugar.
Los guerreros de hielo se prepararon para luchar, pero el perro los detuvo. Éste ya no tenía las armas de sus colegas clavadas en sus hocicos, pero sí tenía heridas proporcionales.
La bestia miró al dúo de guerreros y les pidió que se queden allí y lo escuchen atentamente, porque debía contarles algo importante sobre sus padres.

—Son unos guerreros majestuosos; y merecen que les cuente la verdad a ambos, Bi Han y Kuai Liang.
—¿De qué nos hablas? Nuestros padres nos regalaron al Lin Kuei — dijo el menor.
—No — respondió, tajante —. No sólo eso, sino que sus padres murieron por obra del Lin Kuei.
—¡¿Qué has dicho?! — preguntaron ambos, indignados.

Cerberus mostró una visión que cambiaría la perspectiva del dúo de ninjas.
Era el año 1993, en el Municipio de Chongqing, ubicado en el centro de China.
Un hombre de cabello negro y largo hasta la cintura; vestido con un Pien Fu color rojo, compuesto por una túnica hasta las rodillas y, luego, unos pantalones que llegaban hasta los tobillos; completaba el traje con unas botas negras y un sombrero color rojo con adornos amarillos.
También, lo acompañaba una mujer de cabello oscuro; alpargatas negras con puntas blancas, y un quimono color crema y rosado que lo condecoraba.

—Querida, nosotros no usamos muchos quimonos — le dijo él —. Eso es más de los japoneses.
—Pero cariño, ¡es hermoso!
—Julie, no deberías usarlo — comentó, pero al ver el entusiasmo de ella, le sonrío y le dijo —, pero te queda hermoso y te dejaré usarlo. Solo espero que nuestros maestros no se enojen.
—Te lo agradezco, Jen.

Los hermanos entendieron de que trataba la visión: el nacimiento de un nuevo niño en la familia. Ambos siguieron viendo la visión y vieron a una pequeña beba en brazos de Julie, quien estaba acompañada por su esposo y rodeada por una decena de personas.

—¿Cómo se llamará? — preguntó ella.
—¿Qué tal Jei Fan? — Propuso él — Me recuerda a Bi Han y Kuai Liang, nuestros otros hijos.
—No sabes cuanto los extraño — dijo ella, derramando unas lágrimas en la pequeña niña, las cuales limpió —. El Lin Kuei nos robó a nuestros hijos hace quince años y no hemos sabido nada de estos — mencionaba, recordando el fatídico día —; por lo menos, ella vivirá con nosotros.

Ambos se abrazaron y la pequeña niña reía sin cesar. Pero la alegría duraría poco para todos, debido a la aparición de un ninja de traje rojo, escoltado por otro ninja vestido de un traje rojo y negro, y de otro que utilizaba un traje verde y negro.

—Veo que han tenido otra hija — mencionó —: otro guerrero más para el Lin Kuei — comentó, mostrando una risa — ¡Sektor! ¡Acid! ¡ATAQUEN!

El dúo de ninjas eliminó en cuestión de segundos a la decena de personas — quienes, intentaron defender a la pareja y su hija, siendo en vano —, solo quedando Jen, Julie y Jei Fan con vida.
Sektor y Acid atacaron a Jen, pero éste congeló a ambos guerreros; sin embargo, no pudo preverse que el Gran Maestro Lin Kuei, lo atacase en un momento de distracción convertido en un toro, empalándole los cuernos en el corazón, matándolo al instante y dejando su cuerpo en el piso.

—¡Dame a la niña! — le ordenó el maestro.
—¡No lo haré, Oniro! ¡No te entregaré a mi hija! — le decía ella una y otra vez, sosteniendo a la niña en sus manos.
—¡Padre, yo la mataré! — gritó Sektor, lanzando de su lanzallamas una llamarada directamente hacia ella.
—¡SEKTOR, TONTO! ¡NO! — le gritó su padre.

Oniro intentó proteger en vano a Julie, que fue carbonizada por las llamas de Sektor y quedó gravemente herida. Oniro golpeó a su hijo por su acto imprudente y se fue enfurecido del lugar.

—Si que lo hiciste cabrear, Sektor — le dijo el ninja de verde y negro.
—Cierra la boca, Acid — se levantó, retirándose del lugar a toda marcha.

Acid le dio una mirada al lugar destruido y a la muerta Julie. El ninja buscó una flor y la dejó en la tumba de ésta, lamentando su muerte y yéndose del lugar. Sin embargo, escuchó unos llantos y una respiración agitada.

—¡Julie! — Exclamó, buscando a la mujer; viendo que uso su cuerpo para proteger a Jei Fan — ¡Déjame ayudarte!
—No me toques…
—Espera, no quiero dañarte — dijo —; no quería hacer esto, pero si no lo hago, me matará.
—Oniro es así… — decía ella, utilizando las últimas fuerzas que le quedaban —; cuida a mi hija, por favor, Acid. Déjala con alguien que confías y mantenla a salvo de Oniro — rogaba la chica, tomándole la mano y dejándole a su bebe consigo —; cuídala y dile que sus padres la aman mucho, Acid…

Julie cerró los ojos y Acid la colocó con sumo cuidado en el suelo, decidiendo enterrarla a ella y su esposo; luego, cargó a la pequeña Jei Fan consigo en brazos. Al hacerlo, la niña comenzó a llorar sin remedio y provocaba un ruido atroz. El ninja recibió la visita del nigromante Quan Chi, quien le pidió a la niña.

—Somos compañeros y acepto que tengas a Jei Fan por mí, Quan Chi.
—Acid, dame a la niña y vuelve al Lin Kuei como si nada hubiese ocurrido. Se la daré a Lord Shinnok.
—No la mates ni le hagas daño, por favor.

El ninja verde agradeció y rogó que cuide a la niña, quien no paraba de llorar. Quan Chi le prometió no dañar a la chica, yéndose. El ninja, en tanto, volvió al Lin Kuei y se despidió de ambos
Al llegar al Netherrealm, la niña seguía llorando y éste se presentó ante Shinnok — quien estaba en la compañía de Drahmin, Moloch, Sareena, Kia, Jataaka y Ashrah —. Quan Chi fue pasando el bebe uno por uno, pero seguía sin llorar; hasta que Shinnok se hartó y le sacó a la beba de los brazos de Sareena.

—¡Dame esa niña! — ordenó el dios, sacándole de las manos a la chica — ¡Deja de llorar, niñita! ¡Me tienes harto! — bramó el dios.

Increíblemente, la niña dejó de llorar al contacto del dios. Éste se sintió magnificente, pero al darle la niña a Sareena, ésta volvió a llorar. Sareena le dio a Shinnok el bebe, que volvió a dejar de llorar y comenzó a reírse. Todos se miraron entre sí y llegaron a la conclusión de que la niña se sentía cómoda con Shinnok.

—Bueno, yo debo controlar a algunos onis… — dijo Ashrah, corriendo y largándose del lugar a toda velocidad.
—¡Vuelve aquí, Ashrah! ¡Y ustedes también! — le ordenó al resto, que se fueron despavoridamente y lo dejaron a solas —. Malditos sean… — musitó —, a ver, nenita, no creo que sea tan difícil cuidarte, ¿no? — Llegó a decir, hasta sentir un extraño olor en la habitación — ¡Maldita sea, te has cagado! ¡Quan Chi! ¡Sareena! ¡Ashrah! ¡Kia! ¡Jataaka! ¡Moloch! ¡Drahmin! ¡VUELVAN AQUÍ Y AYÚDENME! — Gritó, terminando la visión.

La visión finalizó y dejó a ambos guerreros con distintas impresiones.
Por un lado, se sintieron enfurecidos al saber que el Lin Kuei había matado a su familia y condenado a vivir una vida llena de mentiras; pero, al analizar la situación, no estarían aquí de no ser por esto, sintiéndose un poco más aliviados. Además, el saber que ambos tenían una hermana, les causaba cierta intranquilidad, y mayor aún al saber que Shinnok era su tutor.
Ambos se quitaron sus máscaras, las congelaron y las destruyeron, en signo de considerarse guerreros, pero no ninjas del Lin Kuei. Cerberus sonrío levemente y les pidió un favor más a estos, que le aconsejen a los distintos guerreros de la Tierra a no cometer los errores que podrían condenarlos.

—Díganle a Hanzo que no sea tan obsesivo con lo de su familia y clan; a Johnny Cage que madure un poco, o perderá a Sonya para siempre; a Liu Kang que no se obsesione con Raiden, o podría perder a Kitana y a Kung Lao; y díganle a Nightwolf, que su hermano no era un traidor como le han dicho — mencionó dando media vuelta.
—¿A dónde vas? — preguntó el mayor.
—Debo buscar a Jei Fan y avisarle que ustedes saben la verdad. Tengan cuidado, jóvenes protectores de la justicia — expresó el perro —; saluden a Kia de mi parte y díganle que nos veremos en la Tierra de nuevo.

El perro guardián se despidió, dejando al dúo de guerreros a solas; con muchas más dudas que certezas. Tal vez, haciéndole una visita a Shinnok, descubran la verdad…

______________________________________

En un desierto ubicado en San Diego, Estados Unidos, había un trío de guerreros que buscaba respuestas sin cesar. Debido al paisaje de éste, había poca gente y la batalla se podía desarrollar con libertad.
El desierto lucía de un territorio marrón en su totalidad, rodeado de tierra, pero con algunas zonas cubierta por pastizales y cactus. Además, poseía unas mesetas que podían verse a la lejanía. Había una ruta, pero ésta estaba desierta, así que no había que temer para luchar.
El primero era un gigante de cinco metros, de contextura física deforme, grandes cicatrices en el cuerpo; unos pantalones marrones que estaban rotos — y sostenidos por una larga soga —; además, contaba con cuatro brazaletes con púas — uno en cada extremidad —, y un taparrabos color negro, que adornaba su vestimenta.
El segundo era una especie de ninja; con un extraño traje color negro; con un chaleco de balas y botas de goma caucho; poseía unos visores blancos que servían para ver en la oscuridad y un par de cuchillas instaladas en el lado interno de las mangas.
El tercero tenía un sombrero de vaquero color beis en su cabeza; una chaqueta roja; un pantalón de cuero color marrón, con una biblia en su cintura, la cual, era sostenida por unos cinturones. Llevaba un par de pistolas y una escopeta en sus caderas; además de una gabardina marrón, que le llegaba hasta los pies.
El trío de guerreros había masacrado a unos miembros del clan Lin Kuei — los cuales, la mitad de estos eran cyborgs —.

—¿Dónde está el portal hacia el Nexus? — Preguntó el primero — ¡Se que lo han cambiado de lugar! ¡Así que díganme!
—¡No lo haremos! — gritó un humano.
—¡Aaron! — le pidió el gigante al vaquero, el cual asintió.

Aaron sacó una pistola y le reventó la cabeza al ninja de un tiro certero en la cabeza. Automáticamente, estos quisieron escapar, pero el trío no los dejó y recibieron una paliza por parte de estos.

—¡Yo, Moro de la Tierra! ¡LOS APLASTARÉ! — Gritó, aplastando a cinco cyborgs.
—¡Attom, encárgate del cyborg verde! — ordenó el vaquero.

El guerrero de negro sacó las cuchillas y atacó en un destello de velocidad a los cyborgs y ninjas, cortándolos en pedazos. Luego, el vaquero sacó sus armas y comenzó a disparar a quemarropa, eliminando a todos los ninjas restantes.
En cuestión de segundos, solo quedó un cyborg de pie, que sintió una escopeta en la cabeza. Éste estaba inerte, debido a la falta de emociones por parte del proceso de automatización de su clan.

—Te lo diremos de vuelta — dijo el vaquero —: ¡¿Dónde está el portal al Nexus?!
—Su ubicación está en el Polo Ártico — dijo el cyborg, sin mostrar emociones.
—Bien — dijo —; Moro, ya sabes que hacer.

El gigante golpeó al cyborg en la cabeza, dejándolo inconsciente y cargándolo en una mano.

—Vámonos, porque tenemos que encontrar a Magnus, Arbiter, Savage, Samael y Daisy.
—Te olvidas de Rita, que es nuestra prima — mencionó el guerrero vestido de negro.
—¡Sí, Aaron! ¡No olvides a Rita!
—Lo que sea… — rodó sus ojos.

El trío decidió seguir en la caminata, dirigiéndose hacia el Polo Ártico y buscar el portal que los dirigiría hacia el Nexus. ¿Llegarán para ayudar? ¿O será tarde para cuándo lleguen?

____________________________________________

En el Cielo, los Dioses Antiguos se reunieron por una emergencia de asunto mayor.
Estos estaban en una habitación del lugar; el cual, era un gran castillo blanco, con cielo raso color azul y una fauna verde que lo rodeaba. La habitación donde estos estaban, era una habitación con una mesa redonda color marrón y ocho tronos rojos, con bordeado azul y puntas amarillas; de las cuales, solo seis estaban ocupadas, y dos estaban vacías.
Los seis estaban hablando acaloradamente y al unísono. Se mostraban algo asustados por algunos sucesos ocurridos hace poco. El líder de estos golpeó la mesa y calmó al resto de sus compañeros, para tratar de dar una charla entendible.

—¡Escuchen! ¡Cálmense de una vez por todas! — ordenó el primero de estos.
—Dominique, pides locuras — comentó el segundo — ¿Qué opinas tú, Shezade?
—Opino lo mismo que tú, Shaka— comentó —; es imposible calmarnos con lo que está pasando.
—Chicos, si no nos calmamos, moriremos todos.
—¡Vamos a morir de todas formas, Dominique! ¡¿Qué demonios dices?! — le recriminó el cuarto.
—¡Oye, cálmate con mi marido, Rentaro! — ordenó la quinta, dándole un golpe en la nuca al tercer hombre del grupo.
—¡¿Pero qué haces, Caroline?! ¡Casi me desnucas! — dijo éste, comenzando una discusión entre todos estos, que fue calmada por el sexto integrante del grupo.
—Dominique tiene razón; no debemos exasperar.
—Gracias por tu ayuda, Miguel Ángel. Chicos, estamos ante el principio de la Profecía ù mencionó —. Como ustedes saben, éramos ocho al principio, pero Apache murió y Shinnok nos traicionó — recordó —; cuando nuestras muertes se acerquen, las reencarnaciones de los Héroes de la Leyenda, comenzarían a manifestar sus poderes en su totalidad.
—Recuerda que tal vez, ellos comiencen a manifestarse de una forma extraña y no necesariamente, se manifiesten de forma directa; como el Sauriano Maldito — dijo Shaka —. Creo que ver que El Dragón, El Demonio, El Lobo y El Sauriano Maldito se han comenzado a manifestar, nos da cierto susto. Faltarían El Ángel, El Ave, El Hombre Lobo y La Araña.
—Aun no sabemos quienes son ellos, con exactitud — mencionó el líder —, porque sus dioses respectivos no han decidido a quienes elegir…
—¡¿Y cómo quieres que elija?! ¡Tu sucesor vive usando su poder de atraer con las feromonas y me es imposible elegirle a alguien! — le recriminó Caroline a Dominique.
—Querida mía; mi sucesor ama a alguien y lo sabes.
—¡Sí, pero…!
—Caroline — interrumpió —, no es necesario ser muy lista. Puedes usar a quienes más lo aman de candidatas; la que realmente lo ame más, será quien tenga el poder de El Ángel.
—Está bien — sonrío, pareciéndole una buena idea.
—En mi caso, tengo a alguien en mente — comentó Miguel Ángel —; así que se manifestará en estos meses.
—Yo tengo a cuatro candidatos en mente, pero el más digno de ellos, será mi sucesor — comentó Shezade, cruzada de brazos.
—En mi caso, mi joven guerrero es un poco chico aún, pero tranquilos, que estará listo cuando todo ocurra — dijo Rentaro, trayendo calma.
—Recuerden: es mejor calmarnos y confiar en que nuestra nueva generación, traiga la paz eterna que nosotros no hemos conseguido — expresó el líder; el resto asintió —. Ahora, sigamos discutiendo otros asuntos, como por ejemplo: ¿sabían qué Sonya Blade y Johnny Cage se divorciaron en Tierra 10?
—¿Lo has visto, amigo? Esos dos no funcionaban. Espero que los de aquí sepan aceptarse el uno al otro y mejoren sus actitudes.

Los Dioses Antiguos siguieron hablando de los asuntos de todos los Universos, pero con el tema principal de foco: Los Guardianes de la Paz y la Esperanza, han comenzado a aparecer.

Fin del Capítulo 17.
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Y éste es Aaron
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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por Error Macross » Mar, 27 Ene 2015, 06:09

Bueno, veamos, per se los capitulos me gustaron, no digo que no, pero tengo seis cosas que no me gustaron.

1) La escena de Madonna, me parecio ridicula y no me parecio acorde con los personajes.

2) Lo de los dioses ancianos, ¿hablando de chusmerios y discutiendo?, teniendo en cuenta que me imagino de por si a los dioses ancianos como escencias carentes de sentimientos, esto me parecio muy bizarro y me chocó.

3) el grupo de Luana y compañia, no se, los siento como si el Team Rocket (jesse y James) apareciera en medio de un fic de Mortal Kombat.

4) La breve escena con Nightwolf y Sindel haciendo referencia a lo de que Sindel tuvo sexo y eso, parecen niños.

5) Magnus, si, me sigue cayendo terriblemente mal este personaje, ademas que tenga una situacion para ridiculizar a Liu Kang, no se, no me cayo esa escena.

6) la escena de SHinnok con el bebe, no se, en mi imaginacion si pasara eso Shinnok le arrancaria la cabeza al bebe y tomaria la sangre de su craneo, y si alguno hace la gran "me escapo", le arrancaria los intestinos y los ahorcaria con ellos.

Creo que los 6 puntos van a lo mismo, los personajes de MK me suenan muy infantiles en este fic, y eso me choca porque justamente yo los imagino ultra serios. Como que ya dije eso muchas veces.
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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por The Shaolin Nun » Mié, 28 Ene 2015, 19:27

Bien, he leído los episodios. Que emoción que hayas actualizado. Estuvieron muy buenos, una de las partes que más me gustaron fue cuando llegó Bi-Han con Quan Chi. También me gustó el trasfondo de la historia entre Frost y Shinnok, se ve interesante todo ese asunto. Por otra parte, muero por ver que va a pasar cuando lleguen por Magnus y los demás.

Como creo que ya había mencionado antes, los nuevos personajes le ponen bastante pimienta (todavía más) a los episodios.

Muy buenos, esperemos el siguiente.
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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por Linkin-Ramón » Jue, 05 Feb 2015, 15:29

Lo bueno:
- La partipicion del perro Cerberus (se nota que Frost lo saca a pasear y le da comer Dog Chow XD)
- El pasado de Jei Fan y su conexion con el Lin Kuei (esta claro quienes son sus parientes :u )
- La aparicion de nuevos personajes que le dan variedad a la historia y hace que no sea predecible
- Las batallas (Smoke se veria genial controlando al Enenra en MKX, fácilmente pudo estar en lugar de Reptile o aunque sea en DLC)
- Otra vez, la comedia (La parte de Pocahontas me mato xD)

Lo malo:
- Al final, no entendí porque Argus no era un Elder God, quizas me habré saltado esa parte
- Shinnok no me pareció un buen villano (pero no me quejo demasiado, debido a que el Big Bad/True Final Boss es Shao Kahn, al menos eso tengo entendido)
- La parte de Tomas y Kuai mencionando que fueron a un concierto de Madonna, sono como un momento HoYay (busca en TvTropes)
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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por Acero_12 » Jue, 23 Abr 2015, 20:51

¡Hola! ¿Cómo andan? Pido disculpas por la tardanza, pero entre mi universidad y que el teclado se me haya hecho pomada, no pude escribir un buen tiempo. Tuve que recurrir a escribir a mano, así que tardé un poco más; y lo terminé el martes (mi cumpleaños) y lo iba a subir, pero bueno, día movido y recién hoy pude hacerlo XD.

Les dejo el capítulo 18. Por cierto, los ocho clasificados tendrán Spin Off (aunque uno sólo aparecerá en un What If) y Reptile tendrá otro mas explicando algo un poco importante de la historia. No serán historias largas, pero espero que los entretengan. Los publicaré cuando tenga subidos los capítulos 19 y 20.

Sin ir mas lejos:

_______________________________________________________________________________________________

Capítulo 18: El veneno maldito: ¡Los insectos atacan!

Los guerreros de la Tierra se habían preparado para los combates que el ordenador de Shinnok había decantado.
Por razones del destino, D’Vorah debería enfrentarse frente a Kabal, Rita lucharía contra Nitara y los ganadores de estos combates, lucharían entre sí.
Los demás combates, habían quedado encuadrados de la siguiente manera: Havik lucharía contra Kenshi, Rain batallaría contra Kai y los ganadores lucharían contra Savage y Krogat, respectivamente. Los abandonos de Bi Han y Kuai Liang no cayeron para nada bien en ningún lado, ya que, Shinnok deseaba que ambos hermanos peleasen contra Frost.

—¡Combatientes! — exclamó Shinnok — ¡que comience el próximo combate! — ordenó — ¡D’Vorah del Outworld! — gritó la dama insecto, quien bajó volando a la arena de combate — ¡Contra Kabal de la Tierra!

Kabal corrió a toda velocidad y entró a la arena con sus Hookswords; D’Vorah acariciaba una babosa en sus manos y la dejaba en el suelo.

—Es hora de seguir en el torneo.
—No pasarás de mis garfios, D’Vorah.
—¡Como tú del cabello de Sindel, guerrero! — espetó la mujer.
—Tiene carácter… — le susurró Johnny Cage a Liu Kang, quien asintió en silencio.
—¡FIGHT!

D’Vorah sacó sus patas gigantes y atacó a Kabal con estas, quien esquivó con su súper velocidad dichos golpes. El policía uso su casco para lanzar un rayo láser violeta, el cual chocó con una bola de veneno de la mujer insectoide, provocando un leve impacto.
La dama de ácido no pudo darse cuenta del puñetazo que Kabal le propinó en el rostro, seguida de una patada en el pecho. D’Vorah cayó al suelo y pudo esquivar un pisotón de Kabal, atacándolo por la espalda de éste con sus aguijones, clavándolos en su respirador.

—¡Te he dejado sin respirador, Kabal! ¡Ríndete! — Exclamó ella.
—¿Realmente no prestaste atención a mi combate con Kintaro? — ella negó —, bien, te mostraré cuan equivocada estás.

Kabal soltó sus armas y colocó sus manos en la máscara, quitándosela y dejando su rostro deformado al descubierto. La mujer dio unos pasos atrás y vio que el policía lanzó su máscara al suelo, destrozándola de un pisotón.

—No la necesito — comentó —; ya he tenido suficiente de ocultar quien soy. Además, solo pocos de aquí se podrían considerar “bonitos”— siguió —. Es toda tuya, amiguita — comentó Kabal, lanzándole la máscara a D’Vorah, que la atrapó con sus manos.
—¿De qué estás habl…?

La mujer insecto no pudo terminar de formular la pregunta, porque la máscara de Kabal le explotó en las manos, dejándole heridas considerables en las manos y su pecho, quedando éstas inutilizadas.
La mujer intentó reaccionar con un contraataque, pero él fue más rápido y pudo esquivar el golpe de los aguijones de ella.
D’Vorah sabía que tenía sólo una posibilidad de ganar el combate por la estrategia de Kabal. Y debía pensar rápido, o Kabal la cortaría en pedazos con sus espadas garfio.

—“Mis manos y mi pecho están ardiendo” — pensó, colocando las manos en su pecho —. ¡Vamos, Kabal! ¡Dame tu mejor golpe! — le ordenó, con furia.

Kabal estaba confiado de su victoria. En base a las heridas de la chica, era casi improbable que éste pudiese perder el combate, así que empezó a correr por todo el lugar, para mofarse de la dama y acertarle un golpe potente con su velocidad, pero cuando estaba por golpearla, D’Vorah adivinó de donde venía y le traspasó el torso con sus cuatro aguijones, destruyendo sus propulsores de velocidad de una patada con ambas piernas, cayendo ambos al suelo. Ella se levantó gracias a sus partes intactas.

—¡D’Vorah gana! — exclamó Shinnok, quien sintió una presencia conocida en las cercanías de la zona —. Bien, sigamos con el segundo combate: ¡Rain de Edenia contra Kai de la Tierra! ¡FIGHT!
—¡La Tierra será nuestra! — gritó el edeniano.
—Ustedes siempre dicen lo mismo, pero nunca lo consiguen — se resignó a contestar el shaolin.

Kai atacó a Rain con una bola de fuego, repelida por una bola de agua del ninja púrpura. El monje corrió directo al ninja y le dio una patada en el abdomen, retrocediendo unos pasos y tomándose la zona afectada.

—Eso no me ha dolido —comentó Rain, recomponiendo su postura.
—¡Espero que esto sí te duela! — respondió el monje.

Kai hincó su pierna izquierda hacia atrás y atacó, sin embargo, Rain se tele transportó detrás del monje y encajó una patada en la espalda, destrozándole una costilla en el proceso. El shaolin cayó al suelo, aunque se levantó y volvió a la lucha con una bola de fuego enviada al aire, la cual fue esquivada por Rain.
El ninja de agua se convirtió en agua y desapareció del lugar en cuestión de segundos, dejando a Kai atónito.

—¡¿A dónde se ha ido?! —gritó confundido Kai.
—¡Kai, cuidado! ¡Debajo de ti! — intentó advertirle Liu Kang.

Kai no tuvo tiempo de reaccionar, ya que sintió un corte en las piernas. Sintiendo que caía al suelo, pudo ver a Rain emerger del mismo. El monje sonrió y cerró sus ojos. Liu Kang y Kung Lao intentaron pararlo, sin embargo, chocaron con un campo de fuerza que lo impidió, permitiéndole a Rain decapitar a Kai y ganar el combate.

—¡Rain Wins! ¡Fatality!
—Bah, ha sido bastante fácil —bufó el aludido, yéndose de la arena.

Rain bajó de la arena de combate, dejando el cadáver de Kai allí mismo.
Liu Kang buscó el cuerpo de su amigo y pidió ayuda a Kung Lao, quien tomó las piernas del monje. El otro shaolin tomó el cuerpo y la cabeza de su amigo, cargándolo en silencio.

—Rain acaba de sellar su destino —mencionó Krogat cruzado de brazos.

El vampiro no quiso decirlo, pero tuvo un escalofrío cuando sus ojos se cruzaron con los del dúo shaolin.

____________________________________________

Los fríos bosques de Canadá no eran nada para Aaron, Attom y Moro, quienes cargaban a un inconsciente cyborg y a tres niños que se encontraron mientras pasaron por Nueva York.
El primero era un chico de once años. Poseía tez blanca, cabello rubio y ojos azules. Usaba una remera negra con mangas blancas, unas zapatillas blancas y unos jeans claros.
La segunda era una chica de la misma edad del chico: tez morena, cabello oscuro y lacio y ojos café oscuro. Usaba una remera gris y rosa claro a rayas horizontales, pendientes anillados dorados en cada oreja unos pantalones negros y zapatillas rosadas.
La otra chica era una muchacha pelirroja de la misma edad que el dúo ya mencionado. Tenía piel pálida y un rostro lleno de pecas y ojos verdes. Usaba una remera verde, una pollera y zapatos blancos.
Aaron iba a la cabeza del grupo y observaba el bosque frío de Quebec. Daba disparos a algunos árboles para confundir a aquellos guerreros enviados del Lin Kuei que (según él mismo) los perseguirían por el cyborg secuestrado y los robots muertos.
En un momento del viaje, un portal se abrió; él pudo ver a un grotesco ser salir disparado del mismo y estrellarse contra un árbol.
El trío se asustó un poco y Aaron decidió poner paños fríos. El vaquero ordenó al monstruo esconder a los niños y al cyborg; por otro lado, le dijo a Attom que saque sus espadas y espere a el despertar de la bestia.
Pasado un rato, el ser despertó y lo primero que vio fue dos pistolas apuntándole en la cabeza.

—¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí? Seguro fueron esos dos monjes shaolin — mencionó.
—¿Qué monjes? — preguntó el vaquero — ¿Liu Kang y Kung Lao? — el vampiro asintió —. Tu nombre — pidió — ¡Ahora! — exclamó de manera mas desafiante.
—Me llamo Krogat. Los shaolin quieren matar a Rain por asesinar a un amigo suyo.
—Si viste a Kang y Lao... ¡¿Qué sabes de Magnus de la Tierra, Savage de la Tierra, Arbiter de la Tierra y Rita de la Tierra?! — bramó.
—Magnus está en las finales. Es mucho mas fuerte que antes — contestó —. Niño, no me interesa pelear contigo; quiero hablar con tu amigo para limar asperezas.
—Déjame adivinar: ¿te dijeron qué ellos destruyeron el pueblo Vaagard en Vaeternus? — el vampiro asintió — Debes saber que...
—No es cierto. Cuando pelee con tu amigo y al verlos luchar, denoté que no fueron ellos. Si me ayudan a encontrar los destructores de uno de mis pueblos, los ayudaré.

El vaquero hizo una seña y sus amigos salieron de sus escondites.
Aaron ayudó a Krogat a levantarse. Los guerreros decidieron seguir en su búsqueda del portal que los dirigirá al Netherrealm y ayudar a sus amigos.

____________________________________

El Netherrealm estaba observando el próximo combate que se iría a desarrollar entre Rita y Nitara.

—¡A pelear nenas! — ordenó Shinnok, que recibió malas miradas de ambas chicas.

El combate inició.
Rita formó una bola de fuego en su mano derecha y otra bola verde en su mano izquierda, arrojándolas a donde la vampiresa estaba, quien esquivó los dos proyectiles levantándose en los cielos — o lo que podría llamarse así en el Infierno —. Nitara escupió bolas de sangre a la arena, tornándola un lugar resbaloso para combatir.
La rubia resbalaba en el suelo, factor aprovechado por la vampiresa, que volaba por los aires y descendía a rasguñarla con sus garras. La humana se limitaba a lanzar bolas de fuego y energía, siendo evadidas por su oponente.
Nitara disfrutaba el combate: le gustaba hacer sufrir a sus víctimas antes de devorarlas vivas. Decidió escupir una bola de sangre a la cara de Rita para comerla y saciar su sed de sangre, pero la rubia fue veloz y lanzó una bola de fuego, disolviendo la sustancia roja.

—“¡Tengo una idea!” — gritó en su mente, saltando encima de la arena y lanzando dos bolas de fuego a la misma.

El contacto entre el fuego y la sangre provocó que la disolución del segundo componente en dos sectores del escenario. La humana conjuró un hechizo en la arena, formando una esfera de fuego, que empezó a evaporar la sangre. Nitara intentó evitarlo, pero Rita le dirigió la esfera a su cuerpo, siendo parcialmente esquivado…

—¡MI ALA! — bramó la vampiresa, viendo su ala desaparecer en el aire.

Mientras ésta caía, tomó el cuchillo que traía en su cintura y apuntó al corazón de la rubia. Lanzada el arma, ésta chocó con algo y cayó al suelo. Los amigos — y familiar — de Rita sonrieron. Jade vio esto y se animó a preguntar a que se debían las sonrisas.

—Rita creó un campo de fuerza y logró repeler el cuchillo. Mi prima fue muy lista, encontrando el punto débil de Nitara y una manera de ganarle — expresó un orgulloso Magnus, recibiendo un agradecimiento frío por parte de Jade —. ¿Todavía sigues enojada, Jade?
—¿Y me lo preguntas aún?
—Jade, te usé y estuve mal — le dijo —. Soy un hombre y sigo mis instintos. Me cuesta mucho tomar a las mujeres en serio desde Luana — confesó.
—No deberías dejar que ella te nuble el juicio, Magnus — respondió ella, mirándolo a los ojos y tocándole el hombro con su mano.
—Tienes unos bonitos ojos, Jade.
—¿No puedes estar un momento sin querer ligar? — le dijo ella en español.
—¿Desde cuándo hablas español?
—Aprendí algo con Reptile mientras estábamos en la Tierra.
—¡Es hora de acabar con esto, Nitara! — se escuchó el grito de Rita; la vampiresa estaba por llegar al suelo y atinó a cubrirse.

Antes de caer, la mujer de cabello oscuro creó unas dagas con la sangre en el suelo de ambas luchadoras. Éstas se dirigieron a la blonda, cortándole parte de los brazos y piernas. Los cortes hicieron enfurecer a la humana, que arrojó la bola y carbonizó viva a la oriunda de Vaeternus, que cayó inconsciente al suelo.

—¡Rita Wins! — exclamó Shinnok.

La humana cayó inconsciente también, siendo llevada por su amigo Arbiter afuera de la arena.
Shinnok observó el próximo combate y llamó a ambos guerreros, ya que sus nombres le dirían que habría una lucha genial. Viendo que uno no aparecía y tardó media hora, el dios siguió el reglamento y otorgó la victoria, y, por ende, la clasificación a las finales.

—¡El sexto clasificado es Rain de Edenia!

Rain comenzó a llamarse a sí mismo “El Campeón, provocando gran rechazo en el resto de los clasificados restantes y los combatientes presentes.
Shinnok ordenó a los seis clasificados que se junten cerca de él y observen el resto de los combates junto a él. Los seis obedecieron y decidieron hacerlo rápido, porque el próximo combate estaba a punto de dar inicio. El dios caído llamó a Kenshi de la Tierra y a Havik del Outworld.

—¡El Caos reinará en todos los reinos! — vociferó el clérigo, entrando a la arena.
—Tranquilo, calvito; tiene que haber un balance entre ambas cosas: orden y caos — respondió el espadachín, ingresando a la arena levitando —. Tú y Hotaru son iguales: las dos caras de una misma moneda, queriendo imponernos a ambos un sistema ideal para ustedes solamente.
—¡Pero que patrañas dices, cieguito!
—No puedo permitir que alguien como tú gane el torneo; ¡No puedo permitir que un dictador gane éste torneo! ¡Y por eso, juro que te derrotaré! — gritó, apuntándole con su espada al regente del Chaosrealm.
—¡Uy, esto se puso interesante! ¡FIGHT!

El espadachín formó un avatar que golpeó al clérigo; éste contraatacó, quebrando sus piernas y arrojando una calavera, la cual Kenshi evadió de un salto. Havik realizó un “tornado”, estirando sus brazos y girando hacia el japonés, que atinó a bloquearlo con su espada.

—¡¿Pero qué demonios eres?! — exclamó, sorprendido por las “peculiares” técnicas de su oponente.
—El poder de mi dios, Kochal. Él me ha enseñado éstas técnicas. Vivimos para nuestro dios y él nos hará reyes en el futuro, cuando el caos domine todo lo que existe.

El clérigo fue callado por la espada de su opnente. Éste le clavó su arma en el pecho, se la sacó y le asestó un golpe con el mango en la cara, destrozándole la parte frontal del cráneo; luego le hizo un corte en el torso, rompiendo parte de sus costillas. Havik cayó al suelo, pero sintió que estaba siendo tomado por una fuerza extraña. El espadachín lo levantó y estrelló contra el suelo tres veces; a la cuarta vez, saltó y le propinó un cabezazo en el vientre, quebrando las — ya rotas — costillas.
El clérigo yacía en el suelo, sin embargo, tuvo valor y logró recomponerse; luego se quebró su propio cuello, recomponiendo algunas heridas.

—Me has golpeado fuerte, Kenshi; no podría componer toda mis heridas ahora mismo — dijo —. Ahora me toca a mí.

El clérigo formó dos manos gigantes con la sangre de la arena, atrapando a Kenshi con éstas. Éste sacó una masa con picos y golpeó al ciego en la cara, rompiendo parte de su mandíbula. Después, quebró los brazos del asiático con la masa y comenzó a ejercer presión con “sus manos” al cuerpo del pobre Kenshi, el cual sintió tres de sus costillas destrozarse por la fricción provocada, pero recordó una enseñanza de Liu Kang en uno de sus entrenamientos de antaño.

Kenshi y Liu Kang entrenaban en la Academia Wu Shi, preparándose en el combate cuerpo a cuerpo y los factores sorpresa.
El espadachín supo como poner en aprietos al monje, creando avatares de sí mismo para atacarlo y/ó distraerlo.
En un momento dado, Liu Kang se transformó en dragón y asfixió a su amigo con su cola, hasta que éste dimitió y se sentó en el suelo, recuperando el aire.

—¿Creo qué entiendes por que lo hice, no? — comentó el monje, ofreciendo ayuda a su amigo para levantarse.
—Quisiste sorprenderme y lo lograste — su amigo aceptó la ayuda y se levantó —. ¿De qué puede servirme esto? — preguntó ésta vez, algo confundido.
—Nunca sabes que enemigo puede tocarte para combatir — contestó.

En su momento, Kenshi no le dio importancia y decidió volver a la morada, siendo seguido por Liu Kang, acordando seguir el próximo día con otro tipo de entrenamientos.


—“Gracias, Liu Kang”.

Kenshi creó un avatar que golpeó a Havik, quien perdió la concentración y su oponente aprovechó para liberarse.
El espadachín levantó al clérigo con sus poderes, estrellándolo dos veces contra una pared cercana; al tercer golpe con la pared, Havik perdió su ojo derecho — el cual quedó incrustado en la pared —; cuando Kenshi lo atrajo hacia él, Sento cortó en dos a Havik y volvió a su amo, que movió su espada dos veces en señal de victoria.

—¡Kenshi Wins! ¡Fatality! — clamó el dios —. Ahora, pelearás contra Savage.
—¿No puedes darme un descanso? — preguntó.

El dios vio el estado del espadachín y también observó a las maltrechas D’Vorah y Rita. Habiendo tomado una decisión, llamó a ambas chicas a la arena de combate, donde los tres apenas podían mantenerse de pie. La decisión de Shinnok fue simple: los tres debían soportar un ataque conjunto del mismo dios caído.

—Aquel que pueda sobrevivir a mi ataque, será finalista. Prepárense, que no iré con piedad.

El dios hizo distintos gestos con sus manos e hizo aparecer una poderosa bola de energía púrpura, que expulsó tres rayos de energía y fueron dirigidos a los tres guerreros. Estos eclosionaron en los combatientes y crearon una correntada de humo gigante; ésta se disipó y se pudo ver a D’Vorah de pie, aguantando con entereza el impacto; Kenshi y Rita, por su parte, estaban en el suelo inconscientes.

—¡D’Vorah gana y es la séptima clasificada! — exclamó.

A continuación, éste le pidió a Quan Chi que cure a la dama, cosa que obedeció y la única dama clasificada fue saneada por el nigromante. Ella simplemente felicitó a Kenshi y Rita y fue con el resto de los clasificados.
El dios caído miraba a Savage, sin saber que hacer con él: no quería clasificarlo sin que ganase cuatro combates, y probarlo a él también no sería vistoso para su público. El dios tuvo una idea para el humano.

—¡Reiko! ¿Quieres pelear?
—Olvídalo, Shinnok.
—Si ganas, reviviré a Tanya — prometió —. Cumplo mi palabra.

El antiguo general de Shao Kahn —y ahora general de Kotal Kahn — fue a la arena de combate a combatir contra el samurái. Éste sacó su martillo y el samurái sus dos espadas.

—Dime algo, ¿crees qué puedas ganarme?
—¿Cómo pelean los de tu mundo? ¿Con caricias y arañazos? Porque con esa ropa, menos no puedo pensar.
—¡Es un homenaje a mi Emperador caído!
—¡FIGHT!

El combate dio inicio con ambos combatientes chocando armas entre sí. Reiko lanzaba sus shurikens y Savage los contrarrestaba con leves correntadas de viento o su bumerang.

—“Has vuelto, hermano” — mencionó una voz en la cabeza de Shinnok.
—“¡Dominique!”
—“Si quieres verme, ven a la Tierra. El portal que abras te llevará allí”.

El dios caído no iba a ir, pero sintió que su presencia era necesaria para su antiguo amigo y compañero de armas. A fin de cuentas, Dominique es quien mejor conoce a Shinnok.
Confundido por lo que ocurría, Shinnok le dijo a Quan Chi que corroboré el combate y se encargue de monitorear el combate y ayude a ganar a uno de los guerreros si le era necesario hacerlo.
El dios creó un portal y se retiró, argumentando un problema de fuerza mayor. Su sirviente y su hija adoptiva desconfiaron un poco de los motivos, pero no objetaron nada y siguieron observando el combate.

________________________________________________________

Shinnok había llegado a la Tierra. Quedó atrapado en París, Francia; lugar donde había conocido a Dominique por primera vez en su vida, cuando era un joven de dieciocho años.

—Has venido, Sho.
—¡Dom! ¡No sabes lo…!

El saludo de Shinnok fue interrumpido por un puñetazo en la cara, siendo tumbado al suelo por el otro. El dios preguntó porque fue ése golpe, a lo que su homólogo respondió:

—Eso fue por haber sido un peón de One Being durante tantos años y darnos tremendos problemas — explicó; luego, le extendió la mano —, pero no importa cuantos años hayan pasado, a los hermanos siempre se los perdona.

Shinnok se levantó gracias a su viejo amigo y se abrazaron después de muchos años enemistados. El dios caído pidió disculpas por todo lo que había ocurrido, a lo que el dios antiguo lo calmó expiándolo de culpas. Luego, el dúo observó el paisaje de la ciudad — muy parecido a como era cuando se conocieron — y recordaron viejos tiempos.

—Por allá fue donde salvaste mi vida el día que nos conocimos — comentó el dios caído —. One Being era un peligro.
—Pero lo pudimos derrotar — contestó, tenso.
—¿Qué te ocurre, Dominique?
—Tengo miedo, Sho.
—¿Sho? Hace millones de años que nadie me llamaba así. Me preguntaba si alguien volvería a hacerlo.
—Sho Innokuze, ¿cómo olvidarlo? Yo te puse el apodo de “Shinnok”.
—Entiendo. Mi hija adoptiva y mis dos hijos saben mi verdadero nombre, además de ustedes — explicó —. Repito, ¿a qué le temes?
—Temo por la profecía…
—¿El gran Dominique Marroni le teme a la muerte? ¿Justo tú, qué nos has exigido por toda nuestra vida a que no temamos a la muerte?
—No le temo a la muerte; le temo al olvido. Haber salvado éste universo y ser olvidados. A eso le temo, Sho.
—No nos olvidarán — le animó su amigo —. ¡Nuestros sucesores nos mantendrán en la gloria!

La charla fue interrumpida porque el amuleto de Shinnok brillaba y entendió que ocurría: el último combate estaba a punto de concluir. Se despidió de su amigo, no sin antes pedirle que salude al resto de sus amigos y recordarle algo.

—Tus puños aún tienen ése toque especial de tu alma ardiente. Ojalá tu sucesor tenga la misma característica tuya — le dijo, saludándolo y despidiéndose de él.
—Antes de irte: ¿Cómo te liberaste del control mental de One Being?
—La ilusión de Magnus rompió el hechizo. No preguntes que pasó, sólo sé que se rompió gracias a él.

El dios creó un portal y entró, yendo al Netherrealm a toda cosa, donde se definiría el último de los clasificados para las finales y la culminación del torneo.
Al irse, una joven de cabello rubio y ojos azules apareció junto a Dominique y lo abrazó por la espalda, poniendo su cabeza en el hombro de éste, denotando tristeza en su rostro.

—Es triste saber que morirá primero que los demás, ¿no?
—Sí, pero por lo menos hará algo bueno, Caroline — le dijo él, creando un portal e ingresando ambos juntos.

__________________________________________________

Entrando al Infierno, Shinnok vio a Reiko derrotado en el suelo y a Savage guardando sus espadas. Quan Chi lo decretó ganador y ordenó a los siete combatientes restantes a bajar del piso alto y se colocaron todos cerca de la arena.
Shinnok se presentó, sorprendiendo a Quan Chi y al resto, creó una caja con ocho bolas de distintos colores — dos por cada color —, para ordenar a los ocho sacar en orden de clasificación una bola de distinto color. Magnus fue el primero, sacando una bola roja; luego, Johnny Cage sacó una bola verde; Liu Kang sacó una bola amarilla; Dairou sacó otra bola verde; al momento, Kotal Kahn mostró una bola color azul; Rain fue y la bola que le tocó era amarilla; D’Vorah fue la séptima y sacó una bola roja; al final, terminó Savage, que sacó otra bolilla azul.

—¡Combatientes! ¡Los próximos combates serán en el orden del cual fueron dictados! — exclamó Shinnok — ¡El primer combate será entre Johnny Cage de la Tierra y Dairou del Orderrealm!
—Que sea un buen combate, calvito — dijo el actor, estrechándole la mano.
—Te cerraré esa bocaza, Cage — espetó, rechazando el saludo.
—¡El segundo combate será entre Liu Kang de la Tierra y Rain de Edenia!
—Te carbonizaré por lo que le hiciste a mi amigo.
—Ten cuidado con no ahogarte, campeón — mencionó el ninja, siendo ambos contenidos por las manos gigantes de Shinnok; éste les dijo que esperen su turno.
—¡El tercer combate será entre Magnus de la Tierra y D’Vorah del Outworld!
—¿Lista para perder, cocoliza? — preguntó el castaño.
—¡Ustedes los hombres humanos son unos cerdos! — bramó ella en respuesta.
—¡Y el cuarto combate lo protagonizarán Savage de la Tierra y Kotal Kahn del Outworld!
—Estoy listo para lo que venga — comentó el humano.
—No sabrás ni que te golpeó, samurái — contestó el guerrero azul.
—¡Así que prepárense para pelear, mujercitas! — ordenó Shinnok.

Éste creó siete portales y ordenó a Johnny Cage y Dairou entrar a uno de esos portales. Ambos iban a entrar, pero Sonya, Jax y Hotaru los detuvieron; ellos querían despedirse de sus respectivos amigos.

—Buena suerte, Johnny — le dio la mano Sonya.
—Tranquila, que ganaré, rubia.
—Muestra porque peleas bien, J.C. — aconsejó Jax.
—Por la Tierra, moreno.
—Da lo mejor de ti, Dairou — pidió Hotaru.
—Gracias…, supongo.

El dúo ingresó por el portal. Luego, el dios caído ordenó a los guerreros entrar a dichos portales, que los llevarían a sus respectivos reinos. Cuando estaban por entrar a estos, SIndel pidió a Shinnok si podían despedirse de sus compañeros, lo que fue respondido con una afirmación y ésta le agradeció.
La dama se acercó a los tres humanos restantes, lista para desearles suerte:

—Liu Kang, muestra porque Kitana te eligió a ti como rey de Edenia.
—Gracias, Sindel… Creo.
—Andrae, eres un formidable guerrero y siento que mi derrota ante ti estuvo justificada — le dijo, dándole la mano.
—A decir verdad, tu golpe me dolió unos días largos — contestó, estrechando sus manos.
—Magnus, ten mucho cuidado; que te necesi… tamos entero — comentó, acariciándole una mejilla, que sonrojó al muchacho.

Uno a uno, los guerreros se despidieron de distintas maneras según fuese el guerrero indicado. Les desearon suerte de manera cordial a aquellos con quienes no poseían gran relación, pero fueron efusivos con quien — ó quienes — tenía — ó tenían — mejor relación. Todos pidieron que le deseen suerte a Johnny Cage.

—Buena suerte, Liu; confío en ti — le animó Sonya.
—¡Amigo, gana por nosotros! — exclamó el militar.
—Venga a Kai, Liu — pidió Kung Lao; su amigo asintió.
—Brinda lo mejor de ti, amigo — aconsejó Nightwolf, posando su mano izquierda en el hombro derecho de Liu Kang, recibiendo una afirmación de su amigo.
—Cuídate mucho, cariño — se despidió Kitana, besándolo; él prometió hacerlo.
—Recuerda nuestros entrenamientos — le recordó Kenshi.

En paralelo, Magnus y Savage eran despedidos por sus amigos y algunos con quienes fueron teniendo diálogos y charlas en aquellos días de mucha responsabilidad y movilidad.

—Amigos míos, les deseo buena suerte — les dijo Samael, chocando puños con ambos.
—Prometan dar lo mejor de ustedes, amigos míos — los abrazó Rita —; estoy lastimada en cuerpo, pero entera en espíritu.
—Magnus, Andrae — dijo Baraka, apareciendo junto a su equipo de guerreros —, les deseamos mucha suerte. Demuestren su valía.
—Gracias, Baraka — agradecieron ambos al unísono.
—Por cierto, ¿dónde están Reptile, Chamaleon y Khamaleon? Querría despedirme de ellos — preguntó Magnus.
—Ahora que lo dices, sólo sé que Hotaru los dejó cuidando a los heridos junto a Hydro, pero no tengo idea de donde están ellos — respondió.
—¡¿Dónde están ellos, Shinnok?! ¡¿Dónde están nuestros amigos?! — amenazó Savage, sacando sus espadas y amenazando al dios caído.
—Baja tus armas, amigo; Shinnok no tuvo nada que ver con esto — explicó una voz femenina.
—¡¿Daisy?! ¡¿Qué te ocurrió?!

Savage y los demás observaron a Daisy, que no estaba sola. Ella cargaba a Chamaleon en su espalda; además, Reptile y Surikizu estaban a sus costados — derecha e izquierda respectivamente —, cargando a Khameleon e Hydro en ése orden.
El samurái preguntó quien o quienes causaron semejante acto. El sauriano iba a responder quien fue él que intentó matarlo a él y sus compañeros; sin embargo, los portales se activaron y “tragaron” a todos aquellos que no estuviesen clasificados, separándolos en distintos portales. Sólo quedaron los dioses, los clasificados, Frost, Shinnok y Quan Chi — sumado al público —.
Argus, Fujin, Tsukuyomi y Susanoo se dirigieron a un portal y saltaron al mismo, con la esperanza de salvar a los humanos — y bestias — que estaban de su bando. Raiden y Amaterasu quisieron despedirse antes de partir.

—Guerreros, les deseo buena suerte — expresó el dios del trueno —. ¡Liu Kang!
—Estamos a mano; yo te maté como tú lo hiciste hace un año — dijo —, aunque no estoy a favor de que seas el protector de la Tierra — explicó, cruzando sus brazos y cerrando sus ojos.
—Algo es algo — comentó — Iré a la Tierra; algunos cayeron allí y trataré de ubicarlos en algún punto donde todos puedan estar — dijo, dirigiéndose a un quinto portal y retirándose.
—¡Muchachos! — los llamó Amaterasu — Les deseo buena suerte — les deseó, abrazando a Magnus y a Liu Kang, que le correspondieron extrañados y agradecieron su apoyo.

La diosa soltó al dúo shaolin y se acercó al samurái. Él estrechó su mano, pero ella rechazón la mano y lo abrazó con mucha fuerza.

—Ten mucho cuidado, Andrae — rogó, acariciando una mejilla —, y espero que vuelvas sano y salvo, ¿sí? Te estaré esperando — comentó, dándose vuelta y corriendo al portal restante.

El último portal se cerró y dejó a los combatientes serios, decididos a observar el combate.
Savage era mirado por sus amigos con cierta gracia. Éste se sentía un poco avergonzado por la forma en la que Amaterasu se despidió de él. Como si fuera poco, pudo notar que Frost lo miraba de una poco amigable.

—Disimula, pequeña — susurró Shinnok.
—¡Papá! — respondió enojada.
—Sólo no lo hagas tan obvio, mi pequeña — aconsejó, dándole unas palmadas suaves en la cabeza —. ¡Combatientes! — exclamó, volteando su vista al sexteto — ¡Es hora de observar a Johnny Cage y Dairou!

La pantalla cambió la vista de la arena por la vista de un cielo azul con algunas nubes, con grandes pirámides blancas, las cuales flotaban gracias a un núcleo que yacía debajo de las mismas.
En una de ellas, se encontraban ambos guerreros. El actor apareció caminando con mucha calma; en tanto, el mercenario daba unos golpes al aire y encendía sus puños en llamas.

—¿Listo para qué J.C. te dé una paliza, pelón? — preguntó, quitándose los anteojos y levantando sus cejas.
—Hablas mucho, bocazas; es hora que te cierren el pico de una vez — contraatacó, apuntándole con su dedo índice.
—Claro, claro, todos dicen eso, pero nadie lo cumple — concluyó Johnny. Colocándose sus lentes y dándose dos leves golpes en el pecho con uno de sus puños.
—¡FIGHT! — gritó la voz de Shinnok, siendo escuchada en la arena.
—Eh… ¿cómo pudiste hacer eso?
—Soy un dios, Johnny Cage. ¿Eso responde tu pregunta?

El actor y el mercenario se encogieron de hombros, dándose por satisfechos con la respuesta.
Johnny Cage y Dairou corrieron el uno hacia el otro, chocando sus puños e iniciando las finales.
El Combate Mortal ha comenzado.

Fin del Capítulo 18.

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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por The Shaolin Nun » Sab, 25 Abr 2015, 07:52

Que buen capítulo. Me encantaron las luchas. Me gustó la parte en donde Kabal pierde su respirador, yo creí que con eso estaría perdido, ¡pero no!, por un momento pensé que llegaría a derrotar a D'Vorah, lástima que no fue así. También estuvo muy interesante la parte de Shinnok y Dominique, me ha gustado eso del verdadero nombre de Shinnok, por cierto XD.

Ahora queda ver quien resulta vencedor en la lucha que quedó en suspenso entre Cage y Dairou, (le voy a Dairou, pero me late que gana Cage)
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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por Error Macross » Mar, 28 Abr 2015, 05:22

Kabal se murio o que onda?

Bueno, el capitulo fue mas que nada de peleas y algunas pequeñas cosas adicionales, y no hubo muchas de esas escenas bizarras que no me van del todo, asi que en si no mucho para decir, se plantean las cosas de como se van a dar algunos resultados en las finales, tengo algunas que creo saber seguro sus resultados pero no todas.
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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por Linkin-Ramón » Mié, 29 Abr 2015, 22:36

"Sho Innokuze" (:clap) .... MK tiene nombres y apodos bizarros, (como "Casi" Cage y "Borraycho", muy marihuanera es la mente de Ed Boon con el Spanglish xD), igual fue un buen aporte su conexión con Dominique.
No entiendo como Jade y Sindel siguen queriendo al castaño, si el tipo es un Asshole.
Pero nada mal, aunque Kai murió bastante rápido, pues era igual o mas débil que Reiko, pero no hizo nada en los anteriores capítulos o recuerdo si tuvo algún combate; por otro lado, no puedo esperar la pelea de Kang y Rain (fuego vs. agua) y me viene que Rain es como el Vegeta de MK (entre príncipes arrogantes que son capaces traicionar a su respectivo emperador - Shao Kahn y Freezer - y que tiene una sable de agua como la Tri-Sword de Vegito) y el de Cage vs. Dairou (pienso que si se inspiran en Feng Wei de Tekken podría estar en MK11, lo dudo) y el de Montezuma y Samurai Jack (?) (me la juego a que gana Savage).
Y no se que mas decir... eh.. la pelea de Nitara y Rita fue genial, la de Kenshi y Havik también.
Saludos.
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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por Acero_12 » Lun, 27 Jul 2015, 04:51

¡Hola! ¿Cómo andan? Lamento la tardanza, tardé todo el día, pero pude pasar el capítulo 19 y se los traigo. Espero no tardar con el 20. En fin, quiero avisarles que tengo un spin-off terminado y dos por la mitad.Cuando termine tres de estos, los voy a subir, mientras que el restante lo subiré cuando suba el capítulo 20 ó lo termine de hacer.

Tal vez puedan parecer que hayan algunas contradicciones, pero serán explicadas en los spin-offs precisamente.

Sin más, les dejo todo ahora.

__________________________________________________________________

Capítulo 19: ¡La final menos pensada! Parte Uno.

El choque de puños de Johnny Cage y Dairou fue sólo el inicio.
El actor le propinó un Uppercut al antiguo guerrero del seido, cayendo éste al suelo. Dairou no escatimó tiempo tiempo y arrojó tres estrellas de fuego a Cage, siendo esquivadas. El calvo golpeó el suelo con su espalda, provocando que el actor perdiera el equilibro reciba un rodillazo en la casa.

—¿Es lo mejor qué tienes, pelón? — inquirió Johnny, limpiándose la sangre de su rostro.
—Tienes una lengua muy suelta, actor — espetó, sacando su espada —, y créeme; me encantará callarte de una vez por todas.
—Lo único que será callado es tu ego — contestó.

Dairou atacó con su espada, aunque erró los ataques y sufrió un golpe en sus testículos, sintiendo gran dolor y soltando el arma, para tomarse la entrepierna. El mercenario maldijó al actor, quien río y "empezó el show". Johnny tomó de los hombros y le dio un cabezazo, provocando que el mercenario tambaleé; el actor tomó provecho y propinó dos patadas en las costillas, seguido de un gancho al mentón y finalizando con una esfera de energía.
El combate prosiguió en un claro intercambio de golpes, donde Dairou le hizo un corte profundo en el pecho a Johnny, que le rompió la nariz de una trompada certera.
Cuando Dairou clavó su espada en el pecho del actor, quien cayó de rodillas. El mercenario soltó la espada, se alejó de éste unos metros y tronó sus dedos, luego echó una sonrisa y corrió hacia Cage, dándole una patada en el mentón, al momento, sacó su espada y le golpeó la frente; para concluir, el mercenario le arrojó cinco estrellas de fuego — una al corazón y las restantes a cada extremidad. Las estrellas explotaron al hacer contacto con el cuerpo de Cage.
El guerrero terrestre quedó tumbado en el suelo, logrando levantarse a duras penas. Dairou dirigió su mirada y, luego, su cuerpo hacia éste, decidido a matarlo.

—¿Por qué? ¿Cuál es tu motivo para matarme, Dairou? — cuestionó, tratando de parar la sangre de la abertura del pecho.
—Shinnok me contrató para matarte. Aquellos que entramos más tarde que ustedes, fuimos encomendados a para asesinarlos a ustedes, guerreros de la Tierra — epxlicó —; el viejo temía que clasifique alguien más además de ti, Magnus y Liu Kang, así que quiso matarlos a toda costa, pero no sé que bicho le picó como para "pelear limpio" y hacer esas locuras como un combate entre Andrae y Reiko.
—Tal vez, Shinnok vio que no estaba haciendo lo correcto — comentó Cage, colocándose para seguir y parando la herida —; sin embargo, no entiendo porque debemos pelear entre nosotros, Dairou.
—¿De qué hablas, tonto? Fue todo al azar.
—No — fue tajante el actor —, no lo fue — prosiguió —. Hay algo que nos hace luchar entre nosotros y me sorprende que no te hayas dado cuenta, mercenario. Te creía más listo — sonrió en la última parte Cage.

Dairou se llamó a silencio. Éste miró a Cage y ambos observaron al cielo, como buscando a alguien para dar una explicación del hecho. El dúo pidió a Shinnok que dé una explicaicón, quien habló y su voz pudo ser oída por todo el lugar. El dios ordenó a terminar la pelea y que daría la explicación que ellos buscaban.
Dairou cambió de lugar con Cage, aunque no esperó que Johnny tome el puño lanzado por él mismo y le diera cinco puñetazos con cada man en distintas partes del cuerpo, seguido de una patada giratoria, partiendo la mandíbula del mercenario; para finalizar, Johnny propinó una Shadow Kick roja al mercenario, dejándolo en el suelo.

—¡Vamos! ¡Levántate y muestra por qué eres un hombre, Dairou!
—Que tú me digas que pelee como un hombre es muy patético para mí — el mercenario se levantó a duras penas —; yo no puedo perder con alguien como tú.
—¿Qué tengo de malo?
—Eres alguien que no posee respeto por unos ni otros — mencionó.

Dairou lanzó estrellas de fuego y éstas se dirigieron a Cage, siendo destruídas por el actor. Cage lanzó una Shadow Kick verde al mercenario, que cayó al suelo adolorido.

—Recuerdo a un viejo amigo con sólo verte, Dairou. Un amigo que no aprendió a perdonar y entendió muy tarde el significado del perdón — contó, comenzando a relatar un recuerdo que le ocurrió hace algunos años.

Todo comenzó en 1998, cuando mi carrera como actor estaba por comenzar. Mi amigo se llamaba Ronald Theodore Crow. Él era originario de Dallas y yo nací en Nueva York.
Los años de juventud estaban marcados por distintos factores: a ambos nos habían abandonado nuestras respectivas madres y críado nuestros padres; nadie nos creyó en mucho tiempo, ya que en éste mundo, un padre puede abandonar a un hijo pero no una madre.
Después de una adolescencia turbia llena de drogas y prostitución, llegué a Los Ángeles con deseos de progresar en mi gran sueño: la actuación. Siempre soñé y deseé ser actor; de hecho, mi actor favorito es Jean Claude Van Damme, y por ello, tengo un estilo parecido a él.
Conocí a "Ted" hace quince años en un casting para la película "El Legionario", donde Jean nos venció a ambos y obtuvó el papel. Ted y yo entablamos charla y nos volvimos amigos pasado un tiempo.
Pasado algún tiempo, ambos comenzamon a tener éxito en nuestras carreras y las cosas al fin salieron bien. Pero sólo uno de nosotros debía tener el éxito principal y fui yo... a un gran costo.
Una noche, Ted apareció en la puerta de mi casa bastante lastimado, sin remera y sólo con unos pantalones rotos; me contó que despertó así en un callejón y vino a casa. Mi amigo empezó a aparecer menos y me enviaba cartas, donde relataba cambios en él y que debíamos dejar de vernos. Me pidió disculpas y un día, no lo vi ni recibí más cartas de él. En su última carta, me pidió disculpas y comentó que cuando pueda aparecer, lo haría.
Ted desapareció hace diez años y siempre espero su retorno. Lo he perdonado a pesar de haberme abandonado y quiero que sea mi padrino de bodas.


Terminado el relato, Dairou se levantó y le dio la mano a Johnny, cosa que éste correspondió en un apretón y tomaron respectiva distancia.

—Johnny, ambos estamos cansados y dudo que podamos seguir por mucho más — expresó el mercenario —. Te propongo algo: quien dé el golpe más duro, gana.

Cage aceptó y Dairou concentró toda su fuerza en uno de sus puños, asestándole un fiero golpe a Johnny Cage en el pecho, volando diez metros hacia atrás. A pesar del duro golpe, Johnny tomó fuerza, se levantó y le dio una Shadow Kick multicolor a Dairou, quien quedó clavado en su lugar. El mercenario tomó su vientre y cayó de rodillas al suelo.

—Te felicito, Johnny Cage; me has ganado. Espèro poder perdonar a Hotaru como tú perdonaste a Theodore — le alentó —. Protege ... a tu mundo...

Dairou quedó tumbado en el suelo, cuando un portal apareció, tragándolo. Otro apareció, el cual Johnny Cage decidió entrar, apareciendo en el Infierno.
Sin ver a Dairou, Johnny preguntó y Shinnok fue claro con la respuesta:

—Aquellos que son derrotados, van a parar a otro mundo — dijo; luego, hizo ademán a Liu Kang y Rain de entrar por otro postal que apareció.

Los dos guerreros ingresaron por el portal y aparecieron en un desconocido mundo.
El mundo que podía observarse a través del monitor era un extraño lugar. Una zona donde podían verse los anhelos de Liu Kang y Rain en unas pequeñas imágenes diapositivas. Éste lugar era un oscuro vacío oscuro con figuras geométricas de distintos colore que flotaban en él; además, ambos guerreros podían pisarlos, demostrando que había un "piso" que apoyarse.
Rain dio sobre giros sobre su eje y Liu Kang comenzó a meditar en el aire.

—¿Listo para morir cómo tu amigo? — preguntó, dejando de girar.
—Tan listo como tú después de tu sesión de maquillaje — contestó, terminando la meditación y colocándose en forma de lucha.
—¡Juro qué te mataré! — gritó, apretando sus puños.
—¡FIGHT!

Rain creó dos bolas de agua y las arrojó a Liu Kang, quien las evadió con rápidez. El monje formó una esfera de fuego que casi impacta en el ninja.
Liu Kang trató de atacar al edeniano, sin embargo, chocó con un espejo con el reflejo de Kitana. Confundido, Liu volvió a intentar y falló de nuevo. Rain vio esto y trató de aprovechar la situación, teniendo idéntico resultado frente al mismo espejo, que bloqueaba sus ataques. Anonadados, los dos se pusieron de pie y exigieron una explicación a Shinnok.

—Lo que ocurre es simple: ambos están en el mundo de los sueños ó "Dreamworld", como algunos le dicen — explicó —. Éste mundo tiene una particularidad: muestra aquello que más le importa a alguien ó aquello que más anhelan de alguien — aseguró —. Y antes de que lo intenten, todos los ataques que lancen serán repelidos; así que les recomiendo decirnos que representa Kitana para ustedes y ello determinará la pelea.
—Yo comienzo — pidió Liu Kang.

Kitana significaba y significa mucho para mí.
Los monjes shaolin no teníamos permitido amar gente hasta una reforma que se hizo a pedido de nuestro ancesto el Gran Kung Lao. Hecha la reforma, los monjes shaolin teníamos una regla: amar sólo a una mujer en nuestras vidas, aunque sé nos permitía mantener relaciones casuales con una prostituta de vez en cuando.
Si bien me había enamorado de una prostituta que se llamaba Mei Ling, ella me rechazó y no volví a verla jamás.
Los años pasaron y tuve que seguir entrenándome con mi maestro Bo Rai Cho, ya que mi misión era ganar el torneo y matar a aquel que deshonró a mi familia: Goro. Aquel asqueroso ser le quitó el honor a mi familia. Tanto Kung Lao como yo deseábamos matarlo, aunque todo cambió.
El día que luché contra Ermac y lo vencí, Kitana apareció en mi vida. Recuerdo que ella intentó matarme, pero la derroté y no podía matarla; era hermosa. Le perdoné la vida y me fui.
Para mi suerte, no pasó mucho tiempo para volver a verla. Desgraciadamente, la vi y mientras la rescataba, Shao Kahn mató a traición a Kung Lao. Tal vez Kung revivio, pero aún tengo pesadillas con su muerte. A lo que uqiero ir, es que Kitana me brindó su apoyo incondicional y amor honesto que me dio fuerzas para seguir luchando.
La muerte de Kitana marcó de dolor mi alma. Perdí a la mujer que amaba en mis brazos. No pude salvarla y aquellos marcó de fuego mi juicio.
El resto es historia conocida: sufrí una muerte dolorosa y pasé un año miserable; luego revivieron Kung Lao y Kitana; con ella pasamos y estamos pasando grandes momentos juntos.
Kitana es lo más importante que tengo para mí. Daría mi vida por aquella musa y mataría a todo aquel que intente dañarla.


—Terminé — dijo Kang.
—¿Realmente ves así a Kitana? — preguntó el ninja, el monje afirmó cruzado de brazos —, eres raro. Kitana es muy bella, sin embargo, Tanya era mucho más linda, ¿sabes?

Aquellas palabras de Rain provocaron un extenso silencio, seguido de unas sonoras risas por parte de Liu Kang y Shinnok.

—¡¿Qué?! ¡No dije nada malo!
—¿Tanya? ¡Cada vez qué la veo es más fea! — exclamó el dios.
—¿Comparas a esa negra con Kitana? — preguntó el monje — ¡Cuenta tu historia y luego te haré pedazos!

La risa de Liu Kang pasó a una amenaza. Rain, restándole importancia, decidió contar su parte.

A pesar de conocer a Kitana de muchos años, nunca estuve enamorado de ella. A mí me importaba lo que ella representaba: ser la hija del Emperador Shao Kahn. Eso me daría muchos poder cuando el viejo muera; pero tenía que hacer con tu hospitalidad una aparición sificiente para arruinar mis planes.
Desde que apareciste, Kitana le vivía hablando a Jade y a Kahn de ti; hasta la escuché rogar por tu vida en caso de que mueras o algo así. Ella me dejó y mis posibilidades de poder se fueron al demonio.
Siempre anhelé el poder por sobre todas las cosas. Si traicioné a la resistencia de Edenia, fue debido a su error de no elegirme líder. ¡Yo soy el edeniano más fuerte qué existe! Según descubrí, soy hijo de Argus, lo que me da más privilegio que la familia que nos condenó contra Shao Kahn.
El último año que pasé fue genial: me hice amigo de Reiko y Tanya, quienes estaríamos juntos hasta conseguir el poder para obtener el control de todo. Con las edenianas muertas, compartiríamos Edenia, Outworld y la Tierra junto a Reiko y Tanya; sin embargo, Kotal Kahn apareció y arrebató nuestros deseos, ya que demostró ser el sucesor elegido de Shao Kahn. Y si Kahn volvía, buscaría a su hijita Kitana, la piedra de mis zapatos.
A diferencia tuya, yo odio a Kitana, ya que siempre fue una niña mimada. ¿Sabes cuál era mi plan? Casarme y envenenarla, escribiendo una carta de suicidio y lograría obtener mi mayor anhelo: los reinos. Kitana fue, es y será mi impedimento, porque es la chica mimada de Kahn y éste le daría todo a su hija amada, en cambio, a mí no me dio nada, siendo que le fui fiel a él.


—Finalicé mi relato; ahora... ¡PELEA!

El ninja aprisionó al monje, liberándolo en los aires. Rain usó dos bolas de agua, que se incrustaron en el cuerpo de Kang, donde explotaron y causaron heridas en sus órganos. Liu inició una caída en picada, que el edeniano aprovechó y tomó impulso, hasta salir volando del suelo y propinarle una patada doble al monje en la quijada.
Enfurecido por todo lo oído, Liu Kang se levantó del lugar del "suelo", iniciando una tormenta de fuego en el lugar entero. A pesar que el ninja trató de pagar el fuego, fue en vano, que sólo se apagó con un movimiento del monje.

—¿Crees qué lograste dañarme? — preguntó el monje.

El ninja retrocedió unos pasos, mostrando pavor debida la expresión facial de su oponente.

—¡Sufre mi ira, Rain!

Liu Kang y su patada con gancho de mariposa rompieron el mentón de Rain, luego, el monje le dio una patada que partió la mandíbula del ninja. Rain quedó en el aire, siendo presa fácil del monje, que saltó e inició a golpearlo en la cara a la par que giraba sobre su eje en forma de tornado, finalizando con una bola de fuego, la cual impactó en Rain y lo hizo caer.
Ambos fueron atacados, sin embargo, sólo Rain parecía lastimado. El ninja atacó con golpes y bolas de agua a presión, aunque nada tuvo el efecto deseado.

—Me siento... cansado... — musitó el edeniano — ¡¿Por qué?!
—Porque el mundo que albergas eligió a Liu Kang como el digno ganador de éste combate — explicó la voz de Shinnok —. Aquel mundo considera a Liu Kang como el hombre digno que debe seguir.
—¡Eso... es... una tontería! — gritó pausadamente —. ¡Soy el hijo de Rider, el mejor general qué tuvo Edenia y no fue rey por ése idiota de Jerrod!
—Dos cosas — comentó la voz del dios —: en primer lugar, Rider perdió contra Reptile y fue asesinado por éste en Mortal Kombat; y además, tú no eres el hijo de Rider.

Aquellas confesiones impresionaron al ninja. La primera le creó resentimiento ante el sauriano, jurándose eliminarlo por lo que hizo. En tanto, la otra fue peor: ¿Quién podría ser su padre? Aquello le generaba dudas. Tantas dudas que debía resolver.
El "príncipe" trató de levantarse, que no pudo concretar porque su rival le dio una patada en la cara. Cuando éste iba a ser asesinado, un portal apareció y se llevó a Rain, dejando a Liu Kang enfurecido y deseoso de matarlo.

—¡SHINNOK! ¡VAS A PAGAR POR ESTO! — bramó Liu Kang; un portal distinto se abrió para él y éste entró.

El monje apareció en el Netherrealm, donde Shinnok formó otro portal y allí accedieron Magnus y D'Vorah, preparándose para el siguiente combate-
El monitor reflejó una playa desierta, No habían sombrillas, su gente ni nada; sólo un paisaje rodeado por arena, algunas rocas, con pequeñas formaciones de fauna y un mar limpio.
D'Vorah descendió volando y Magnus caminaba de manera tranquila.

—En mi raza no aceptamos a los varones para otra cosa que no sea reproducción — mencionó ella, mostrando una larva y acariciándola.
—¿Y por qué sigues a un varón cómo emperador del Outworld? — preguntó el humano, tronando sus dedos.
—¡No compares a Koa'tal con el resto de los inmundos varones!
—¡FIGHT!

Si bien Shinnok proclamó que combatan, Magnus le pidió a D'Vorah que primero hablasen y luego combatieran, cosa que la dama accedió. Ella indicó que él comenzará y éste accedió.

Como ustedes saben, mi familia fue asesinada por Krogat y soy un miembro de la Sociedad del Loto Blanco, pero eso no es lo que nos hace pelear a ambos. Lo que nos hace pelear — supongo yo —, es la desconfianza al género opuesto. Tenemos algo en común, supongo yo.
Todo comenzó cuando Luana me abandonó. Yo la amaba profundamente, pero ella me abandonó de una manera dolorosa y ruín. Yo amaba mucho a esa mujer... un grave error. Aprendí con ella que las mujeres no pueden amar a un hombre, sino sólo amar un bien o buscar algo de él, y cuando lo tienen, lo largan como una bola de basura. Un amigo me dijo que a las mujeres debías tratarlas mal para que te amen... y tenía razón.
Nunca más quise tener una relación, es más, hasta le escapaba cuando me proponían alguna cosa de esas. Es cierto que deseaba casarme y tener una familia, lo cual es un deseo que se evaporó con los años. ¡Dios mío, qué idiota he sido! Cada vez que hablaba con una mujer y lo hacía de buena forma, me rechazaban.. Entendí y vi que amaban a los hombres que las maltratan psíquica y físicamente, pero si lo recalabas, se enojaban contigo y te tildaban de "machista".
Luana no sólo me dejó y trató como una rata, sino que también me cambió para siempre. Ella destruyó todo lo que deseaba en el futuro...
Ella me volvió débil. Leí que las amantes de mi padre le quitaron todo lo que quiso. Aunque conocí a Daisy y Rita, mi visión no es muy positiva. Tal vez Jade y Sindel sean buenas, pero no lo sé; tengo temor de salir dañado una vez más.
Por ahora, mi motivación son la Tierra y mis amigos. Y no permitiré que le hagan daño a estos.


—Te toca, D'Vorah — espetó con fríaldad.
—Magnus, tú eres igual a mí.
—Cuéntame y te lo diré, D'Vorah.

Mi vida en Arnyek fue horrenda.
Todo comenzó cuando mi padre murió. Al ser un mundo dominado por hombres , dejaron la herencia del trono en un torneo de Mortal Kombat, el cual lo ganó un kritiin llamado Kritzsel.
Kritznek me tomó como esposa a pesar que no lo deseaba. Ése maldito me cortejó, drogó y violó, creando crías en mi cuerpo. Pasé meses enteros gestando diez crías contra mi voluntad, donde no se permitía que pudiese moverme ni mucho menos.
Así pasé nueve meses: gestando crías que fueron depósitadas contra mi voluntad. Cuando mis "hijos" nacieron, estos eran ocho varones y dos mujeres. Kritzsel mató a las mujeres y dejó a los varones; él me encarceló por meses, hasta que conocí a otras mujeres que tuvieron hijas y fueron encarceladas ó causaron revueltas contra el regimén formado por él.
Un día una especie de salvación apareció ante mí: Shao Kahn con Kotal, Shang Tsung, Goro y un ejército de distintas especies, ya que les dio una paliza en Mortal Kombat a los jerarcas de nuestro mundo. Kahn anexó Arnyek a Outworld y nos liberó a todas las prisioneras. Al salir de allí, maté a mis hijos varones por desprecio a lo que mi "esposo" me hizo. No sé si estuvo bien o mal, pero no puedo cambiarlo ya.
El proceso fue largo y fructífero, dándonos seguridad a todas las que fuimos apresadas por Kritzsel, apresándolo a él y sus mejores hombres.
Todo pasó para mí, excepto la humillación a la que fui sometida. Decidí vengarme, destruyendo la prisión de Arnyek, cuya responsabilidad recibieron los revolucionaros. El cuerpo de Kristzsel nunca fue encontrado, dándolo por muerto.


—Concluí mi relato — expresó la dama —. Ahora podemos luchar, Magnus.
—No.
—¿Qué?
—No voy a pelear contigo, D'Vorah — dijo él —. Tú eres como yo: alguien que fue lastimada de una manera dolorosa. Obviamente, tu dolor fue mucho más fuerte que el mío. Pelear contra ti, sería como luchar contra mí.
—No sé que decirte, Magnus — expresó ella —: sé que debemos pelear, pero tampoco me nace luchar contra ti — dijo.
—¡Oigan, oigan! ¡¿Qué es esto?! ¡¿La reunión del amor y la amistad?! ¡PELEEN, MALDITA SEA! ¡Si se aprecian, van a un motel, pero aquí pelean!
—No queremos hacerlo, Shinnok — contestó el humano —. ¿Qué vas a hacer acaso?
—¿Qué voy a hacer? Jovencito, no sabes los trucos que tengo bajo la manga...

Sin que pudiesen objetar algo, una extraña fragancia rodeó el lugar, afectando los sentidos de ambos guerreros. Ellos tomaron sus cabezas y cayeron de rodillas, hasta recomponerse y ver al otro. Sin embargo...

—¡¿LUANA?! ¡¿QUÉ HACES AQUÍ, ARPÍA?! ¡NO IMPORTA, POR QUÉ TE VOY A MATAR!
—¡¿KRISTZSEL?! ¡RATA DESVERGONZADA; VOY A CASTRARTE Y MATARTE!

El hombre lanzó una bola gigante de trueno a la dama, que esquivó el ataque e indicó un enjambre de abejas, las cuales fueron aplastadas por un auto que estaba cerca de la playa.
En tanto, el Infierno estaba dividido entre la euforia y la incertidumbre: el público victoreaba la lucha que estaba ocurriendo, sin embargo, los combatientes no entendieron mucho de lo que ocurrió con exactitud. El dios antiguo se acercó a ellos y decidió explicarles lo que hizo.

—Coloqué una fragancia que altera los sentidos. Como vieron, Magnus ve y escucha a Luana, mientras que D'Vorah ve y escucha a Kritzsel. Sólo pararán cuando uno derrote al otro — finalizó, volviendo a su asiento.

Magnus y D'Vorah dejaron de arrojarse cosas e iniciaron un intercambio de golpes a diestra y siniestra. Ella le quitó dos dientes al atacarlo con una de sus patas, recibiendo una trompada en el maxilar que le quitó tres dientes a ella. D'Vorah se levantó, aunque una patada en el abdomen la hincó de rodillas, cosa que él aprovechó para darle un rodillazo al mentón de ésta. Antes de poder dar un segundo golpe, la kritiin interceptó el pie con una de sus patas y comenzó el contraataque, clavando las tres patas restantes en cada hombro y pecho del varón; la dama quitó sus garras y le propinó una patada directa al mentón, dejando al hombre malherido.

—¿Es lo mejor qué tienes, Luana? — cuestionó él — ¡Aquí te tengo una verdadera muestra de poder! — gritó, levantándose del suelo.

El castaño formó unas cadenas de metal con el auto que había utilizado recientemente. Luego de crearlas, las arrojó a D'Vorah, atrapándola y atrayéndola hcia él, dándole un cabezazo en la frente. El humano la levantó por los aires, invocó un potente rayo que electrocutó a la dama. Seguido de ello, el castaño atrajó a la chica, dándole un "abrazo", el cual rompió algunas costillas falsas de la kritiin. Al final, la levantó con una mano y la estampó contra el suelo.
La mujer estaba al borde de perder, pero ella no podía rendirse: era Kritzsel, su enemigo mortal quien la estaba derrotando. Golpeada en su orgullo, la kritiin creó una bola de ácido que se hizo lo suficiente grande como para no dejar rastros de su enemigo. D'Vorah la lanzó, explotando y creando una cortina de arena, la cual cegó temporalmente a D'Vorah.
Al calmar la arena y caer en el mar y tierra, D'Vorah no veía a "Kritzsel" por ninguna parte, entendiendo que había ganado. En tanto, en el Infierno, los guerreros del bien miraron al dios caído, quien les indicó a esperar.

—Para ser Kritzsel, peleaba demasiado bien — comentó —. ¡Momento! ¿Y si era...?
—¿Por qué me estás dando la espalda? — preguntó una voz masculina.

Antes de poder moverse, D'Vorah sintió que unos brazos la tomaban de los hombros y apoyaban contra un cuerpo. La mujer se sintió extraña, ya que se trataba de un cuerpo un poco "grande" para ser Kritzsel.
Magnus dio un potente salto y comenzó a girar sobre su eje, causando que la mujer vomitara por el mareo que le dio. El humano decidió caer al agua, donde las alas de la chica no harían efecto para escapar volando. Cuando cayó, se creó una ola de agua lo suficientemente grande como para limpiar la playa y alrededores.
Pasado un rato, Magnus salió con D'Vorah en brazos y los ojos cerrados. La muchacha parecía inconsciente, aunque recobró la vista al tocar la arena de la playa.

—Te felicito, Magnus; me ganaste — dijo —. ¿Cuándo te diste cuenta qué era yo?
—Cuando te apoyé contra mi cuerpo — contestó —: tenías una contextura distinta a la de Luana. Me di cuenta que eras tú ahí. Sin embargo, alguno tenía que ganar.
—Te deseo suerte a ti y a mi amigo Kotal — murmuró ella.

Como en los combates anteriores, un portal se llevó a D'Vorah y luego apareció otro, donde Magnus entró para aparecer en el Infierno. El ganador se dirigió a donde estaban sus amigos, quienes lo felicitaron. Éste les agradeció y le deseó suerte a su amigo Andrae, quien debía combatir en estos momentos. Por su parte, Andrae se dirigió a donde Kotal estaba — en el centro de la arena —, para dar a inicio al último combate.
Shinnok creó el portal y ambos ingresaron. Inmediatamente, observó al trío de guerreros y se acercó ante estos; extrañados, los tres adoptaron una pose de lucha, pero el dios antiguo curó a los tres de sus heridas.

—Debían superar sus temores y demonios internos para progresar, guerreros de la Tierra.
—¿De qué hablas? — preguntó Liu Kang — ¡Te querías deshacer de nosotros!
—Si lo hubiese querido así, los hubiese hecho pelear entre ustedes, ¿no creen? — preguntó.
—Tiene razón — dijo Cage —, aunque no me cierra esto de acercarte como si fueras un buen tipo. Tú mismo tratabas de matarnos, tal y como dijo Dairou — expresó el actor.
—Caballeros, no todo es lo que parece — mencionó, volviendo a su lugar.

Mientras Liu Kang y Johnny Cage decidieron no dar importancia a Shinnok, Magnus decidió pensar en la actitud de Shinnok, más cuando Frost se acercó a éste para observar la pelea entre su amigo y el emperador del Outworld.

—Lo único que te voy a decir, ninja celeste, es que no se te ocurra lastimar a mi mejor amigo — amenazó él —. Andrae es un buen hombre y si le pasa algo, lo pagarás caro.

La muchacha asintió en silencio y decidió ver la lucha junto al amigo del humano.
Kotal Kahn y Savage aparecieron en un lugar extraño. El guerrero azul reconoció el lugar al momento: árboles vivientes, un bosque con seres desconocidos y con mucha flora y poca fauna.

—Tienes ventaja, Kotal; estamos en tu terreno.
—Vas a pagar lo que has hecho, samurái.
—¿De qué estás hablando? ¡No te hice nada!
—Sí, lo hiciste — objetó —. Tú derrotaste a mi hermano menor, Reiko.
—¡¿Qué?!
—Y para darte otra sorpresa mejor: yo soy el hijo legítimo de Shao Kahn. Es hora de que sepas todo de mí antes de matarte.

Nací en una región remota de Outworld, cuyo nombre de su raza es Osh-Tekk. Me hicieron pasar por uno de ellos para no levantar sospechas sobre los herederos al trono de mi padre.
Creí aprendiendo a como defenderme de algunos usurpadores al poder, en quienes confiar, como saberlo y esas cosas que tu padre conquistador y rey te enseña a futuro en casos de emergencia extrema. Así conocí a tres jóvenes — bueno, uno de ellos no tanto — que se convirtieron en mis grandes amigos: Erron Black, D'Vorah y dos seres llamados Ferra y Torr. Al principio me costó, pero nos volvimos grandes amigos, confiando nuestras espaldas los unos a los otros siempre que sea necesario.
Nunca confié en Mileena, Kitana y Skarlet, ya que sospechaba que traicionarían a mi padre y se unirían a donde sus emociones las llevaran. Mileena eligió al mugroso de Baraka; Skarlet a tu amigo el cyborg y Kitana al campeón... por lo menos una tuvo buen gusto y eligió a un ganador. Papá quedó devastado, porque él adoraba a "sus nenas" como sus verdaderas hijas.
Peleo por mi padre; él es un hombre con convicción y liderazgo. Su fuerza representa la justicia que todos deben aceptar. Mi hermano y yo sabemos que él elegirá al más fuerte de nosotros para sucederlo, por ello, quiero acabar con todos mis enemigos y los suyos; él va a reconocer mi valía.
Hay una cosa más, samurái: detesto a los tarkatanos, shokan y centauros. Ellos violan y matan mujeres y niños; disfrutan del sufrimiento ajeno y odio su salvajismo. Detesto a los que se aprovechan de los débiles.


—No es necesario que sepas más de mí, Savage — comentó —. Ahora te toca a ti — dijo; el samurái asintió e inició a relatar su parte.

Como Magnus, Rita y Gianfranco, yo nací en una regió de América. Todos nacimos en el mismo país.
Conocí a Magnus cuando teníamos tres años en el jardín de infantes. No recuerdo como fue, pero nos volvimos grandes amigos; bueno, nos volvimos mejores amigos con el paso del tiempo. Él me presentó a Rita cuando teníamos nueve años... ella fue mi primer amor, aunque no hubiese funcionado, así que decidí volverme amigo de ella.
Pasados los años, Magnus me presentó a Gianfranco. Al principio me pareció algo estúpido e inmaduro, sin embargo, también me hice amigo de él.
A pesar de ello, siempre fui alguien de tener muchos "amigos", hasta que tu padre atacó la Tierra. Esa invasión me hizo abrir los ojos y darme cuenta de quienes son mis verdaderos amigos. El día de la invasión, mis "amigos" me dejaron a mi suerte, y de no ser porque aprendí a usar una espada con mi padre — una de las que tengo conmigo —, hubiese muerto. Al rato, me encontré a Magnus y Rita, que me presentaron a Samael y Daisy, además de contarme todo sobre los reinos y razas. Me uní a ellos y defendimos la Tierra, hasta que terminó la invasión; Raiden me envió al Reino del Orden a pulir mis habilidades junto a Daisy con Samael como maestro de ella.
Mi relación con Daisy es de amigos, pero creo que está enamorada de Magnus y espera a que le dé una mano o algo así. En tanto, Samael la cuida mucho y nos tratamos con mucho respeto; reconozco su valía y dignidad, ya que él me entrenó con la espada y el uso del bumerán.
Rita, Magnus, Gianfranco y yo somos parecidos en personalidades, pero no en gustos ni ideologías. A pesar de eso, Kotal, nosotros somos un equipo inseparable cuando estamos juntos.


—Relato terminado, así que...
—¡A PELEAR, GUERRERO DE LA TIERRA!

El guerrero azul sacó su gran espada y el samurái las suyas, iniciando una contienda entre ambos.
El samurái superaba levemente la actividad del hijo en las armas, pero cada vez que lograba cortarlo, lo hacía más poderoso en lugar de debilitarlo.
Kotal intentaba golpear a su enemigo, sin embargo, la velocidad fue un factor determinante. Si bien, Kotal no era lento, el humano aprendió como ganarle en velocidad, aprovechando esto para darle golpes leves en distintas partes del cuerpo. En un momento, Koa'tal tomó a Andrae, propinándole algunos golpes duros en el torso, seguido de un puñetazo en el rostro, que mandó a volar al humano.

—¿Es lo mejor qué tienes para ofrecer? — cuestionó, levantándose sin esfuerzo —. Pregunto porque es mi turno — dijo, ríendo un poco.
—¿Por qué te ríes? No has podido darme un golpe como la gente, samurái — lo miró incrédulo.
—¡Por qué ahora empieza el verdadero combate!

El samurái atacó con una de sus espadas al guerrero azul, aunque éste contraatacó con su arma, provocando un largo forcejeo, pero...

—¡Mi espada! ¡La espada de mi padre! — gritó el samurái, mientras daba unos pasos hacia atrás.
—¡Ahora te mostraré mi poder! — exclamó Kotal, notando que su rival lanzó la espada al suelo y sacó la otra.

En un momento de esplendor para él, Kotal invocó un potente haz de luz que cegó a Savage y provocó una venida de golpes de Kahn, los cuales le rompieron las costillas al humano, seguido de un golpe con el mango del cuchillo, que fracturó el maxilar de su enemigo. En pos de acabar con él, Kahn utilizó su cuchillo y le cortó el esternón en dos a Andrae, dejándolo de rodillas en el suelo.

—Yo he ganado, Savage — comentó —. Esperaba algo más del que venció a mi hermano y mató a Darrius.
—No he dado lo mejor de mí aún... — murmuró, levantándose poco a poco —. ¡Y TE LO VOY A DEMOSTRAR!

El samurái formó una correntada que destruyó los árboles más cercanos a estos y lanzó al Osh-Tekk a un muro de concreto, donde recibió un puñetazo, el cual le partió la mandíbula; Savage no se rindió, tomando su otra espada del suelo, la cual se rompió en dos cuando golpeó la mejilla de Kotal con suma fuerza. Triste por perder su arma, pero aún con el viento a favor, el samurái decidió dar media vuelta y caminar unos diez metros detrás de donde estaba; finalmente, Savage corrió a toda velocidad y le dio una patada en la entrepierna al Osh-Tekk, cuya fuerza hizo caer de rodillas al emperador.
Kahn se levantó del suelo y su oponente le dijo que era hora de acabar con esto, así que le propuso luchar "como hombres". Ambos se acercaron hasta llegar a una distancia razonable, iniciando una furiosa contienda de golpes en pos de decidir un ganador.
Pasada una intensa y agotadora media hora, los dos lanzaron un puñetazo final al rostro del otro... y uno cayó. Kotal Kahn era el ganador, aunque se arrodilló para descansar un poco.

—Le he fallado a mi mundo — musitó el samurái, que vio llegar el portal.
—Andrae — comentó el emperador, sorprendiendo al humano —, quiero tener una revancha, pero quiero que uses todo tu poder y no te reprimas — pidió; el humano lo miró extrañado, aunque afirmó y levantó su dedo pulgar.

El portal se llevó al humano; al momento, apareció otro y Kotal Kahn ingresó a duras penas, haciéndolo aparecer en el Infierno, pero extrañamente curado.
Shinnok estaba a punto de dictaminar los semifinalistas, pero un ser bastante familiar hizo acto de presencia en el Infierno. Los guerreros del bien se colocaron en pose de lucha.

—Shao Kahn... — murmuró el dios antiguo, el aludido saludó.
—Hagamos esto rápido; mi hijo peleará contigo, Shinnok.
—¡Aún estamos aquí, Shao Kahn! — exclamó el monje.
—Tu hijo y yo vamos a rendir cuentas — mencionó el castaño, tronando puños.
—¡Yo le ganaré a Shinnok! — gritó un eufórico Cage, que no entendió las miradas de sus compañeros y enemigos.
—De hecho, ustedes se van ahora mismo, guerreros...

Kahn formó dos portales: uno atrapó a Liu Kang y el otro a Magnus y Johnny Cage. El emperador y su hijo quedaron con el dios antiguo, quien río y desafió directamente a Shao Kahn a luchar.

—Tú sabes como yo que tu hijo no pùede ganar, Shao — comentó el dios antiguo.
—Confío en que lo hará — respondió el emperador —. Kotal, ¡ataca!

El guerrero de apariencia maya sacó su espada e intentó atacar al dios antiguo, quien lo mandó a otro universo de un simple movimiento de su mano derecha, creando un portal que absorbió al hijo de Kahn.

—Te lo dije, Kahn. Él no iba a ganarme. Sabes quienes pueden derrotarme.
—¡Esa profecía es un invento de tus amiguitos los antiguos!
—¿Seguro? — cuestionó —. Pregunto porque te veo muy temeroso, Shao Kahn. ¿No quieres enfrentar a tu viejo acaso?
—¡UN SER COMO TÚ NO ES MI PADRE! ¡YO SOY SHAO KAHN, CONQUISTADOR DE MUNDOS! — exclamó —. ¡Y te voy a derrotar, Shinnok!
—Aquí vamos de nuevo...

El último combate iba a comenzar. Shao Kahn apareció temeroso ante algo, en tanto, Shinnok mostraba calma. Frost y Quan Chi observaban ansiosos, ya que un combate muy duro se preveía.
¿Quién ganaría? Eso estaba por verse.

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El Outworld, un vasto reino que aumentó de tamaño gracias a Shao Kahn, su glorioso y más poderoso emperador que dicho reino había tenido. ¿O tal vez no?

—Señor Onaga, hemos vuelto — dijo una voz.
—Analizamos a los combatientes y damos fe de que habían cinco reencarnaciones de los héroes de la leyenda.
—Gracas por informarme de todo, Hornbuckle y Nimbus — agradeció —, ahora necesito que busquen más guerreros para mí. Hay un kritiin que podría servirles. Lo pueden buscar en los yermos de éste mundo. Los demás aliados están en otros mundos, muchachos — explicó —. Yo seguiré el combate entre Shinnok y Shao Kahn.
—¿Por qué no los matamos, excelencia? Ellos están juntos y podríamos evitar la profecía.
—No tengo el poder aún, Hornbuckle. Ahora, ¡váyanse!

Ambos guerreros decidieron irse a toda velocidad, pero chocan con otro súbdito más de Onaga, quien se inclinaría ante Onaga y saludaría a ambos guerreros.

—Has hecho una buena fortaleza, Tremor.
—Gracias, señor Onaga — respondió —. Venía a decirle que los guerreros de la Tierra me creen muerto, tal y como usted pidió.
—Excelente. Tremor, ve con ellos y vengan lo más rápido posible.

El trío obedeció, salió, para dejar sólo a Onaga. El Rey Dragón a solas, pensó que lo mejor era esperar quienes eran las reencarnaciones que la profecía dictaba.
Onaga pensó, además, que tenía tiempo suficiente para que todo salga a la perfección: tenía espías en todos los frentes y todo controlado. Mientras Shao Kahn y Shinnok se mataban, él sería quien tenga la victoria. El Rey Dragón río al ver el temor de Shao Kahn cuando su hijo fue enviado a otro mundo; Shinnok fue astuto, entonces Kahn estaba obligado y todo saldría bien.
La final del Mortal Kombat ha iniciado.

Fin del Capítulo 19.

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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por Error Macross » Mar, 28 Jul 2015, 05:44

Me gusto ese cliffhanger para el final del torneo, y va acorde con todo el cambio que se le venia gestando a Shinnok. Por mi el capitulo esta bien, aunque me parecio muy aburrido cuando los personajes tiran sus speechs gigantes y algunos abren sus corazones durante la pelea. Y el chiste de Tanya me corto el chorro re mal, asi como Shinnok citando un motel.
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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por The Shaolin Nun » Jue, 30 Jul 2015, 08:22

Muy buen capítulo (:think) Una de las cosas que más me gustaron fue la mezcla de lucha y los relatos de algunos personajes, como profundizando en su historia. Bastante entrenida la lucha entre Cage y Dairou, jaja. Me encanta como Johnny le hace perder los estribos a todos los que luchan contra él. Y por otro lado, el fin del capítulo es de esos que dejan con la intriga. Quiero saber qué es lo que se traen entre manos con lo de Tremor.

Excelente episodio.
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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por Linkin-Ramón » Sab, 01 Ago 2015, 17:43

El capítulo estuvo bueno. El uso del Dreamrealm es algo interesante, creo que dicho reino debería aparecer en algún MK o tener un personaje que lo represente (bah, aunque Tremor aprende sus habilidades de lava y cristal en el Dreamrealm precisamente). De los combates, el mejor fue el de Johnny vs. Dairou, el segundo mejor es el Kotal vs. Savage (Yo creía que iba a ganar el samurai xD), el de Liu Kang vs. Rain fue un poco malo (como que perdió muy fácil ante el shaolin, pero al menos sobrevivió) y el de Magnus vs. D'Vorah estuvo bien, pero se me hizo un poco aburrido. Los relatos antes de los combates quedaron bien (sobretodo el de Cage, Kang y Rain).
¿Kotal es hijo de Shao? pensé era un rumor, Boon y cia nos engañaron todo este tiempo, es porque son illuminatis!! (?)
Lo ultimo fue medio raro ¿Nimbus sigue vivo? ¿y trabajando para Onaga? Lo de Hornbuckle: creo que el es unos de los hombres santos de Onaga que capturaron a Blaze en la primera Timeline.

PD: Tremor FTW
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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por Acero_12 » Lun, 07 Sep 2015, 22:02

¡Hola!, ¿cómo están? Más allá de los spin-offs, les traigo el capítulo 20. Éste ayer lo hice en un ataque de inspiración. Es corto, así que lo dejo sin decir más.

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Capítulo 20: ¡La final menos pensada! Parte Dos.

Shinnok dio inicio al combate, arrojando una bola de energía púrpura al emperador, que la desvió con una mano. Kahn saltó con su gran martillo, pero el dios lo evadió con suma facilidad, provocando la ira del Emperador del Outworld.
Si bien ambos eran grandes oponentes, Shinnok sabía que el plan no podía salir si Kahn no luchaba en serio. El dios caído pensó rápidamente una manera de provocarlo. A fin de cuentas, era su hijo y sabía con que molestarlo en especial.

—¡KAHN, PELEA COMO UN HOMBRE!, ¡¿acaso tienes miedo de luchar?!, ¡pareces marica!

El emperador sólo emitió un grito potente, seguido de un hechizo que impresionó a su padre.

—¡REVIVAN, GUERREROS CAÍDOS DEL TORNEO!

De un momento a otro, los cuerpos de los guerreros cuyas vidas fueron eliminadas empezaron a emerger del suelo. Kano, Tanya, Kai, Sheeva, Goro, Jarek, Gorbak, Kobra, Havik y Belokk aparecieron. Shinnok hizo cuentas y preguntó donde estaban Sektor de Tierra 1, Hornbuckle y Nimbus Terrafaux; el emperador contestó que no lo sabía y ello no le daba mucha importancia.
Kahn ordenó a sus guerreros atacar, quienes se abalanzaron ante el dios caído.
Kano, Tanya y Kai fueron los primeros en atacar. El dios caído tomó a Tanya del cuello y dio un potente puñetazo; Kano lanzó sus cuchillos, pero estos fueron destruidos sin mucha dificultad. Luego usó su Bola Cañón, sin embargo, el dios caído la detuvo con un simple ademán, devolviéndo hacia Kahn, quien estaba distraído, pero pudo esquivar el ataque. Kai arrojó muchas bolas de fuego; Shinnok simplemente usó sus manos esqueléticas para bloquear el ataque, y luego embistió a Kai con un puñetazo de una de éstas.
Kobra, Jarek, Havik y Belokk atacaron sin piedad alguna, pero Shinnok utilizó un rayo de energía púrpura, el cual electrocutó y dejó fuera de combate a los primeros tres. La resistencia de Belokk era admirable, dándole un puñetazo que sorprendió a Shinnok.

—¿Me recuerdas?, ¡volví para acabarte! — gruñó el demonio.
—¡Yo no te maté! — se defendió Shinnok, evadiendo una patada de éste con un bloqueo.
—¡Pero sí tu sucesor! — exclamó éste.
—¡¿Cómo sabes que Tomás es mi sucesor?! — preguntó.

Belokk no dio respuesta alguna y atacó. Shinnok siguió evadiendo o bloqueando sus ataques, hasta que se hartó y mandó a volar a Belokk con una bola que salió del suelo.
Goro, Sheeva y Gorbak atacaron al final, pero tampoco eran rivales del dios antiguo, quien los aplacó muy fácilmente: estrujó a Gorbak y Sheeva con sus manos hasta dejarlos inconscientes. En tanto, el dios invocó una lanza con una cuchilla en su punta, clavándola en el cuello de Goro, quien cayó abatido.
Shinnok miró a Kahn, quien sacó una lanza y ambos se lanzaron a combatir sin piedad alguna.
Mientras luchaban, Shinnok seguía descifrando las palabras de Belokk, quien seguía volando por los aires, recordando una explicación añeja.
Eones en el pasado, los que hoy se conocen como "Dioses Antiguos", eran humanos comunes y corrientes, como nosotros lo somos.
Sin importar que, estos decidieron crear los reinos y las razas, para evitar algo que vuelva a destruir la Tierra que tanto les costó construir a estos. Ellos no tenían poderes en un principio, sólo sus armas, conocimiento en lucha y valía para derrotar a One Being, aquel que deseaba un mundo nuevo, ya que el suyo era imperfecto.
Un día, Sho Innokuze fue salvado por Dominique Marroni, naciendo una amistad entre estos que duraría para siempre. Luego salvaron a los demás Dioses y formaron un equipo de resistencia, decidido a vencer al guerrero corrupto.
En una ocasión, Dominique le contó a todos que One Being poseía un gran defecto: él era listo, pero siempre su lengua hablaba demás y contaba más de lo debido a sus enemigos.
Shinnok comprendió una cosa y tenía dos alternativas: ó Shao Kahn era un esbirro de One Being, ó Belokk lo era. De cualquier forma, estaba en peligro y lo sabía, pero no se rendiría. Él debía combatir hasta el final

_______________________________________________________________

Luego de ser rescatado, Reptile apareció en Outworld junto a Mirko y Frost, estando Ermac con un extraño hombre junto a éste. El hombre poseía cabello castaño oscuro, con una remera de mangas largas, guantes, pantalón y zapatos negros. Sus ojos cages penetraban en la mirada de los dos jóvenes y la longeva bestia.
Pasaron largos minutos viéndose unos a otros, hasta que el desconocido hombre tomó la batuta y decidió hablar.

—Mi nombre es Dominique Marroni, y soy un Elder God. Vine aquí para armar las defensas necesarias en su reino, ya que los demás fueron destruidos — explicó.

La sorpresa fue inminente, aunque Frost dudó, exigiendo pruebas de lo que dijo. El aludido simplemente hizo un ademán, formando un "charco" en el aire, donde mostaban el templo Lin Kuei.
Frost y Mirko se horrorizaron al ver su hogar ardiendo en llamas. Vieron a los espectros del Netherrealm eliminar sin piedad alguna a sus compañeros y amigos. Sub-Zero y Jade combatieron con mucha valía y fuerza, aunque fueron derrotados con suma fácilidad por los espectros, Nimbus, Hornbuckle y Tremor.

—Te unirás a mi colección de estatuas, Sub-Zero — amenazó Tremor.
—¡Tendrás qué matarme a mí primero! — gritó Jade, lanzándose a Tremor con su báculo.
—Como quieras.

El ninja elemental formó dos grandes rocas en sus manos, sin embargo, la morena fue absorbida por un extraño portal rojo y amarillo. Sub-Zero sonrió por ello, Tremor sólo vaciló y desintegró las rocas.
Observando el templo del Lin Kuei en ruinas, el ninja ocre se echó a reír sin prar. La ira del maestro era evidente, aunque no le importaba al ninja, quien dejó de reír, mirando al ninja azul.

—Tal vez me maten, pero Jei Fan y Mirko te derrotarán — mencionó a duras penas, recibiendo una bofetada de su enemigo, que río.
—¿Quiénes? — preguntó, volviendo a reír —, esos niños son presas fáciles para mí y mis colegas, Kuai Liang. Cuando tenga a Jei Fan en mis manos, va a pasar un hermoso momento familiar, ¿eh? — comentó, tomando su entrepierna —. Ahora sí, desaperece con tu clan, Sub-Zero.

Tremor colocó una mano en la frente de Sub-Zero, cuyo cuerpo comenzó a transformarse en oro, hasta ser transformado en una estatua dorada del metal ya mencionado.

—¿Quieres más? — preguntó el dios, mostrando otro lugar e imagen.

Ésta vez, el lugar mostrado era el Shirai Ryu, zona donde los ninjas grises eran asesinados sin piedad alguna.
El hechicero Hornbuckle destrozó el templo entero con una gigante bola de fuego verde, asesinando a todos los que estaban allí dentro luchando — sean ninjas o espectros menores —. Nimbus Terrafaux acababa con algunos ninjas con sendos puñetazos en la cara, mientras los demás guerreros eliminaban a los otros sin mucha misericordia.
El Gran Maestro Shira Ryu Scorpion sucumbió ante el ataque combinado de todos los espectros, quienes lo redujeron a pesar de luchar con todo su poder. Hanzo trató de levantarse y atacar con su espada, aunque ésta fue destruida por una pequeña llamarada de Hornbuckle.

—Hasashi, tus habilidades son minúsculas a comparación de las mías — expresó con desgano —; puedo matarte, si lo deseas. Y será sin sufrimiento alguno.
—¡Nunca!

El ninja amarillo y negro se abalanzó al hechicero, quien lo desintegró con su aliento, el cual emanaba grandes cantidades de fuego. El cuerpo se desintegró sin más. Además, ordenó que algunos llevasen a los ninjas al Infierno, para futura resurrección y servirle a su amo Onaga.
Las imágenes dejaron en shock a la joven muchacha, quien se echó a llorar por la muerte de su clan Lin Kuei. Además, apareció una muchacha de cabello rubio, ojos azules, remera de mangas cortas, guantes, pantalones y zapatos negros; además de usar un chaleco metálico gris que cubría su torso y unas hombreras metálicas también. Ésta trajo consigo a cuatro guerreros más: Cassie Cage, Takeda Takahashi, Kung Jin y Jacqueline Briggs.

—Los encontré en las Fuerzas Especiales, cariño. No pude salvar a más.
—Mi madre... — musitó la rubia en lamento.
—Lamento no poder salvar a tu madre ni a tu padre, pero llegué tarde. Desgraciadamente, Johnny Cage, Jackson Briggs, Kenshi y

Sonya Blade fueron asesinados por Hornbuckle y sus hombres.
—Es una desgracia, pero por ahora no tenemos que sentirnos atareados por ello — expresó el dios —, Caroline creo que les ha contado todo, así que saben lo que tenemos que hacer aquí.
—¡¿No puedes ser más sensible?! — recriminó la morena, al borde de las lágrimas.
—No es para tanto; además, tu papá era un llorón — comentó éste.
—Ay, Dom...

La morena también inició un llanto potente, aunque ésta decidió atacar al dios, quien la durmió de un potente golpe a la nuca. Éste le pidió a Reptile que la lleve a descansar, cosa que el reptil obedeció sin decir más.
El dios explicó quien era la dama, Caroline, su esposa y otra Diosa Antigua. Ellos decidieron venir al Outworld a armar las defensas de Tierra 10, cuyo fin podría acercarse si estos no se encargaban de reunir a una generación nueva. Dominique comentó que su universo peligraba como todos los universos; explicó que los guerreros que veían no era un simple ejército de guerreros fuertes, sino seres mucho más poderosos.
A pesar de los primeros reclamos de Takeda y Cassandra, Dominique les relató que pudo salvar a pocos. De aquellos que fueron invadidos, sólo Jade pudo ser salvada; ella estaba siendo atendida por Rain y D'Vorah, quienes se unieron a ellos por un motivo: unirse a ellos o ser asesinados por los otros. No lo pensaron en dos ocasiones.
Dominique decidió mostrar una tercera imagen, la cual le reflejaba a todos las Fuerzas Especiales... o mejor dicho, lo que quedó en ruinas del lugar.
Kintaro no sólo quemó, sino que se comió a algunos soldados; Kabal y Stryker disparaban a diestra y siniestra, mientras Kung Lao, Cyrax y Smoke los eliminaban a puñetazos limpios; mientras que Sindel los despellejaba vivos con sus potentes gritos.
Johnny Cage pudo derrotar a algunos espectros, aunque fue abatido por Liu Kang y Kitana sin mucho esfuerzo. La edad se hizo notar en el pobre hombre. Su ex-esposa Sonya fue derrotada por Nightwolf y Erron Black con pocas dificultades; la edad hizo estragos en quien fue joven, fuerte y bella tiempo atrás. Por otra parte, Kenshi fue fácilmente vencido por Goro, mientras que Jax cayó con un puñetazo de Tremor, quien disfrutó destruir a quien lo encarceló y derrotó atrás — aunque no fuese éste Jax quien lo haya hecho —.
Hubo una breve discusión, donde se peleaban para ver quien eliminaba a cada uno de estos. Después de discutir unos minutos, Liu Kang, Smoke, Kintaro y el mismo Tremor se encargarían de Jackson Briggs, Johnny Cage, Sonya Blade y Kenshi Takahashi.

—Acábenlos.

La orden de Hornbuckle fue directa. Liu Kang formó una bola de fuego que redució a esqueleto a Jax; Smoke lanzó una correntada de humo que desintegró en pedazos a Johnny Cage; Kintaro tomó a Sonya de sus extremidades y destruyó su cuerpo en una explosión por la presión inflingida en su cuerpo. Por último, Tremor arrojó una bola de cristal a Kenshi, transformándolo en una estatua de cristal. Tremor cargó a Kenshi, mientras el resto decidió irse por un portal, dejando un potente rastro de destrucción con sus pasos.
Dominique preguntó a los presentes si estos deseaban ver algo más, ellos negaron; el dios eliminó "el charco" del aire con un ademán, como si lo borrara del mismo. Éste contó que ellos eliminaron a Chaosrealm y Orderrealm también, quedando Outworld y Netherrealm como los únicos mundos. Caroline, por su parte, acató en traer a los sobrevivientes de las masacres para ayudar, consiguiendo dar con algunos guerreros.

—Pude conseguir a Hotaru de Orderrealm, Ashrah de Netherrealm, Taven de Edenia, Sheeva de Kuatan y Shujinko de la Tierra — contó la rubia —. Además, consideré oportuno liberar a Jerrod de las restantes almas y revivir a dos seres que pueden ser de su ayuda.

La dama pidió que estos aparezcan, causando algo de pavor e impresión en los presentes.
Más allá de todo, la aparición de Mileena y Baraka era un golpe duro para todos. Baraka mostró algo de seriedad y buen trato, algo extraño para todos. Al final de todo, miró a Reptile, quien quedó estático.

—Syzoth, es un placer verte de vuelta — comentó.
—Hace mucho tiempo no te veía, Gaarander. Te extrañé mucho y maldije por mucho tiempo a D'Vorah por matarte.
—Syzoth — dijo ésta vez Mileena, acercándose al saurio, dándole una bofetada en la cara —. Eso fue por no salvarme en el pasado — comentó, abrazándolo —, aunque no podías hacerlo, teníamos que seguir el plan — dijo ella.
—Ya me parecía extraño que los Reptile, Baraka y Mileena distaran de los de Tierra 2 — pensó Dominique -. Bien, mi esposa y yo debemos ir a Tierra 2. Jerrod, si ellos tienen dudas, explica todo lo que te dijimos antes, ¿entendido?
—Sí, señor Dominique.
—Muy bien, nos vamos a Tierra 2 — comentó él.
—Sabemos que odian trabajar en equipo, pero piénsenlo de ésta forma: o trabajan en equipo ó se mueren todos — dijo la chica.
—Querida, mejor piensa otra forma de darles ánimos — propuso el castaño.

El matrimonio formó un portal, adentrándose en éste, para desaparecer de la vista de aquellos nuevos guardianes terrestres.

—Lo que dijo es pésimo para animarnos, pero es verdad — tomó la palabra Jerrod —: sé que no nos llevamos bien, pero si no trabajamos en equipo, moriremos. ¿Están conmigo?

Uno a uno, todos fueron asintiendo. A pesar de no ser amigos, debían aliarse para sobrevivir. Vivir o morir; no había otra opción en esto. Y todos lo sabían.
A pesar de la desconfianza entre las partes por las batallas pasadas, eso debía quedar atrás. Era eso o ser eliminados como lo fueron sus amigos, familiares y maestros.
La muerte de Sub-Zero y Scorpion golpeó mucho a Frost y a Takeda. La muchacha de pelo celeste miró al taiwanés, haciéndole un ademán para seguirlo. Éste la siguió y ambos se fueron sin dejar mucho rastro; Jacqueline se dio cuenta, así que lo siguió en sigilo, sin esperar que podría ocurrir...

_________________________________________________________________

La batalla entre los zombis de Shao Kahn y Shinnok había durado largas horas.
Cada vez que Shinnok derrotaba a los zombis, Kahn los revivía, dando al mismo resultado. El proceso era largo, pero comenzaba a fatigar al dios antiguo. Llegado un momento, Shinnok emanó una explosión de energía que desintegró a todos los zombis y no mató a Kahn porque usó un campo de energía. Kahn, por el contrario, se veía lleno de energía y vitalidad, iniciando una contienda ante el dios antiguo.
Shao saltó sobre Shinnok, dándole un martillazo en la cabeza; Kahn tomó la mano izquierda de Shinnok y le pisó la cabeza con mucha fuerza, fracturando el cráneo. Al final, el emperador le dio un cabezazo en la otra parte del cráneo, creándole una fractura más. Kahn comenzó a girar sobre sí, formando un torbellino con su martillo, golpeando a Shinnok en reiteradas ocasiones, quebrándole sus huesos hasta dejarlo fuera de combate.

—¿Creías qué te temía? — preguntó el emperador, dándole una bofetada —, no te temía, Sho Innokuze; sólo te lo hice creer para que estarás confiado, tonto.

Kahn tomó a Shinnok de su túnica, arrojándolo a otro extremo de la arena. Shao arrojó una gigante bola verde a Shinnok, quien la recibió de lleno, quedando casi noqueado. El emperador caminó lentamente hacia él, levantándolo con su magia.

—Prepárate, Shinnok, porque éste será tu fin.

Shao Kahn golpeó en la cabeza a Shinnok con su martillo, hundiéndolo en el suelo. Kahn propinó otro golpe, volviéndolo a hundir. Al final, el emperador dio un golpe horizontal a la cabeza de Shinnok, volándola en mil pedazos.
El emperador alzó su martillo y curó a todos sus zombis, quienes se inclinaron ante él.

—¡¡¡YO GANÉ!!!, ¡¡¡Y AHORA DOMINARÉ TODO EL UNIVERSO!!! — exclamó en un sonoro grito.

___________________________________________________________________

En una región remota de la Tierra, un joven había despertado en el suelo a las entradas de un bosque. El joven era rubio con cabello corto; tenía uos pantalones marrones y botas negras, con un arco y treinta flechas en una bolsa colgada a su espalda; completaba su atuendo con un chaleco púrpura consigo.
Éste se levantó, algo confundido, comenzando a recordar todo.

—El día ha llegado. Debo seguir el camino — dijo, adentrándose en el bosque.

Mientras tanto, en una zona algo alejada del mismo bosque, un portal se abrió, donde dos personas salieron y vieron a otras dos esperándolos.

—Hasta que llegan, Dom y Carol — comentó uno.
—Lamentamos la tardanza, Shaka, pero las fuerzas de One Being se están expandiendo más rápido de lo que creíamos.
—¿Llegaron a Tierra 10? — preguntó el otro.
—En efecto, Miguel Ángel — contestó la chica —. ¿Dónde están Shezade y Rentaro?
—Fueron a divertirse — se encogió de hombros Miguel.

Shaka era un hombre tez negra — el único de todos —, calvo; de alta complexión física y con un taparrabos que cubría hasta as rodillas.
Miguel Ángel, por su parte, tenía: una camisa blanca, cubierta por una túnica negra con adornos dorados; vestía con unos pantalones negros y unas botas de cuero que cubría hasta la mitad de la parte baja de sus piernas. Lo curioso era su boina negra con pluma púrpura en la punta.
Dominique preguntó porque estaban en éste lugar; Shaka sólo contestó que fue donde murieron algunos de los dioses que habían sido aniquilados por Shao Kahn y sus hombres.

—¿Estamos en Cartago? — preguntó el castaño, el negro afirmó —. ¿Por qué nos trajiste aquí? Creí que estábamos de acuerdo con ocultar todo en Las Guerras Púnicas.
—Creo que debemos contarle la verdad de lo que enfrentamos a los jóvenes guerreros — expresó —. Traeré a todos ahora.

Con un simple ademán, Shaka trajo a todos los guerreros de la Tierra — a excepción de aquellos que estaban en las finales del torneo — a donde estos estaban.
La confusión de los guerreros era más evidente aún. De un momento a otro, todos pasaron de estar en la Tierra, Outworld, Orderrealm o Edenia, a estar en una región puntual de la Tierra. Las preguntas comenzaron a surgir de todos los extremos, hasta que la voz sonora de Dominique calló los gritos de todos.

—Ustedes están aquí para evitar que Shao Kahn domine todos los mundos y destruya Tierra 2. Son la esperanza de éste mundo y éste universo. Pueden trabajar en equipo.
—¿Dónde están nuestros amigos? — cuestionó Cyrax.
—Los traerá Shezade con Rentaro. Cálmense un poco y esperen.
—¿Pero cómo podemos creer en tu palabra? Te presentas y no sabemos nada de ti. Es más, nos trajeron aquí y ni siquiera sabemos quienes son — acató Sindel.
—Reina de Edenia, ¿te has olvidado de mí? — preguntó —, bien, no importa. Me encargaré de mostrarles quien soy y que puedo hacer.

Dominique pidió a su esposa que mostrase mediante un portal que estaba haciendo él. Ella sólo aceptó sin titubear; él desapareció de la vista de todos, mientras ella mostraba mediante un hechizo donde había aparecido.
El castaño apareció en el Infierno de Tierra 10, más específicamente en el castillo del Infierno, donde yacía Liu Kang en compañía de Kotal Kahn. El guerrero Osh-tekk le pidió ayuda al emperador en contra de los guerreros, cosa que aceptó si le daba la ubicación del dios Raiden, quien estaba encarcelado en Outworld. Kahn aceptó sin dudar; Liu Kang fue directo y aceptó en ayudarlo con aquellos que escaparon de su muerte. Pero ésta alianza se vería un poco complicada ante la aparición de Dominique, quien eliminó a Kotal Kahn con un haz de luz, que lo desintegró.
Aterrado, Liu Kang trató de derrotar por sorpresa al dios arrojando una patada voladora, aunque fue en vano, ya que su oponente tomó la pierna del monje y lo arrojó a una pared, la cual quedó destrozada. Sin importarle mucho, el emperador creó una bola de fuego, que fue desintegrada con una pequeña bola de luz de su contrincante.

—¡Destructor Celestial!

Los movimientos de Kang fueron parando lentamente, hasta no poder moverse en lo absoluto. Dominique hizo un "corte" en sus ojos, cegándolo; luego hizo otro en su nariz, dejándolo sin olfato. El emperador quedó sólo con su gusto y oído, pero la fríaldad del dios antiguo fue letal. Éste amenazó con destruirlo a él y todos los suyos si no dejaba ir sin a los guerreros de la Tierra sin mucha resistencia. El monje dijo que lo haría y sus sentidos fueron devueltos. El castaño creó un portal y volvió a donde estaba antes, con la mirada atónita de los presentes.
Sin decir mucho más, aquel que hizo gala de su fuerza se cruzó de brazos, dándole la palabra al negro.
Shaka contó que eran los Dioses Antiguos e intervenían para el equilibrio, el cual se desbarrancó con las visiones que el Raiden de Tierra 1 mandó al Raiden de Tierra 2 y las demás Tierras cuyos eventos de la invasión de Shao Kahn fueron casi iguales. El desbalance fue tal, que muchos guerreros fueron destruidos sin tener que serlo, como casi todos los asesinados en la última invasión de Shao Kahn. Sin contar más, dijo que no trajo a los dioses porque estos debían defender a la Tierra.
Mientras Shaka hablaba, un portal se abrió, mostrando a Shezade y Rentaro junto a los guerreros restantes. La verdadera batalla por torcer la anomalía de Raiden estaba por comenzar.

Fin del Capítulo 20.

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Re: Un Destino Diferente

Mensaje por The Shaolin Nun » Jue, 10 Sep 2015, 06:45

Ya tenía mucho que no pasaba por aquí :mrgreen:

Estuvo emocionante. Me gustó cuando sorpresivamente los guerreros muertos emergieron de la tierra. Vaya que Shinnok se las iba a ver duras para derrotar a los zombis XD Interesante como hubo mucha masacre en el episodio. Y luego la manera en la que Liu Kang fue convencido para que deje a los guerreros me encantó XD. Por fortuna parece que no lo dejó sin esos sentidos permanentemente.


Muy interesante el capítulo como siempre :D
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